El mayor parque de aventuras de España estará en Cuenca: tirolinas de tres kilómetros, bicis sobre cable y hotel de lujo

Un ejemplo de que la Feria Internacional de Turismo de Madrid (Fitur) sirve para mucho más que para pertrecharse de todo tipo de merchandising y para anotar posibles destinos vacacionales es el proyecto que una empresa portorriqueña última para instalar el que será su primer parque de ecoturismo en Europa. En esa feria se produjo, hace tres años, la primera toma de contacto entre responsables de Toroverde —una compañía portorriqueña especializada en parques temáticos de turismo activo— y miembros del Gobierno de Castilla-La Mancha. Tras meses de conversaciones y viajes al país caribeño, el proyecto llegó a buen puerto y la empresa eligió la provincia de Cuenca para levantar, a partir del próximo otoño, el que aspira a ser el parque de ecoturismo más grande de España y quizá del continente europeo. Las previsiones hablan de una cifra inicial de 250.000 visitantes al año y una inversión en seis años de 118 millones de euros.

Luis Noé, director de Operaciones de Toroverde en España, explica que la opción conquense fue ganando terreno, en perjuicio de otras como Canarias o Castilla y León, porque “ya existía una dinámica de turismo activo y de naturaleza con mucho potencial de desarrollo”. Cuenca es una de las provincias con mayor superficie arbórea del país y su capital, con 53.429 habitantes, está a mitad de camino de Madrid y Valencia, sus principales mercados turísticos.

La compañía recogió la mano tendida del Ejecutivo de Emiliano García-Page, que vio en el proyecto una oportunidad para impulsar la actividad económica y el empleo ligados al turismo en una zona calificada por el Comisionado para el Reto Demográfico de Castilla-La Mancha de extrema despoblación. Se esperan unos 900 empleos, a lo largo de seis años, vinculados a la construcción, y unos 300 una vez que el parqué esté plenamente operativo.

Todas las administraciones involucradas en el proyecto, especialmente el Gobierno regional y el Ayuntamiento de Cuenca, confían en que sea un revulsivo para el sector, como lo ha sido para Toledo el desembarco del parque francés Puy du Fou, con 1,5 millones de visitantes solo en 2024. Si en la capital castellanomanchega se apostó por un proyecto muy ligado al pasado histórico de la ciudad, en Cuenca la apuesta, sostiene Noé, “encaja totalmente con la identidad de esta provincia como destino de ecoturismo y aventura”.

La multinacional presentará en otoño el proyecto de singular interés, una herramienta administrativa que permite acortar y simplificar los trámites urbanísticos en proyectos considerados estratégicos. El director de Operaciones de Toroverde espera que las obras comiencen a inicios del 2026 y que la primera fase del parque pueda estar en marcha un año después.

Escasa oposición al proyecto

El complejo se asentará en la sierra de Bascuñana, a 15 kilómetros de la capital conquense, en una superficie de casi 1.000 hectáreas —repartida entre los términos municipales de Sotos, Mariana y Cuenca—, que incluye dos montes patrimoniales que la compañía ya utiliza en régimen de alquiler con opción a compra por 16.370 euros mensuales. El Consistorio conquense ya ha ingresado dos anualidades completas de un proyecto que apenas cuenta con oposición.

Solo Ecologistas en Acción de La Manchuela ha denunciado lo que considera “una privatización encubierta de un bien público” y una licitación hecha a medida de la empresa, “con un pliego de condiciones que solo podían cumplir los que, a la postre, han sido los adjudicatarios”, explica su portavoz, Toni Jorge. No hay ninguna ilegalidad, pero eso no es óbice, prosigue, para que las decisiones adoptadas sean “dudosamente éticas”. Sin un rechazo social significativo, el colectivo no se plantea acudir a los tribunales.

El parque contará con cuatro áreas diferenciadas. En Sotos se ubicará la zona de adrenalina, con dos supercables, varias tirolinas —una de ellas de casi tres kilómetros—, un recorrido de bici sobre cable, estaciones de tiro con arco o hacha, salto al vacío y zona de escalada, además de un canal de aguas tranquilas de 480 metros de longitud y cinco de ancho.

El área bautizada como La Villa centralizará el flujo de visitantes y la oferta gastronómica del parque, con hasta cuatro restaurantes, zona de tiendas, auditorio, centro de eventos y capilla, mientras que el Camino de los Descubrimientos, detalla Noé, ofrecerá paseos por la naturaleza “con experiencias enfocadas al disfrute de la naturaleza, la relajación y el bienestar”. El complejo también albergará un hotel de la cadena Nayara Resorts, especializada en hoteles de lujo en la naturaleza, con 70 habitaciones (240 en el desarrollo completo), piscina y jacuzzis en las terrazas.

Ecologistas en Acción reniega de un proyecto que se presenta “bajo el barniz del desarrollo y el freno a la despoblación” pero que, lamentan, apuesta por un modelo de ocio que “no es ni medianamente sostenible y que beneficia a grandes empresas multinacionales creando empleo precario, mal pagado y de temporada”. Su portavoz remarca el valor medioambiental del paraje elegido y augura “un derroche de recursos hídricos y energéticos”, ya que, según recoge el proyecto, el complejo se abastecerá de dos nuevos sondeos en la zona.

La compañía rechaza las críticas e insiste en su premisa, “menos es más”, para reducir los impactos tanto en los materiales empleados en la construcción como en los accesos. “El parque estará cuidadosamente integrado en el entorno”, defiende Noé, que explica que reducirá su huella gracias a las energías renovables y al “tratamiento íntegro del ciclo de agua dentro del complejo”.

Diversificar el turismo

El alcalde de Cuenca, el socialista Darío Dolz, asegura a EL PAÍS que el proyecto, como cualquier otro, tendrá que cumplir los parámetros medioambientales pertinentes, pasando por los análisis y estudios que sean necesarios. El regidor añade que las acusaciones de los ecologistas parten, además, de una falsedad, puesto que la sierra de Tondos no es un monte público, sino patrimonial.

“Si fuera público no podría arrendarse”, señala al recordar que los propios ecologistas han reconocido que “todo está dentro la legalidad”. E insiste: “Los pliegos son claros marcando esta finalidad e indicando que el arrendamiento de los montes se revertiría si no se destina a ello”. Dolz cree que el parque marcará un hito no solo en la ciudad o en su entorno, sino en toda la provincia, que ayudará a diversificar el turismo y a fijar y atraer población. “Es un proyecto absolutamente transformador”, enfatiza.

La inversión cuenta con todas las bendiciones del Gobierno regional. En su puesta de largo, en septiembre de 2022, el presidente de Castilla-La Mancha la definió como “un anticipo” de la Lotería de Navidad. “Este tipo de proyectos son los que se necesitan”, afirmó García-Page. El Ejecutivo autonómico realiza una labor de acompañamiento administrativo permanente y las reuniones con responsables de la compañía para avanzar en la definición técnica del proyecto y dar el último empujón son frecuentes.

El vicepresidente primero de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro, recuerda los incentivos fiscales que ofrecen a los proyectos que se instalan en zonas rurales y el “clima de estabilidad social y política” que, afirma, disfruta la comunidad y que ha hecho que lidere el ranking de confianza empresarial a nivel nacional. “Somos una región con certidumbre para invertir”, zanja.