El consejero de Medio Ambiente de Castilla y León reaparece después de un mes: “Estaba trabajando”
Juan Carlos Suárez-Quiñones reivindica la cuestionada labor de la Junta y su operativo tras la ola de incendios de agosto


El consejero de Medio Ambiente de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha reaparecido este martes en las Cortes tras 28 días de ausencia pública y una vez superada la crisis de incendios que ha arrasado 140.000 hectáreas en su comunidad y causado cuatro muertes. La última comparecencia del alto cargo fue el 12 de agosto para anunciar que un voluntario “integrado en el dispositivo” había fallecido en Quintana y Congosto (León). El también presidente de la gestora que dirige al PP de León, la provincia más castigada por las llamas, ha respondido a varias preguntas y críticas de la oposición para defender el operativo contra incendios de la comunidad. Quiñones ha seguido la línea de su presidente autonómico, Alfonso Fernández Mañueco (PP), de achacar a la meteorología y a la ola de calor la voracidad con la que se expandió el fuego. “No estaba escondido, estaba trabajando”, ha esgrimido contra las quejas sobre su ausencia.
La primera crítica la ha formulado el ex vicepresidente Francisco Igea contra Mañueco, cuando el presidente ha respaldado a su consejero: “Usted es el máximo responsable. ¿En qué empresa privada se mantendría a un ejecutivo con ese bagaje? Usted y Quiñones son uña y mugre”, ha remachado. La primera intervención del consejero ha sido breve cuando se le ha acusado de ineficaz: “Lo primero es expresar mi dolor, frustración y consternación por los fallecidos en los terribles incendios. Entre todos no hemos podido obtener un mejor resultado en un episodio excepcional que nos obliga a trabajar para ser más eficaces”. Después, se ha dedicado a enumerar datos del despliegue y negar más responsabilidades sobre los hechos.
La socialista Nuria Rubio le ha instado a dimitir afeándole que “es responsable de toda esta desgracia”, achacándole una falta de medios que Quiñones ha desmentido presumiendo un “despliegue sin precedentes”, reforzado por el Estado u otras Administraciones. En esa “causalidad” de enormes fuegos hay dos factores, ha detallado, apuntando como Mañueco a los incendios simultáneos y a temperaturas altas, si bien la Junta manejaba informes alertando de ese contexto peligroso. Quiñones ha alegado que eran incendios “inextinguibles” y “no se pudo conseguir un mejor resultado, nos queda compartir la experiencia y trabajar para conseguir una mejor situación”. La oposición ha cargado contra él y contra el responsable de gestión forestal, José Ángel Arranz, y reprendido a Mañueco por ausentarse de la visita de Pedro Sánchez a Zamora.
“No estaba escondido, estaba trabajando”, se ha justificado el jefe de Medio Ambiente ante los múltiples recordatorios de sus 28 días lejos de los focos y ha denostado el “electoralismo” de sus oponentes a apenas seis meses de las elecciones territoriales. El también responsable del PP de León ha enumerado los elementos de un “dispositivo coordinado”, despejado los clamores por su dimisión y repetido varias veces la coletilla “entre todos”, pese a tratarse de una competencia autonómica.
La Junta reclamó recursos al Gobierno pese a mantener parados medios propios, así como varios refuerzos estatales cuando se les remitieron. Quiñones ha tildado incluso de “potentes” sus políticas forestales. El procurador de Podemos, Pablo Fernández, le ha preguntado si dimitirá y ha obtenido un: “La responsabilidad que vamos a tomar es el trabajo y no el abandono ni la huida”, a lo cual Fernández le ha dedicado una advertencia: “Es un cadáver político que va a arrastrar al PP”.
El PP, en minoría parlamentaria, ha visto cómo el inicio del curso político se ha centrado en la crisis de incendios sufrida en agosto con 17 preguntas parlamentarias sobre ello. La semana pasada Mañueco atendió a un Pleno monográfico, forzado por la oposición, y apeló al factor meteorológico como causante del caos, aunque tanto los bomberos como sus rivales políticos insisten en que la Junta carece de los medios ni condiciones adecuadas para reaccionar. Mañueco, tras unas primeras respuestas a cuestiones dirigidas a él este martes, ha abandonado el hemiciclo. Más allá del fuego, también se ha preguntado en el Pleno por una investigación de Eldiario.es sobre los favores de Quiñones a una empresa donde trabaja su hijo. Ni el consejero ni el dirigente han contestado.
Quiñones pronunció sus últimas palabras públicas el 12 de agosto por la noche. Desde entonces estuvo tan implicado en el operativo, según anunciaba la propia Junta, que no podía atender a los medios o actualizar la situación. Así lo ha sostenido este martes: “No estaba escondido, estaba trabajando”. Quiñones, desde el principio de la crisis, fue muy criticado por ausentarse el día 10, con graves focos activos, por hallarse de evento en Gijón y atribuir la ausencia a que “Tenemos la mala costumbre de comer”. Esta desaparición de su consejero provocó que Mañueco tuviera que dar varias ruedas de prensa, donde fue cambiando su versión. Primero presumió de su capacidad para contener el reto, para luego reclamar más medios al Estado e incriminar a la ola de calor.
El titular de Medio Ambiente asistió en silencio a la explicación de Mañueco en las Cortes la semana pasada y no formó parte de la comitiva de cargos provinciales y autonómicos del PP que arropó al dirigente en su entrada el hemiciclo, al que Quiñones accedió en solitario. Pese a este revuelo parlamentario, las Cortes no albergarán una comisión de investigación, como trataron varios grupos de la oposición, excepto Vox y PP. La extrema derecha y Podemos han presentado sendas denuncias ante la Fiscalía para dilucidar, de admitirse, si hay responsabilidades penales sobre la gestión del fuego.
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