Gimnasios a medio abrir
Algunos centros de ‘fitness’ mantienen sus centros en funcionamiento a pesar de la prohibición del Govern
Álex, nombre ficticio, se niega a cerrar su gimnasio. Sus usuarios aún pueden practicar deportes de contacto o ir a la sala de musculación a pesar de que el Govern prohíbe la actividad en los centros de fitness de Barcelona y 12 municipios más. Álex, como el resto del sector, está indignado. Y su frustración ha sido reactiva: sus persianas no bajan pese al peligro de sanciones porque, dice, “el cierre es ilegal”. “¿Desde cuándo un Departamento tiene la potestad de obligarnos a cerrar y multarnos sin el estado de alarma?”, se pregunta. “No tiene ni pies ni cabeza”.
El caso de Álex no es único: “Cada uno decide y se arriesga en función de lo que sabemos”, explica, “pero los centros que están abiertos te aseguro que cumplen todas las exigencias. Seguimos en Fase 1 en precaución”.
La cadena de gimnasios Metropolitan, por ejemplo, mantiene sus puertas abiertas en el área metropolitana de Barcelona. Es habitual que los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana se presenten al recinto para tomar nota. “Hemos explicado a las autoridades las medidas que tomamos y esperamos una nueva resolución del Procicat”, asegura un trabajador de la cadena. Según las distintas franquicias consultadas, la afluencia se mantiene en la misma línea que las últimas semanas, pero admiten el bajón de abonados, la mayor preocupación de las empresas. “Reclamamos seguir abiertos”, pide la misma fuente.
La reclamación tiene el apoyo de gran parte del sector, que vive en combustión desde la resolución del Govern, la semana pasada: Las concentraciones se repiten delante del Palau de la Generalitat y dos empresarios empezaron ayer una huelga de hambre en la plaza de Sant Jaume de Barcelona como protesta. “Seguirán así hasta que la consejera Vergés nos haga caso y se pronuncie”, explican miembros de la plataforma de centros que les da apoyo. “Nos han dejado totalmente de lado”.
El bloqueo del sector ha alertado a Foment del Treball, que ayer asumió como propias las reclamaciones de las organizaciones deportivas. “Requerimos respuestas inmediatas para un sector que ha invertido su capital para cumplir con las normas sanitarias y denunciamos que el cierre es una medida arbitraria, desproporcionada e injusta hacia un sector que es salud”, reclamó en un comunicado.
Las negociaciones para encontrar una salida siguen: el sector se reunirá el lunes con el Govern para reabrir del todo sus persianas.
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