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Jordi Mestre: “La crisis por el coronavirus puede abocar al cierre de hoteles”

El gremio hotelero insta a las administraciones a facilitar un paquete de medidas para reactivar el sector cuando pase la emergencia

Blanca Cia
Barcelona -
A la derecha, Jordi Mestre, presidente del Gremio de Hoteleros de Barcelona, y Manel Casals, director del gremio.
A la derecha, Jordi Mestre, presidente del Gremio de Hoteleros de Barcelona, y Manel Casals, director del gremio.

El promedio de ocupación hotelera en Barcelona en esta época supondría tener unas 60.000 personas alojadas en los 500 hoteles de la ciudad. Hoy, en medio de la crisis sanitaria por el coronavirus, apenas hay cerca de 300 alojados en los ocho establecimientos abiertos como servicios mínimos para alojar a personal de paso en la ciudad y turistas atrapados. Y otras 2.500 habitaciones destinadas a enfermos leves y personal sanitario en los 14 hoteles que forman parte del Proyecto Salud. “Cuesta pensar en la reactivación del sector todavía. Lo que vivimos es una tragedia sanitaria que también será económica”, afirma el presidente del Gremio de Hoteleros de Barcelona, Jordi Mestre, entrevistado por EL PAÍS junto con el director del gremio, Manel Casals. Reconocen que las perspectivas del sector son negativas y no descartan que la crisis aboque al cierre de algunos negocios o que sean comprados por fondos buitre. “Para evitar que algo así ocurra hace falta una batería de medidas para salvar a las empresas y los puestos de trabajo”, añade.

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2019 fue uno de los mejores años para los hoteleros de Barcelona ciudad: casi 9,5 millones de visitantes (3,9% más que en 2018) y cerca de 19 millones de pernoctaciones. En febrero de este año, a medida que avanzaba la epidemia desde China, se empezó a notar la crisis que se desbocó del todo a partir de la anulación del MWC. Ahora, los ERTES en el sector hotelero en la capital catalana no bajan de los 40.000, según el gremio. “Los ERTEs estarán vigentes hasta que se mantenga el estado de alarma y es evidente que cuando podamos volver a abrir no podremos tener a todo el personal trabajando porque no tendremos clientes. Desde Fomento de Trabajo y otras organizaciones del sector turístico ya se está planteando que una parte tendrá que pasar a EREs por causas económicas”, explica Mestre.

Cree que, en el mejor de los casos, la recuperación del sector no empezará hasta pasado el verano. “Hay muchos factores, sobre todo cómo se superará el pánico. Cómo se abrirán las fronteras, cómo estarán los países emisores del turismo, qué pasará con las compañías aéreas”, enumera Casals que ve complicado que haya turismo extranjero este verano.

“Si cuando podamos abrir tenemos que asumir el coste laboral con cero euros de ingresos es evidente que muchos hoteles entrarán en concurso se acreedores. Es posible que algunos tengan que cerrar o vendrán los fondos buitre y empezarán a comprar porque la situación será ruinosa”, resume Mestre que hace un símil con lo que ocurre ahora en la sanidad: “Igual que ahora los hospitales y médicos necesitan UCIs, los hoteleros necesitaremos medidas para sobrevivir después, no para ganar dinero, sino sobrevivir y dar trabajo”.

El reto, aseguran, será tener liquidez. “Para superar ese bache que tendremos de cero ingresos pero con gastos fijos, como los alquileres o las hipotecas, los créditos por las reformas, el mantenimiento o la vigilancia, necesitaremos moratorias y aplazamientos de pagos de impuestos, como el IVA o la tasa turística”. Consideran que los créditos que se están dando por el ICO y el ICF están bien pero que serán necesaria otras decisiones. En el caso de la tasa turística, por ejemplo, demandan una moratoria de dos años, frente al aplazamiento que decidió el Ayuntamiento de Barcelona hasta septiembre:“ Necesitaremos más tiempo para recuperarnos”, insiste. Y también han solicitado al gobierno central poder negociar las reservas que ya estaban hechas y pagadas para recolocarlas en el plazo de un año: “Esa fórmula la han utilizado en Italia y Francia y es útil”, apunta Casals.

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A corto plazo, creen que el turismo será más nacional porque la economía de todo el mundo estará muy tocada: “Lo esencial es recuperar la normalidad y eso pasará primero a nivel interno, de país. A los turistas les costará viajar al principio pero seguro que a la larga se volverá a la normalidad”, confía Mestre que subraya que ahora lo único importante es superar la epidemia. El compromiso del gremio con lo que necesite la ciudad es total: “Ya lo hicimos al adelantarnos al decreto de alarma al ceder los hoteles que hicieran falta de forma gratuita”. En principio, se hizo una reserva de 3.000 habitaciones para el dispositivo sanitario para enfermos leves en 8 hospitales de Barcelona, de los que seis ya están funcionando. Más otros seis para personal sanitario, también en funcionamiento. “Se pueden ampliar a lo que haga falta, a veces el problema no es nuestro sino de los equipos sanitarios y asistenciales que requieren para ponerlos en marcha”, comenta Casals.

Los hoteleros creen que cuando se reinicie todo, a partir de septiembre, se necesitará un buen plan de promoción para recuperar la situación de la que se partía. “Y será muy importante hacerlo bien, desde el sector privado y el público porque las principales ciudades del mundo lo harán. La marca Barcelona es muy potente y ayudará a la recuperación pero eso solo no basta. Hay que aplicar el refrán aquel de no dormirnos en los laureles”, bromea Mestre. Mientras, los debates sobre la actualización del Plan de Hoteles de Barcelona ni se esbozan.

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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