Torra aparca la convocatoria de elecciones anticipadas en Cataluña
Miquel Iceta, líder del PSC, apoya la decisión de president al coincidir en que ahora es prioritaria la lucha contra la pandemia
El presidente catalán, Quim Torra, ha confirmado este jueves que ha aparcado su idea de adelantar las elecciones en Cataluña por estar centrado en frenar la emergencia sanitaria. El president dio en enero la legislatura por agotada al acusar a sus socios de ERC de desleales y añadió que anunciaría la fecha electoral tras aprobarse los presupuestos. Las cuentas se debatirán la próxima semana en el Parlament, pero el plan se ha desmoronado. “Nadie entendería que hubiera elecciones y ni siquiera que pusiera una fecha”, ha dicho
En una conferencia de prensa con periodistas extranjeros, emitida de forma excepcional por TV3 (la televisión pública catalana), Torra reconoció que ni se ha planteado pensar en una posible fecha electoral, y subrayó que su prioridad es gestionar la crisis: “Estamos focalizados en esta gravísima situación”, dijo. El calendario depende, en todo caso, del Tribunal Supremo, que debe aún ratificar o no la condena de inhabilitación de Torra por desobediencia -se negó a retirar una pancarta del Palau en favor de los presos- que le podría comportar la inhabilitación definitiva. El fallo activaría la maquinaria electoral, pero la actividad del Supremo también está ralentizada por la pandemia.
La crisis sanitaria ya provocó el aplazamiento de las elecciones en el País Vasco y Galicia, convocadas para el 5 de abril, y ha acabado por alterar igualmente el calendario en Cataluña. Antes de estallar la pandemia se barajaban las fechas de, que se debatía antes de la crisis en si las elecciones serían en junio o ya en otoño, tras la Diada del 11 de septiembre. El Govern ya precisó en todo caso que Torra anunciaría la fecha tras la aprobación de las cuentas ,pero que eso no quería decir que se activara el reloj electoral.
La cuestión es que ni siquiera la emergencia sanitaria ha eclipsado las tensiones entre Junts per Catalunya y ERC, que no han podido maquillar sus enormes diferencias y recelos constantes durante la pandemia que ya se ha cobrado más de 7.000 vidas en Cataluña, según la última forma de recuento de la Generalitat. Los reproches se han sucedido en el Parlament, por discrepancias sobre el dinero que debían donar los diputados, sobre si debían celebrarse o no plenos telemáticos o sobre la supuesta intencionalidad política (evocando la fecha de 1714, referencia nacionalista) cuando el Ministerio de Sanidad envió supuestamente 1.714.000 mascarillas a Cataluña.
La dirección de ERC optó ayer por el silencio y no juzgó la decisión de Torra de aplazar la convocatoria electoral. Nadie de ERC, que lleva el peso de la crisis sanitaria con los departamentos de Salud, Educación y Servicios Sociales, valoró esa cuestión, entendiendo que fue él quien forzó el compromiso y que es él quien debe rebobinar. Con todo, los republicanos, favoritos en las encuestas de la Generalitat, mantienen en el horizonte la convocatoria aunque saben que están a expensas de Torra. “El botón de activar las elecciones está en sus manos y depende estrictamente de él. El contexto ha cambiado”, abundó este miércoles Marc Solsona, portavoz del PDeCAT.
El president comparecerá el próximo día 24 en el Parlament durante el debate de los presupuestos, que aumentan el gasto en 3.000 millones de euros se someterá a la primera sesión de control desde que se decretó el estado de alarma. La situación le ha deparado un escenario inimaginable porque vuelve, a la espera de la sentencia del Tribunal Supremo, a tener el timón de la legislatura para conducirlo como quiera. Durante su intervención ante los periodistas extranjeros, Torra reivindicó el confinamiento total de la población y una renta mínima para la ciudadanía.
Fue crítico con la recentralización temporal de competencias del Gobierno y acusó a Pedro Sánchez de funcionar a “golpe de decreto”. Con todo, dijo que siempre ha participado en las conferencias de presidentes como el que más y, cuando se le preguntó si una Cataluña independiente habría combatido mejor la pandemia, aludió a la existencia de informes que sostendrían que los Estados federales y los pequeños países son los que mejor combaten esta crisis del coronavirus. Según la última encuesta del CEO (el CIS catalán), sin embargo, los catalanes dan peor nota al Govern que al Ejecutivo de Sánchez en su gestión de la emergencia.
La polémica con los hospitales desplegados por el Ejército o por las críticas del consejero de Interior a que el Estado enviara 1.714.000 mascarillas no han pasado desapercibidas en la prensa internacional, hasta el punto de que un periodista le ha preguntado si podía jurar que su primera prioridad era de la de la salud pública. “Mi única prioridad es salvar vidas. Es la mía y la de cualquier gobernante del mundo. Fui el primero en agradecer al Ejército cuando vino a sofocar el incendio de Ribera d’Ebre. Solos no habríamos podido”. Con todo, Torra ha recordado que no se pueden abrir hospitales como el del municipio de Sant Andreu de la Barca sin estar coordinados con Salud. “Y ahora resulta que la consejera Alba Vergés y yo vamos a ser investigados por homicidio. La consellera no se lo merece. Me parece una infamia”.
La oposición en bloque reclama desde hace tiempo elecciones y ayer acogió con indiferencia el aplazamiento, salvo el PSC. Su primer secretario, Miquel Iceta, suscribió la posición de no pensar ahora en comicios. “Estoy de acuerdo con Torra al 100%”, dijo en TV3. “Ahora el escenario es absolutamente diferente. Torra dijo en enero que se sentía desautorizado y que convocaría elecciones, pero ahora estamos en una crisis muy aguda, el Govern ha de seguir trabajando para combatir la covid-19 y tiempo habrá para hablar de otras cosas”, insistió. La opinión de Iceta es que no son tiempos de batallas partidistas. “La gente no entendería que nos peleemos ahora sobre si ha de haber o no elecciones. Ahora no toca”, añadió.
Iceta sí se desmarcó de la opinión de Torra de que la Generalitat ha perdido competencias con el estado de alarma. “¿De quién depende ahora el hospital Clínic o las residencias de ancianos?”, se preguntó. “De la Generalitat, como hace tres meses”. En su opinión, el estado de alarma solo comporta “una coordinación a nivel central de competencias”. “Quizás la Generalitat sí que ha perdido margen de maniobra, porque hay autoridad única, pero la gestión de hospitales y residencias sigue siendo suya”, remarcó. El socialista opina que “pese a las discrepancias, algunas más sonoras de lo que parecen ha funcionado bastante bien” la coordinación entre el Gobierno y la Generalitat. “El ministro Illa y la consejera Vergés tienen una cooperación magnifica, han de trabajar juntos y los necesitamos. Ahora espero que no me desmienta la consejera”, matizó Iceta.
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