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Leire Díez se defiende en el Senado: “Prefiero ser fontanera que ‘cloaquera”

La exmilitante socialista comparece en la Cámara para hablar del ‘caso Koldo’ alta a petición del PP

Leire Díez, este lunes, durante su comparecencia en la comisión de investigación del caso Koldo, en el Senado.Foto: J.J. Guillén (EFE) | Vídeo: EPV (EUROPA PRESS)

Los senadores del PP están sorprendidos. Leire Diez ha acudido este lunes en el Senado diez minutos antes del inicio de su comparecencia. Antes, eso sí, ha concedido una entrevista al Programa de Ana Rosa de Telecinco. La exmilitante del PSOE, conocida por los medios de comunicación como “la fontanera socialista”, saltó del anonimato a la opinión pública el pasado mayo por ofrecer supuestos tratos de favor de la Administración a empresarios y abogados a cambio de información negativa sobre altos mandos de la Guardia Civil.

Ahora está siendo investigada en un juzgado de Madrid por delitos de cohecho y tráfico de influencias. A partir de ahí, inició una gira por los platós de televisión para hablar de las cloacas del Estado. Su imagen se multiplicó de golpe. Días después, ella misma alquiló una sala enorme de un céntrico hotel de Madrid para dar una comparecencia pública. Duró siete minutos por la presencia sorpresa del empresario investigado en varias causas judiciales, Víctor de Aldama, que la insultó y amenazó delante de todos. El salón acabó con botellas de cristal rotas, empujones y gritos. Fue un esperpento.

Díez se fue de gira otra vez por los platós de televisión. Ahora, ha acudido al Senado sola, a petición de los populares, para iniciar el nuevo curso político en una comisión de investigación que se inició en febrero 2024. El objetivo del PP era indagar en los contratos públicos de mascarillas fraudulentas que las administraciones públicas compraron durante la pandemia, pero han acabado añadiendo también a los investigados en el caso Koldo y hasta a la propia Díez, que es la compareciente número 77. Y no tiene pinta de ser la última. Ni de terminar tampoco en este curso.

Rueda de prensa de Leire Díez en el hotel Novotel de Madrid en la que Víctor de Aldama apareció al final de la intervención, el pasado junio.

Los emisarios de Alberto Núñez Feijóo se han levantado inmediatamente al ver a Díez entrar por la puerta de la comisión ―como si fuera el inicio de una misa— pero al ver que Díez no se sentaba —ha llegado más pronto de lo habitual y ha permanecido de pie o dando paseos ante un buen puñado de fotógrafos— uno de ellos ha preguntado al resto:

—¿Pensáis estar de pie todo el rato?

Y se han sentado. La homilía de Díez ha comenzado minutos después. No solo ha hablado, sino que prácticamente no se ha callado en casi dos horas. Se ha autodenominado “periodista de investigación”. Ha anunciado que sacará un libro con sus trabajos. Que incluso puede que sean dos. O tres, ante la cantidad de información que acumula. “Tengo dos millones de documentos y 10.000 audios”, ha dicho. “Hay un editor”, ha contado, sin precisar cuál. La previsión es que el primer tomo de esta futura saga de investigación se publique a finales de este año.

Díez ha hablado varias veces de ella en tercera persona. A preguntas de los portavoces de los grupos políticos, ha dicho que no conocía mucho al exministro José Luis Ábalos, tampoco a su principal asesor, Koldo García, ni al ex secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. “No tenía ni relación política ni personal con él”. Díez es licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad del País Vasco. Ha sido concejal del PSOE en un pueblo de Cantabria. Ha trabajado para el expolítico socialista Gaspar Zarrías. También en Correos, que ha levantado la curiosidad de la senadora de Unión del Pueblo Navarro:

–¿Nadie del PSOE le ofreció ese puesto?

—No.

—¿Le han pagado algún trabajo?

—Cuando estuve como responsable de comunicación en el PSOE de Cantabria en 2008.

—¿Por qué no quiere que le llamen fontanera?

—Porque soy periodista, no fontanera.

Díez ha dicho que su trabajo de investigación cuenta también con víctimas del PP, como el expresidente madrileño Ignacio González o el exministro Eduardo Zaplana. “En este trabajo se verán afectadas las personas que se vean afectadas. Me hacen mucha gracia que me vinculen al PSOE [ella misma era militante hasta que el PSOE la suspendió el pasado junio]”, ha dicho. Su investigación dice que tiene que ver con el mal funcionamiento de las instituciones y de algunos trabajadores públicos durante un periodo de tiempo.

De hecho, es muy fácil perderse cuando habla. Cita continuamente a fiscales, comandantes, comisarios, políticos, jueces, periodistas, abogados. La tesis de Díez es que existe una conexión entre todos ellos. Que se han llegado a fabricar pruebas falsas contra ciudadanos inocentes. “Les puedo mostrar cómo hay periodistas que no solo hacían esto, sino que hacían algo peor. Sus investigaciones forman parte de los atestados judiciales. De esta campaña me ha llamado la atención los mismos medios, los mismos periodistas, de los que tenemos decenas de anotaciones, apuntes y pruebas que participaron en la misma forma de hacer que ahora. Hacen una noticia utilizando una información falsa, cierta, lo que sea. De ellas, salen denuncias y procedimientos con mucho tiempo de desarrollo. Y sobre eso, tenemos decenas de pruebas”.

—Viene de salvadora…

—No, no vengo de salvadora.

Díez alega que, como periodista, protege a sus fuentes. “No voy a hablar de todas las personas con las que me he reunido”. Respecto a la noticia que la vinculaba a buscar información sobre un comandante de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, ha dicho que tiene derecho a saber esa información. No ha contestado a la pregunta de por qué fue a la sede del PSOE con esos documentos y no a la fiscalía:

—Que hubo una cloaca, sí. Que la hay ahora, no lo sé.

Díez ha mencionado el caso Kitchen, una investigación que indaga al excomisario policial José Villarejo, al por entonces número dos de la policía en la época de Mariano Rajoy y al antiguo chófer del extesorero del PP, Luis Bárcenas, por una presunta operación del Ministerio del Interior para sustraer información sensible al extesorero.

La exmilitante socialista ha dicho que no conoce a Pedro Sánchez. Que no ha hablado ni una sola palabra con él. “Yo recababa información sobre organismos del Estado en una determinada época”. El senador del PSOE apenas ha cuestionado a la exmilitante, si no, más bien, ha recordado al PP que hay que cuidar las formas en las comisiones. Es más, ha pedido que se abra una comisión en el Senado sobre los incendios del verano y otra sobre el caso de Cristóbal Montoro. No tiene pinta de que salga adelante.

El momento más tenso de Díaz ha sido con los populares. El senador Alejo Miranda de Larra ha provocado la subida del tono de la compareciente con un cuestionario más propio de un policía judicial que de un político. De hecho, ha recibido varios avisos del presidente de la comisión, que es del PP. “No he extorsionado a nadie en mi vida”, ha dicho Díez a De Larra. “De las cosas que he estado investigado sí había extorsiones”.

–¿Alguno de los miembros de esta comisión es objeto de alguna de sus investigaciones?

–No les conozco.

–¿No lo puede negar?

–¡Lo niego!

–¿De esta comisión y las demás?

–¡Pero no sé quiénes están, pero qué pregunta es esta!

–Señor presidente, solicito amparo si ocurre. Si es así, tendrá que venir.

—Me parece bien.

–¿Alguna vez ha publicado una investigación?

–No.

Díez ha dicho que los audios que tiene se obtuvieron de manera legal, pero no ha querido contar cómo los ha conseguido. “Puedo proteger a mis fuentes. Voy a preservar a las fuentes. Investigar no es atacar [...] Prefiero ser fontanera, que mantiene el agua limpia y clara, que cloaquera”. Al terminar, eso sí, ha insistido:

–Soy periodista. Pe-rio-dista.

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