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La Generalitat culpa al Gobierno de un posible rebrote y cree una “imprudencia” relajar el confinamiento

Tres consejeros del Govern censuran la decisión y dicen que Pedro Sánchez traspasa la responsabilidad del contagio a empresas y trabajadores

Tres consejeros de la Generalitat han coincidido este sábado en censurar con dureza el anuncio del Gobierno español de levantar el confinamiento de los trabajadores no esenciales a partir de la semana que viene -lunes o martes, según el calendario laboral de cada comunidad-, lo que implicará la vuelta a la actividad en una parte de las empresas. En el transcurso de la rueda de prensa diaria que ofrece el Govern, la consejera de la Presidencia y portavoz del ejecutivo catalán, Meritxell Budó, ha calificado de “imprudencia e irresponsabilidad” la relajación del confinamiento, mientras que el consejero de Interior, Miquel Buch, ha reclamado al Gobierno que aclare si era cierta la información de EL PAÍS de que la medida se había adoptado sin consultar al comité de expertos que le asesora y desoyendo también las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Por su parte, la consejera de Salud, Alba Vergés (Esquerra Republicana), ha asegurado: "Los expertos nos indican que la apertura del confinamiento ahora nos puede provocar un repunte. Es precipitado hacer el desconfinamiento según el calendario de festivos; hay que hacerlo en base a los datos”. Mucho más taxativa se ha mostrado Meritxell Budó (Junts per Catalunya),cuando ha asegurado que el Gobierno “traslada la responsabilidad del contagio a las empresas, los trabajadores y los autónomos” por obligarlos a ir a trabajar, y ha anunciado que el presidente de la Generalitat, Quim Torra, reclamará mañana en la videoconferencia de presidentes con Pedro Sánchez que no se lleve a cabo la medida.

Para Budó, levantar el confinamiento total “provocará unas consecuencias mucho más graves” y ha asegurado que “si hay un rebrote, los responsables serán los que tomen decisiones”. Por eso ha pedido al Gobierno “que sea riguroso” y escuche a los expertos, al entender que “no se trata de una batalla partidista”. Buch no había negado horas antes en una enrevista en RAC 1 que la Generalitat decretase confinamientos localizados en algunas áreas, como sucedió en su día con cuatro municipios de la Conca d'Òdena. Sin embargo, durante la rueda de prensa ha asegurado que no podía reclamar a la población que desobedeciese el decreto del Estado de alarma y no fuese a trabajar porque serían despedidos.

El Govern mantiene, así, su estrategia de medidas de máximos y el choque abierto contra las propuestas del Ejecutivo central, del que depende en última instancia toda la toma de decisiones desde que se decretó el estado de alarma. Según la consejería de Salud, Cataluña ha logrado estabilizar la entrada de pacientes con la Covid-19 en las unidades de cuidados intensivos y aboga por comenzar un desconfinamiento progresivo a finales de abril. Pese a las quejas, Vergés también ha evitado llamar a la desobediencia y no ha concretado qué hará si el Gobierno central se mantiene en su postura de levantar el confinamiento a los trabajadores no esenciales la semana que viene.

El Govern ha anunciado que, tras triplicar la capacidad de las UCI (de 600 a unas 2.000 camas), la cifra de pacientes críticos ingresados en estos servicios se ha estabilizado en torno a los 1.600. El colapso del sistema sanitario a través de las UCI era el gran temor de todas las Administraciones. “Hemos conseguido controlar lo que nos daba tanto miedo”, ha asegurado Vergés. Pero no tanto, ha agregado, como para comenzar la próxima semana el desconfinamiento con la vuelta al trabajo de los trabajadores no esenciales. “Con los datos que tenemos ahora, si cambian estas medidas y precipitamos la apertura de confinamiento, la evolución que hemos conseguido mantener controlada podría cambiar”, ha indicado la consejera.

El Departamento de Salud ha advertido del riesgo de que se vuelva a tensionar el sistema sanitario con nuevos brotes. “Tenemos margen y estamos preparados, pero poco. No nos la podemos jugar. Es diferente tener brote ahora que tener una segunda ola" dentro de unas semanas, ha señalado Vergés. La consejera ha explicado que han enviado un informe al Gobierno central exponiendo la situación de Cataluña y el riesgo de rebrotes, pero la respuesta ha sido, según la titular de Salud, que “ellos son los que toman las decisiones para todo el país y que el Govern puede hacer las valoraciones políticas” que considere.

El plan de desconfinamiento progresivo del Govern deja la apertura de colegios y equipamientos culturales para la última fase de desescalada

La propuesta del Govern pasa por iniciar el desconfinamiento de forma escalonada a partir de finales de abril. “Estamos a pocos días de llegar al pico. Las medidas de desescalada deberían ser de un margen de 15 días posterior a la bajada. Necesitamos proteger la población general y al sistema”, ha insistido Vergés. El secretario de Salud Pública, Joan Guix, ha especificado un plan de desconfinamiento por fases. “Planteamos un proceso basado no en fechas, sino en garantías de seguridad. Un proceso transparente, basado en hechos objetivos, estratificado, teniendo en cuenta grupos de edad, profesiones y geografía. Reversible en todo momento si los indicadores lo indican”, ha apuntado Guix.

Aunque la propuesta no es viable sin el visto bueno del Gobierno central porque la Generalitat carece ahora mismo de competencias para ponerlo en marcha, la primera fase del plan de desconfinamiento de Salud estaría prevista para finales de abril. En ella el Govern propone aplicar la medida que el Ejecutivo de Pedro Sánchez desplegará ya este lunes: el retorno de personas sanas a trabajos no esenciales, adaptar servicios de transporte para evitar aglomeraciones y recomendación de mascarillas, distanciamiento social y medidas de higiene. En la segunda fase, Salud permitiría que las personas sanas puedan salir a la calle por motivos ajenos al trabajo, incluso con niños, pero de forma progresiva y cumpliendo medidas de distanciamiento social. La tercera fase contemplaría abrir bares y restaurantes, aunque con aforo limitado para cumplir las medidas de distanciamiento social y usando mascarillas. La apertura de escuelas y equipamientos culturales se reservaría para la última de las fases.

Contener el virus en residencias

Además de lograr que el sistema sanitario y las UCI tengan un “cojín” para asumir situaciones imprevistas y nuevos casos, los planes de Salud para contener la epidemia también pasan por atajar el virus en las residencias. Para ello, Salud ha apostado por reforzar la detección precoz y las pruebas masivas en estos espacios donde residen los grupos vulnerables y hay aún mucha transmisión del virus. “Estamos entrando a hacer test a casos asintomáticos en residencias donde hay brotes confirmados. Esto nos permitirá detectar casos precozmente”, ha explicado el director general de Investigación, Robert Fabregat.

Según Fabregat, ya se están haciendo diariamente 1.200 pruebas de reacción en cadena de polimerasa (conocidas como PCR) en los centros residenciales y el Govern espera alcanzar en los próximos días las 1.800 al día. Estas pruebas se combinarán con los otros test disponibles (los serológicos y los de antígenos) para aumentar la detección de casos. Salud empezó a repartir hace unos días 180.000 test serológicos en la atención primaria para priorizar la detección en personal sanitario y ancianos en residencias.

Para extender los test en las residencias de todo el territorio, Salud estudia la incorporación de la ONG Open Arms, que se ha ofrecido a ayudar a realizar estas pruebas en 290 residencias donde hay, al menos, un caso positivo y viven 20.000 ancianos. Vergés ha admitido que están estudiando la propuesta. “Hemos recibido el ofrecimiento y si aumenta el número de test que podemos hacer en las residencias, lo miraremos. Opens Arms está formado para hacerlo y estamos coordinándolo”, ha apuntado la consejera. El Govern todavía no ha podido cruzar los datos de los departamento de Salud y Asuntos Sociales para identificar la cifra real de ancianos afectados y fallecidos en residencias: según las residencias que han reportado datos a Asuntos Sociales, hay 3.375 ancianos infectados y 1.663 fallecidos.

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