La Generalitat pide a Pedro Sánchez que no relaje el confinamiento tras la Semana Santa

El vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha pedido al Gobierno central que no relaje el confinamiento el próximo día 16 de marzo, tras la Semana Santa, pues considera que aún las cifras de muertos y contagios por coronavirus no garantizan un retorno seguro de los trabajadores a sus puestos de trabajo. Así lo ha explicado este lunes, en una comparecencia telemática ante la Comisión de Economía del Parlament, en la que también ha inistido en la suspención formal del objetivo de déficit y ha informado que el Govern ha desembolsado 198 millones de euros adicionales para comprar material sanitario.

“Es una medida precipitada, aún tenemos que consolidar la reducción del número de muertos y contagios”, ha asegurado el también líder de ERC, basándose en lo que sugieren los expertos de la Generalitat. El president Quim Torra ya había hecho la misma petición en el marco de la reunión de líderes autonómicos con el presidente Pedro Sánchez. Aragonès ha considerado que la relajación de las condiciones actuales del confinamiento tiene que ir acompañado de pruebas masivas para conocer el estado de salud de los esos trabajadores que se reincorporarán al mundo laboral y así evitar rebrotes que se han visto, por ejemplo, en China. “Si el desconfinamiento no va acompañado de test masivos, tendrá un impacto en términos de desigualdad. Hacen falta más datos para levantar el confinamiento el día 13”, ha puntualizado.

Tras la decisión de la Unión Europea de suspender los objetivos de estabilidad financiera, Aragonès ha solicitado al Gobierno central que haga lo propio “de manera formal” para así poder aumentar el gasto para hacer frente a los efectos de la emergencia del coronavirus. “Para ganarnos la vida tenemos que asegurar la vida”, ha dicho.

Aragonès también ha querido plantear cuándo consideran, desde el Govern, que se debería levantar el confinamiento de una manera decidida. “Cuando tengamos una reducción sostenida de los casos por 14 días [el tiempo de incubación de la Covid-19] y que los hospitales estén muy debajo de los niveles de colapso”, ha asegurado. El vicepresidente, sin embargo, ha recordado que hay riesgo de que haya repuntes y por tanto se tendrán que mantener ciertas medidas de control.

Pese a ello, el también líder de ERC también ha expresado sus dudas sobre la posibilidad de control tecnológico, a través de los móviles, del movimiento de los ciudadanos para ayudar a controlar el coronavirus. “La tecnología nos debe ayudar en la salida a la pandemia, pero eso no nos tiene que vigilar sino proteger. No tiene que ser una herramienta de control social sino bienestar”, ha dicho.

La Generalitat, ha explicado Aragonès, ha invertido desde el pasado 18 de marzo 198 millones de euros de manera extraordinaria para comprar material sanitario. Y, ha aprovechado para criticar también la compra unificada puesta en marcha por el Ministerio de Sanidad. “La realidad la ha superado”, ha opinado el vicepresidente. “Es verdad que ha llegado material enviado por el Estado, pero es evidente que si no hubiéramos optado por comprar directamente, hoy no tendríamos el material que tenemos. No es el momento de hacer reproches”, ha dicho. Es un tono muy distinto al del president Quim Torra, que el pasado jueves aseguró: “No podemos esperar nada de Madrid porque no llega nada de Madrid”.

La oposición pide más esfuerzos

En su turno de palabra, la oposición ha pedido al Govern más esfuerzos, sobre todo de cara a atender a los autónomos. EL diputado de Ciudadanos José María Cano ha lamentado que la línea de ayudas anunciada hace semanas por el propio Aragonès para atender a los autónomos solo llegará al 1% de este colectivo. También ha criticado todas las gestiones que se tienen que hacer para poder acceder a la ayuda de 2.000 euros por empleado. Santi Rodríguez, diputado del PP, ha solicitado una “tregua fiscal” en lugar de las moratorias anunciadas por Aragonès. El popular ha sido especialmente crítico con la subida al impuesto de sucesiones.

La socialista Alicia Romero, por su parte, ha pedido a Aragonès que se abra a debatir algunas modificaciones del Presupuesto vigente con tal de ampliar el abanico de ayudas, por ejemplo, un fondo para pymes y autónomos dotado de 100 millones de euros. También ha salido a responder a las críticas de Aragonès sobre el recorte de los fondos para políticas activas de empleo por parte del Gobierno central, argumentando que en este momento es más prioritario “que todo el mundo pueda cobrar una prestación. Primero una cosa y después la otra”.

David Cid, de Catalunya en Comú-Podem, ha pedido al vicepresidente sentarse ya a negociar las modificaciones de partidas del Presupuesto que se encuentra en trámite para así ahorrar tiempo y tener los recursos a puntos una vez se aprueben las cuentas. En una semana se vence el plazo que el Consejo de Garantías Estatutarias tiene para entregar el dictamen que le solicitó Ciudadanos y que paralizó su votación. “No nos han gustado las declaraciones de su Gobierno [en referencia a los posicionamientos de Torra]. No estamos en momentos de confrontación, los ciudadanos nos piden colaboración”, ha dicho Cid.

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