“En el hotel somos más trabajadores que huéspedes”

Frenazo en seco. La crisis por el coronavirus ha dejado al sector hotelero de Barcelona bajo mínimos con una ocupación que, en el mejor de los casos, llega al 40% y con muchos establecimientos que apenas superan el 20%. La tranquilidad de los conserjes en la puerta de los hoteles, sin apenas trajín de maletas, se confirma en la recepción donde la entrada de una persona es saludada con un agasajo fuera de lo normal. “Estos días somos más trabajadores que huéspedes en el hotel”, dice un empleado del Melià Sarrià. Este hotel de Barcelona, de cinco estrellas y con 330 habitaciones, tenía 90 huéspedes este lunes, lo que supone un 27%. Y 160 trabajadores. Salones vacíos y muy poco movimiento. En otro establecimiento de lujo de la Diagonal, con 495 habitaciones, solo 35 de ellas estaban ocupadas.

En la otra punta de la ciudad, en el hotel Vela, la ocupación de sus 473 habitaciones no pasa del 30%. Y en otros no tan grandes, como el Casa Fuster, con un centenar de habitaciones, las ocupadas eran una veintena. O en el Trip Apolo, donde las unidades contratadas no pasaban de entre el 25% al 30% de sus 314 habitaciones. O en el Sir Victor, de Paseo de Gràcia con Roselló, con 18 habitaciones ocupadas, un 20% de su capacidad.

La crisis se ha agravado en marzo y no tiene signos de recuperación

Salones de reuniones y convenciones vacíos, restaurantes con apenas clientes y reservas, terrazas desangeladas... Es el panorama más habitual de los hoteles de Barcelona desde la crisis que abrió la cancelación del Mobile. Una crisis que se ha agravado en marzo y que no tiene signos de recuperación, tampoco, para Semana Santa, en abril, según coinciden en señalar las sectoriales de hostelería de los sindicatos UGT y CC OO. “Por las reservas y el movimiento que hay no parece que se pueda recuperar la normalidad hasta mayo, eso si no pasa nada más con el coronavirus”, apunta Paco Galván, delegado de hostelería de la Federación de Servicios de Comisiones Obreras.

En Barcelona se han suspendido o aplazado decenas de reuniones de empresas y congresos de sectores diversos —como Alimentaria y de medicina y farmacia, entre otros— y, además, las agencias de viajes organizados, que representan cerca del 70% de los visitantes, los han cancelado en bloque para el mes de marzo, algo casi inevitable tras la suspensión de vuelos de líneas aéreas asiáticas y de la disminución de turistas de Europa y Estados Unidos.

Un parón se percibe en la ciudad en bares y restaurantes del centro con poca clientela. En terrazas, este martes, desérticas en el paseo Joan de Borbó, en el paseo Marítim, o frente al Born y en una plaza Reial medio vacía. O en tiendas sin clientes del Paseo de Gràcia, en la ausencia de colas para visitar la Pedrera o la Casa Batlló y en una inusitada parada casi vacía del Bus Turístic en plaza de Catalunya: “Empezamos la semana pasada a notarlo y esta va a más”, dice una de las guías, mapa en mano a la caza del turista.

Las empresas no renuevan los contratos y adelantan las vacaciones

La crisis ya tiene consecuencias en el sector hotelero y de restauración por la inexistencia de contrataciones nuevas, en la no renovación de contratos eventuales y de los fijos discontinuos, unas modalidades que representan una buena parte de la plantilla. “Los hoteleros están empezando a tomar medidas. De momento, se está optando por no llamar a los fijos discontinuos y los contratos que están venciendo no se renuevan”, explica Esteban Becerra, trabajador del Melià Sarrià y delegado de Comisiones Obreras. En ese establecimiento, alrededor del 60% de sus 160 trabajadores son fijos de plantilla y el 30% son eventuales. “Por ahora no hay despidos”, apunta. Sí se han empezado a producir en algunas cadenas hoteleras, apuntan fuentes de CC OO donde ven con preocupación que haya empresas que hablen de expedientes de regulación de empleo. “Hemos superado otras crisis, hay que esperar que el sector se reactive en la primavera”, comenta Jesús Lodeiro, delegado de UGT de Hostelería, un sindicato que cree que no se dan las condiciones para que las empresas planteen medidas drásticas. Para evitar despidos y regulaciones, en muchos hoteles se está optando por la flexibilidad de las vacaciones que se están adelantando. Este diario no ha podido tener la versión del gremio hotelero pese a los reiterados intentos.

Para capear la crisis, el gremio de la restauración ha pedido al Ayuntamiento de Barcelona la moratoria de la tasa de terrazas, a la Generalitat que no implemente nuevos impuestos en los presupuestos que está preparando y una flexibilización en el pago de créditos a las entidades bancarias, entre otras medidas.