_
_
_
_
_

Perejaume lamenta que el Liceo no contara con él para el concierto de las plantas

El artista usa público vegetal desde 2015 en acciones similares a la que presentó Ampudia en el coliseo de La Rambla

Instalación de Perejaume para Salt en 2015 que luego se utilizó para el cartel de Peralada.
Instalación de Perejaume para Salt en 2015 que luego se utilizó para el cartel de Peralada.

El Teatre del Liceu celebró la llegada de la nueva normalidad con el Concierto para el Bioceno, una obra para una audiencia de 2293 plantas que ocupaban todas las butacas del teatro, mientras la orquesta interpretaba en directo y en streaming por Internet los Crisantemi di Giacomo Puccini. Al ver la imagen del teatro convertido en selva por Eugenio Ampudia, muchos habrán notado la similitud con una serie de intervenciones del artista catalán Perejaume, que trabaja el tema del árbol como público en obras plásticas y ensayos desde 2011, cuando en los textos de las Pagèsiques habla de llenar una platea con árboles de vivero. Discreto y reservado Perejaume descarta emprender acciones legales, pero se ha sentido dolido por el montaje y más considerando que estaba debajo de unas obras suyas, los rosetones y los plafones del techo del Liceo. “No quiero entrar en un debate sobre un tema tan complejo como copia y plagio. He hablado con Ampudia y creo que sobre todo el Liceo se ha portado mal”, indica Perejaume asegurando que él nunca habría hecho algo “tan lleno, tan suntuoso, completamente masticado, con una narrativa tan cerrada que parece publicidad”.

Tanto el artista madrileño como el director del Liceu, Víctor García de Gomar, conocen las obras de Perejaume que realizó el primer concierto para plantas en 2015 en el teatro de Salt. La imagen se convirtió en el cartel del Festival de Perelada, que, además, se presentó en el Liceo en mayo 2015. La cosa no se quedó en Cataluña porque en 2016, se editó un cartel en blanco y negro con un nuevo encuadre de la misma imagen para una muestra en la sede de Madrid de la galería Nogueras-Blanchard, que representa Perejaume en la capital, mientras Joan Prats lo hace en Barcelona.

El año pasado el artista catalán volvió al tema y para el acto de clausura de la Bienal del Pensamiento del CCCB, presentó una pieza escénica con público humano y vegetal. “En aquella ocasión había dos plateas encaradas con la mitad de asientos ocupado por árboles de vivero del país”, recuerda Perejaume, que en 2019 también publicó el libro El potser com a públic, donde reflexiona explícitamente sobre la potencialidad una “audiencia forestal”.

Ampudia inicia la actividad en el Liceo con un concierto a cargo de un cuarteto de cuerda para un 'público' formado por más de dos mil plantas.
Ampudia inicia la actividad en el Liceo con un concierto a cargo de un cuarteto de cuerda para un 'público' formado por más de dos mil plantas.Albert Garcia

Perejaume piensa enviar un escrito al teatro y a Ampudia para que lo tengan en cuenta antes de realizar la gira internacional que tienen prevista. Lo que más le duele es que la idea ha quedado tocada y ya no será lo mismo trabajar con una audiencia vegetal. “La publicidad es una gran consumidora de imágenes, es tremendo lo poco que aporta y lo mucho que usa. Antes desplazar un objeto artístico en un espacio natural era un gesto poderoso, pero cuando empezó a hacerlo la publicidad perdió de sentido”, afirma Perejaume, un artista ha trasladado el arte conceptual a la naturaleza, apoderándose del land art y reinterpretándolo.

“Ya me han llamado cinco artistas asegurando haber hecho antes un concierto para plantas y ayer han hecho uno en la Casa Encendida. Me parece bien. La revista Rolling Stone lo identifica como un género desde los años 70, cualquiera puede hacerlo. Me parece pretencioso arrogarse la idea”, responde Ampudia. Según él, su concepto es completamente distinto, porque saluda la llegada del Bioceno, una era de relación igualitaria entre las especies. A diferencia de lo que hace Perejaume, Ampudia no ha trabajado con plantas autóctonas sino que ha cogido las que tenía un vivero cercano y después de la función las ha repartido entre los sanitarios del Hospital Clinic. “No me gustan los gestos tan evidentes, el arte es como una semilla tiene que estar oculta para germinar”, concluye Perejaume.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete




Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_