‘Mappings’ contra la pandemia en el Raval
Marc Colomines, fotógrafo y técnico en audiovisuales, organiza los sábados un espectáculo para entretener a los vecinos que salen a aplaudir a los sanitarios
"Avui Tonight Mapping Show 21.15 hores”.
Minutos antes de esa hora, la frase se proyecta de forma ininterrumpida en la parte superior de la espléndida fachada del colegio Milà i Fontanals en la calle dels Àngels, en Barcelona, estrenado dos semanas antes de la proclamación de la República. Es sábado por la noche y la calle está desierta. Marc Colomines, de 37 años, fotógrafo y técnico en audiovisuales, que vive delante de la escuela, está acabando de colocar su proyector que ahora emite solo estrellas, medallones y bolas de colores. Tiene suerte porque el piso es alto y la vista supera a los frondosos plataneros. Un reloj empieza la cuenta atrás de 60 segundos y los privilegiados vecinos se asoman como cada sábado a los balcones para ver el show de unos cinco minutos que les regalan delante de la pared de casa.
Indiferentes, apenas cuatro riders pasan en bici y un sin techo pide ayuda. Una persona en la calle se convierte en la única espectadora. En la fachada se proyecta un mapping conceptual basado en el poema Rera el vidre, de Laia Claver, con una voz en off en catalán. Y estas palabras con la etiqueta: Gràcies, sanitaris..“¡Es precioso! ¿eh? Lo hacen cada sábado”, cuenta desde su balcón Luci, una vecina de la escalera de al lado mientras Lluís y Cristina, en el piso de arriba, corroboran. Marc lo agradece y dice que esta es su vía de escape. “Son exigentes. Dicen que el show compite con el telenotícies”, bromea.
Todo empezó cuando los vecinos empezaron a salir a aplaudir a las 20.00 horas a los sanitarios. Tras el confinamiento, Marc fue a su empresa Alca.Studio, de la que es director creativo, y se hizo con un ordenador y un proyector. El primer lunes de encierro jugó con un software para acompañar a los vecinos y reconvertir el sonido de los aplausos en efectos visuales audio-reactivos, que se traducen en ondas y curvas en la pared. El cambio de horario lo fue también de luz y decidió hacer mappings los sábados a las 21.00.
“Son los fuegos artificiales de ahora y te tienen que narrar una historia”, explica mientras ajusta el proyector en la habitación reconvertida en estudio y que en unos meses será la de Lía, el bebé que espera con Anna, su pareja. En la pared, grupos de cuatro palitos tachados por otro en diagonal revelan lo que llevamos de encierro. Dice que le faltan medios para relatar y recurre a retales de vídeos ya proyectados como la lluvia de bolas de colores que se ve ahora, unos caballitos en un tiovivo o un patio de columnas. Están rescatadas del mapping que hicieron en el Congreso para celebrar los 40 años de la Constitución.
La cancelación del Mobile castigó a su sector y ahora trabaja en la continuación de la historia del paje Tonet y el caballo Tatano que se proyectará en el castillo de Vila-seca en Reyes. “Espero que ya esté todo bien”, confía asegurando que cumple el confinamiento a rajatabla. “Sois los únicos humanos que han venido", afirma Marc. “Solo salgo a comprar”. Optimista, desea que el confinamiento humanice las relaciones. Le ha permitido “reencontrarse” con vecinos a quienes ha conocido, conversado e incluso fichado como el músico inglés, de nombre artístico MotherDavid, del bloque de al lado y al que oía tocar. Ya pone su música en los mappings. "Es como una vuelta al origen: Marc ya ganó una beca como trabajo de final de carrera retratando a otros vecinos puerta a puerta. Y se despide revelando un deseo: que desde que vive en la calle dels Àngels pensaba en cómo mapear la fachada. “¿Qué haría?”, dice. “Quizá del confinamiento. Con cosas grabadas de la gente en los balcones. La temática ideal para culminar”.
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