Otro exdiputado del PP confiesa su implicación en el mayor pelotazo de la trama Gürtel

Puesto ya contra las cuerdas, el exdiputado regional Benjamín Martín Vasco (PP) ha claudicado. Este lunes, durante el juicio que acoge la Audiencia Nacional por el desembarco de la trama Gürtel en Arganda del Rey (Madrid), el antiguo alto cargo popular ha confesado su implicación y ha descrito cómo los responsables municipales entregaron el Consistorio de la localidad a la red corrupta, liderada por Francisco Correa. “Este se comportaba como un amo y propietario del Ayuntamiento de Arganda”, ha subrayado ante el tribunal. Martín Vasco, que fue concejal del municipio y consejero delegado de su Sociedad de Fomento, ha admitido igualmente que se vendió a cambio de entregas de dinero en efectivo y regalos.

Benjamín Martín Vasco, a quien el PP aupó a cargos destacados de la Asamblea de Madrid en época de Esperanza Aguirre, ha detallado que mantuvo una relación personal con Correa, a quien benefició con adjudicaciones para sus empresas. También ha dicho que actuó para que otras compañías —a favor de las cuales intermediaba la trama— resultaran beneficiarias de contratos. Y, además de recordar cómo daban órdenes a los técnicos para cometer las irregularidades, ha concluido que, en definitiva, él y el alcalde del municipio, Ginés López, crearon una especie de “Ayuntamiento paralelo”, para evitar cualquier “control” y “fiscalización”. Para ello, utilizaban la Sociedad de Fomento.

El juicio sobre el desembarco de la trama Gürtel en Arganda del Rey (Madrid), donde la red corrupta dio su mayor pelotazo y se embolsó una comisión de 25 millones de euros, ha comenzado este lunes con casi una veintena de acusados confesos. La inmensa mayoría de los procesados que se han sentado en el banquillo —todos menos uno— han admitido las imputaciones que les atribuye la Fiscalía Anticorrupción, que ha cerrado acuerdos con ellos para que reconozcan los delitos a cambio de importantes rebajas de penas. Solo Luis Bremond, funcionario del Ayuntamiento y asesor jurídico, ha rechazado un pacto. Como avanzó EL PAÍS, sí lo han aceptado, entre otros, Francisco Correa, el cabecilla de la Gürtel; Pablo Crespo, antiguo número dos de la trama; Fernando Martín, expresidente de la promotora Martinsa y del Real Madrid; y Ginés López, exalcalde del PP en el municipio.

A ese listado de arrepentidos se ha sumado Benjamín Martín Vasco a última hora. El pasado 16 de febrero envió un escrito de confesión al tribunal —después de que los principales procesados por la trama ya lo hubieran hecho antes, implicándolo a él—. Josefa Aguado, jefa de Deportes de la Sociedad de Fomento de Arganda y exdiputada en la Asamblea regional, remitió igualmente a la Audiencia un documento donde admitía los delitos. Y también han reconocido los hechos, entre otros, el propio hermano de Martín Vasco, que participó en una operación para tratar de eludir un embargo; César Martín Tomás Morales, alias El Santo, ex consejero delegado de la Empresa Municipal del Suelo y la Vivienda de Boadilla del Monte; Amando Mayo, un asesor financiero conocido de Fernando Martín; el empresario Alfonso García Pozuelo, expresidente de Constructora Hispánica; varios técnicos municipales de Arganda; y trabajadores del grupo de empresas de Correa (como su asesor fiscal José Ramón Blanco Balín).

Señalado por todos

La cúpula de Gürtel ha señalado sin paliativos a Benjamín Martín Vasco. Francisco Correa ha destacado que mantenía con él una estrecha relación y que se reunían habitualmente. El empresario le pedía más adjudicaciones: “Yo, incluso, tenía problemas con ellos porque quería más trabajos, pero ellos repartían con otras empresas”, ha ironizado el cabecilla de la trama, que ha añadido que, “a medida” que les otorgaban concesiones, hacían “regalos” —como entregas en efectivo y el pago de “viajes”— al responsable de la Sociedad de Fomento y al entonces alcalde, Ginés López. “Yo solía ser generoso con ellos”. Pablo Crespo lo ha confirmado: “Correa mantenía relación con Benjamín o Ginés”.

“Reconozco que fui uno de los cargos públicos y políticos del Ayuntamiento de Arganda que favoreció la contratación pública, tanto de empresas del grupo Correa como de empresa relacionadas con Francisco Correa”, ha admitido también Benjamín Martín Vasco en el escrito enviado a la Audiencia Nacional antes del juicio. “Percibí por ello, entre 2000 y 2008, comisiones (unas en metálico y otras en especie) hasta hacer un total de 363.295,63 euros”, ha reconocido. Según ha detallado el exdiputado popular, le entregaron en metálico 242.000 euros. “En cuanto a los pagos en especie, principalmente fueron viajes que hice con mi mujer, [como] el viaje de novios por importe de 17.389 euros, que obviamente no pagué”, remacha en el documento de confesión, al que tuvo acceso EL PAÍS.

Este escrito sigue así: “Mi boda fue el nueve de julio de 2004 y a ella asistieron Francisco Correa, Pablo Crespo e Isabel Jordán, así como otros empleados de sus empresas que estaban montando la escenografía, la iluminación, moqueta, mobiliario y grupo electrógeno para la celebración de la boda, que tampoco aboné [...] También fui obsequiado en julio de 2004 y abril de 2005 con sendos relojes que adquirí en la joyería Suárez de Madrid por valor de 13.975 euros, importe que tampoco aboné”.

El gran pelotazo

Martín Vasco también se implicó en las irregularidades que rodean al proyecto UE-124, el gran plan de desarrollo urbanístico de Arganda del Rey, que se adjudicó a Martinsa gracias a la intermediación de Correa ante las autoridades locales del PP. Este extremo lo han confirmado todos los que participaron en esas negociaciones: el propio presidente de la constructora, Francisco Martín; el cabecilla de la trama y su número dos; y el exalcalde y el ex consejero delegado de la Sociedad de Fomento. “Mantuve diversas reuniones con Fernando Martín para tratar el expediente del concurso, algunas incluso antes de que el PP ganara las elecciones municipales en mayo de 2003″, expone Martín Vasco en su confesión.

Este pelotazo, que permitió a la trama repartirse una comisión de 25 millones de euros, comenzó a gestarse entre finales de 2003 y 2004. Correa cuenta que el fallecido empresario Pedro Pérez, conocido del expresidente de Martinsa, le contactó para informarle del interés de la promotora por ese plan urbanístico. El cabecilla de la Gürtel acudió entonces a Benjamín Martín, que le confirmó que se iba a poner en marcha ese proyecto. A partir de ese momento, se pusieron a “trabajar” para construir ese “lobby de presión” para lograr la adjudicación. El líder de la red corrupta ejerció de intermediario: por un lado, se reunió con Fernando Martín para concretar el tamaño de la mordida y cómo se cobraría; y, por otra parte, con las autoridades municipales. “Me reunía normalmente con Benjamín, pero también con Ginés. Pero, respecto a este proyecto, quien lo pilotaba era Benjamín”, ha detallado Correa en su declaración de este lunes.

En el documento enviado a la Audiencia Nacional, Benjamín Martín confirma esas irregularidades: “Se pactó secretamente que, cuando Martinsa resultara adjudicataria, se tramitarían y aprobarían desde el Ayuntamiento las modificaciones urbanísticas (convenio urbanístico y Plan Parcial) que incrementarían de manera significativa el número máximo de viviendas que se permitiría construir en dicho ámbito, de manera que Martinsa pudiera aprovechar toda la edificabilidad de la UE-124”, añade. “Participé en el acuerdo previo entre Ginés López, Francisco Correa y Fernando Martín para incrementar de forma significativa el número de viviendas”, remacha el escrito.

Correa ha especificado este lunes que pagaron dinero en efectivo a Benjamín Martín Vasco y a Ginés López por ayudarles con esa operación. En concreto, el cabecilla de Gürtel ha recordado que dio 400.000 euros al padre del exalcalde, porque el regidor “no quería aceptarlo”.

—¿Se lo devolvieron? —ha preguntado la fiscal.

—No.

La primera sesión del juicio ha acabado sobre las 14.10 de este lunes, tras las declaraciones de los primeros 13 acusados que han admitido los delitos. La vista oral seguirá este martes con los interrogatorios al resto.