El TSJC permite abrir a cines y gimnasios pero mantiene el cierre de las discotecas
El tribunal supedita su reapertura al cumplimiento de los protocolos sanitarios de prevención
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha dejado sin efecto de manera cautelar el cierre de cines y gimnasios acordado por la Generalitat, aunque supedita su apertura a que cumplan con los protocolos sanitarios de prevención del coronavirus. El alto tribunal, en cambio, mantiene vigente el de discotecas a la espera de las alegaciones del Govern. Así lo notificó este miércoles la sección segunda de la sala contencioso-administrativa del TSJC, que resolvió los recursos interpuestos por distintas entidades, en los que pedían la suspensión cautelar de la orden del Govern del 17 de julio que les impedía abrir por el riesgo de contagios.
Respecto a los cines y gimnasios el TSJC admitió la suspensión cautelar de la resolución de la Generalitat que ordenaba su cierre, aunque condiciona su apertura al público a que cumplan el protocolo con las medidas de prevención sanitarias ante la pandemia. El tribunal considera que “se admiten pluralidad de soluciones” al informe de la Agencia de salud pública de Cataluña, clave para el dictado de la resolución del pasado 17 de julio sobre el cierre de las salas de fitness y los cines. “Ponderando los intereses en conflicto (sanitarios y económicos), no se justifica la proporcionalidad en el cierre total de los establecimientos de referencia”, argumenta el auto.
En relación a su decisión sobre la reapertura de discotecas, el alto tribunal acordó mantener el veto de la Generalitat, a quien da hasta el próximo viernes por la mañana para que formule alegaciones. “En el presente caso no concurre la aducida ‘especial urgencia”, concluye el auto.
La patronal española Spain Nightlife mantiene la esperanza de conseguir reabrir los locales nocturnos. “Aún no hay nada definitivo. El TSJC quiere escuchar el Departamento de Salud, por lo que entiende que nuestras consideraciones tienen fundamento”, argumenta su secretario general, Joaquim Boadas. “Si el auto sale el viernes, podremos aprovechar el fin de semana”.
Empleos en riesgo
Uno de los principales motivos que llevó a todos los distintos sectores a pedir la suspensión cautelar es el impacto que tendría un nuevo cierre en su industria y la delicada situación por la que volverían a pasar miles de puestos de trabajo. Los distintos autos recogen que las organizaciones “aducen que el cierre de las instalaciones supondrá pérdidas económicas inasumibles e irreparables para el sector, el cierre definitivo de muchas salas y equipamientos y la pérdida definitiva de puestos de trabajo”. En el caso del sector deportivo, además, también se argumenta que el cierre “no solo causa perjuicios a los operadores sino también a los usuarios, ya que priva a sus usuarios de la práctica deportiva y de los beneficios físicos y emocionales que se derivan”. De aquí que las organizaciones deportivas reclamaran estos días “ser parte de la solución \[a la pandemia\] y no el problema” por su relación con la salud de los practicantes.
Ahora, con la suspensión cautelar, la actividad puede retomarse tras una larga incertidumbre. “Celebramos esta victoria y pedimos una mesa de diálogo efectiva del sector con el Govern para trabajar conjuntamente en la gestión de la crisis y evitar que hechos similares vuelvan a repetirse”, expresaron las entidades deportivas en un comunicado. La directora del Gremi de Cinemes de Catalunya, Pilar Sierra, cifró a Europa Press en medio millón de euros las pérdidas derivadas de este último cierre.
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