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El partido que impulsa Carles Puigdemont renuncia a los derechos electorales del PDeCAT

Jordi Sànchez dice que Junts per Catalunya deberá ganarse sus propios derechos y que no quieren ser esclavos del pasado

Jordi Sànchez sale de Lledoners con un permiso penitenciario.
Jordi Sànchez sale de Lledoners con un permiso penitenciario.Cristóbal Castro
Àngels Piñol

Jordi Sànchez, líder de la Crida, ha manifestado este domingo que el partido que impulsa Carles Puigdemont y que nacerá el próximo día 25 no quiere ser “esclavo de nadie”, en alusión a la antigua Convergència, y que renuncia a utilizar los derechos electorales propiedad del PDeCAT. En una entrevista en Catalunya Ràdio, Sànchez ha señalado que aunque el sector afín al expresident y David Bonvehí llegasen a un acuerdo no disfrutarían de esos derechos electorales. “No queremos ser esclavos del pasado. Los derechos electorales de Junts per Catalunya se los tiene que ganar la nueva formación”, ha afirmado. “Es tiempo nuevo y hay que empezar de nuevo. Se tiene que hacer valer por sí misma sin que nadie pueda decir que se ha aprovechado de tutelas ni del pasado de ninguna formación. Ni de Convergència ni de cualquier otra formación”.

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Durante la entrevista, Sànchez ha afirmado que las negociaciones con Bonvehí continúan pero ha dejado claro que los promotores del nuevo partido no se moverán un ápice de su estrategia y ha recalcado que ni él ni Puigdemont se han planteado una coalición electoral. Esa opción fue sugerida este sábado por Marc Solsona, portavoz del PDeCAT. “Esa posibilidad no ha estado nunca sobre la mesa. Queremos estar todos en plena igualdad y que sea la militancia la que decida los órganos de dirección y las listas. No prefijemos más cuotas”, ha dicho añadiendo que la única que se impondrá será la de la paridad de género.

La fractura entre los dos sectores se agravó después de que los afines al expresident se hicieran con el control de la marca de Junts per Catalunya, hasta ahora en manos del PDeCAT e inscribieran en el registro de partidos el nombre de un nuevo presidente. Bonvehí acusó a Sànchez de haber roto el principio de “buena fe” y señaló que ambas partes habían acordado resolver conjuntamente el futuro de la marca. “No quiero polemizar”, ha replicado Sànchez, aunque ha aludido a entrevistas de Bonvehí en las que utilizó como “elemento de presión” que usarían la marca.

Con todo, Sànchez ha afirmado que aunque antes del día 25 no lleguen a un acuerdo las puertas del nuevo partido estarán abiertas el día 26 y el 27 y los siguientes a todos los miembros y cargos del PDeCAT. La nueva formación tendrá dos objetivos: dar “certeza” a la continuidad del “espíritu” de la votación del 1 de octubre de 2017 y luchar por concretar el derecho a la autodeterminación y un Govern que luche para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos. No ha querido afirmar si Puigdemont será el cabeza de lista ni quién sería el número dos, al alegar que será la militancia la que decida.

Pese a que ya ha cumplido mil días en prisión, Sànchez ha mostrado su discrepancia con ERC de que la mesa del diálogo entre los dos Gobiernos deba servir para lograr la libertad de los presos del procés. “No llegamos a este conflicto para ver cómo los que nos han metido en la cárcel nos sacan de ella”, ha afirmado. “Es un diálogo desigual. En la mesa no tiene que haber reformas de código penal ni amnistías. Lo que da sentido al diálogo es la resolución del conflicto y será cuando podamos ejercer, con garantía de ser respetado, el derecho de autodeterminación”.

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Pese a que su objetivo siempre ha sido el de un referéndum pactado, en una entrevista a TV3 Sànchez ha afirmado: “La vida política está llena de acciones unilaterales. Si finalmente lo que se quiere es demonizar la unilateralidad lo que acabaremos consiguiendo es limitar la acción política de una mayoría de este país a favor de la independencia”.

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