Localizado un “plan de blanqueo” de 14 millones en el despacho del jefe policial que emparedó una fortuna en su casa
Los investigadores ahondan en la compleja trama urdida por el agente para lavar la ingente cantidad de dinero que obtenía por su presunta colaboración con una banda dedicada a la importación de cocaína

Los investigadores encontraron en el despacho de Óscar Sánchez, el inspector jefe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional detenido en noviembre por su relación con el narcotráfico, un presunto “plan de blanqueo” muy detallado para reintroducir al menos 14 millones de euros en el mercado legal a través de criptomonedas, según consta en un informe incorporado al sumario abierto por la Audiencia Nacional, al que tuvo acceso EL PAÍS. Este documento, que incluye referencias a países como Panamá (donde se le atribuyen dos sociedades controladas a través de un “testaferro”) y anotaciones a mano (con nombres de otros sospechosos y una empresa salpicada por la trama), evidencia la estratosférica cantidad de dinero que movía presuntamente el agente corrupto, imputado por colaborar con un grupo especializado en el transporte de cocaína desde Sudamérica.
Este nuevo “indicio” se suma a la batería de pruebas que la Unidad de Asuntos Internos (UAI) acumula contra el jefe de la UDEF. Los investigadores, que sostienen que Sánchez daba chivatazos a los narcos valiéndose de la información que conocía gracias a su cargo, ya le intervinieron 20 millones de euros en metálico cuando lo capturaron junto a su pareja, Noelia Ruiz, también policía: 18,9 millones se encontraban escondidos en su propia casa (varios de ellos, emparedados) y otro millón en un armario de su despacho en la Jefatura Superior de la Policía Nacional de Madrid. Pero, en opinión de los agentes, esa es solo una parte de la fortuna que amasó gracias a su cooperación con la organización criminal durante años. Los agentes mantienen que, además, ejecutó varias “estrategias” para el lavado de los fondos, como la compra de criptoactivos a través de terceras personas y empresas. Y para todo ello, además, se valía de una maraña societaria nacional e internacional.
En esa línea, como reveló EL PAÍS, se encontró en el despacho del jefe policial una libreta con apuntes sobre el supuesto “entramado empresarial internacional” utilizado por Sánchez para canalizar parte del dinero y blanquearlo. Y también en ese registro, según consta en un informe del sumario, los agentes hallaron otro documento de gran importancia para reforzar las imputaciones: “Un plan de blanqueo, en el que consta que se habría hecho entrega de 14 millones de euros que habría sido cambiado al criptoactivo USDT”. En este documento se aprecian anotaciones a mano con los nombres de Antonio A. P., Daniel S. V., José Antonio P. C. y la empresa Kunga Inversiones S. L. Las pesquisas detallan que el grupo usó presuntamente esta compañía para “retornar fondos” al circuito legal a través de un contrato de crédito y para ese “plan de blanqueo” de 14 millones de euros.
“También se pudo localizar un documento que se refería a cantidades recibidas, entregadas y pendientes de blanquear”, prosiguen los investigadores en un informe, donde añaden que estas cantidades anotadas “coinciden” con los montantes que los imputados mencionaban en las conversaciones que mantenían, que fueron interceptadas por los agentes. “La investigación hasta el momento llevada a cabo también ha permitido constatar que Kunga ha transferido, así mismo, fondos a empresas controladas por la organización criminal, como es el caso de la mercantil Dusseldorf Trans Car S. L., a la que se comprometió a prestarle 310.000 euros, contrato que fue localizado en el terminal móvil de Óscar Sánchez”, añade el magistrado Francisco de Jorge, que dirige las pesquisas desde el Juzgado Central de Instrucción Número 1 de la Audiencia Nacional.
El administrador de Kunga, Albert S. C., contó a la Policía que esta empresa se dedica al “cambio de moneda fiduciaria por moneda virtual”. Contactada por EL PAÍS, la compañía niega su implicación en la operativa ilegal, asegura que cumplió con la normativa y que el sistema diseñado por la trama era tan complejo que “era muy difícil para nosotros saber la procedencia ilícita de los fondos”. “No había indicios de blanqueo”, afirma su administrador al referirse a las operaciones que se ejecutaron.
Albert S. C. relató también a la Policía que Antonio A. P., un “cliente” que le ha traído otros “clientes”, le llegó a decir en una ocasión que “se iban a reunir” a principios del pasado noviembre “con un comisario, llamado Óscar, en Madrid, que quería comprar unos 200 millones en moneda virtual, que entregarían en lotes de 10 millones, pero que finalmente no se llegó a presentar”, según consta en su acta de declaración. Según apostilló, esa cita se debía producir el día que Antonio A. P. fue arrestado.
Otro detenido, Joseph Elías E. H., relató a los investigadores que Óscar Sánchez “quería que colaborara con él en asuntos de blanqueo de capitales” y que, en una ocasión, “presenció cómo Óscar le entregaba una caja de cartón” a un tal “José Antonio”, que le dijo que contenía medio millón de euros.
Análisis del móvil
Los agentes también han hallado conversaciones de Óscar Sánchez con otro sospechoso, Fabián Andrés R. L., que le envía imágenes al jefe de la UDEF de “saldos muy elevados en dos direcciones de criptomoneda”. “Fabián Andrés R. L. recibiría efectivo que convertiría en criptomoneda USDT, enviándolos posteriormente a direcciones de criptoactivo controladas por Óscar y su entorno”, recalca una resolución firmada por el magistrado De Jorge. Asuntos Internos ha subrayado que esta compleja operativa —con varias capas de “ocultamiento”— tenía por objetivo “dificultar el rastreo de los fondos”. Por ejemplo, “una vez intercambiado el capital en criptoactivos, este pasa por varios monederos fríos y varios bancos”, afirman los investigadores.
Según recogen varios informes policiales, los agentes recalcan que Sánchez se valió de un abogado (Mario P. S.) para “coordinar” esa “estrategia” de lavado de fondos y se emplearon varias vías de blanqueo. Es más, tras la detención de Óscar Sánchez, los investigadores hicieron un primer “análisis preliminar” de su contenido y concluyeron: “[En este] no solo se han identificado operativas concretas de blanqueo de capitales, sino que se ha tenido acceso a dos diagramas en los que se detalla cómo se pretende blanquear tres millones de euros. Los destinatarios finales de esos fondos serían siete empresas que controla la organización criminal”.
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