El exalcalde del PP de Arganda pide “perdón” por su implicación en Gürtel para evitar la entrada en la cárcel

La vista oral sobre el gran pelotazo de la trama Gürtel en Arganda del Rey (Madrid), que la Audiencia Nacional prevé enjuiciar desde este lunes, arrancará con las confesiones de los principales implicados sobre la mesa. Al escrito de reconocimiento de delitos que ha presentado Fernando Martín, expresidente de Martinsa y del Real Madrid, se suman sendos documentos remitidos al tribunal por el entonces alcalde de la localidad, Ginés López (PP), y por el cabecilla de la red corrupta, Francisco Correa, para admitir igualmente las imputaciones de la Fiscalía Anticorrupción. Los relatos de los tres encajan como las piezas de un puzle y dibujan un escenario de amiguismo y corrupción a tres bandas en la localidad madrileña, donde Correa recibía contratos e intermediaba para amañar adjudicaciones gracias a sus relaciones con miembros del partido conservador, a quienes regaba con regalos y dinero.

En su escrito, firmado este 5 de febrero y al que tuvo acceso EL PAÍS, el exalcalde Ginés López pide “perdón” y detalla que conoció al cabecilla de la Gürtel en 1994, cuando aún era concejal de la oposición y faltaba un año para que asumiera el bastón de mando del Ayuntamiento. Ambos tejieron una relación de “amistad” (acudieron a sus “respectivas bodas”) y, a partir de 1998, las empresas de Correa comenzaron a “tomarse en consideración” para “diversas contrataciones”. En 1999, el PP salió del Gobierno de Arganda, pero López recuperó el poder en 2003. Y, según cuenta, se desataron las ilegalidades.

“Como consecuencia de mi relación con Correa, este fue beneficiario de los contratos que constan en las actuaciones y, fruto de ello, me ofreció y acepté las entregas en efectivo y regalos”, asume el exalcalde popular, que describe varias concesiones a las compañías de la trama. Por ejemplo, según enumera, se les adjudicaron “eventos que anualmente organizaba el Ayuntamiento”, como las “olimpiadas escolares o las galas del deporte”. “También fueron adjudicatarias de servicios puntuales como el stand del Ayuntamiento en la feria Ficar o la promoción en el municipio del festival Rock in Rio”, apostilla.

En esta línea, Ginés López implica a Benjamín Martín Vasco, quien fuera concejal de contratación del Consistorio, consejero delegado de la Sociedad de Fomento local y diputado autonómico del PP. “Ambos, de común acuerdo, decidimos beneficiar a las empresas de Correa para la adjudicación de este tipo de contratos por nuestra relación personal con él. Yo como alcalde no participaba directamente en la gestión diaria de los expedientes administrativos y de contratación, siendo Benjamín Martín como responsable quien ejecutó las órdenes necesarias a los técnicos”, añade el exregidor. La Audiencia también envió al banquillo a Benjamín Martín por esta causa.

Con este movimiento, Ginés López busca cerrar un pacto con la Fiscalía —que había pedido 17 años de cárcel para él— y evitar su entrada en prisión. El exdirigente del PP admite cinco delitos: prevaricación, fraude a las Administraciones Públicas, cohecho, falsedad documental y malversación. Su defensa solicita que se le apliquen los atenuantes de confesión, de dilaciones indebidas y de reparación del daño. Y, en esa línea, pide que se le condene a solo cuatro años de inhabilitación; a un total de cinco años y siete meses de cárcel (aunque ninguna de las penas por separado para cada uno de los delitos supera los dos años); y al pago de una multa de 22.500 euros.

En esta línea, su abogado solicita que se suspenda su entrada en la cárcel al “concurrir” los requisitos excepcionales previstos en el Código Penal (ninguna de las penas por separado supera los dos años de reclusión) y al haber abonado ya 270.000 como responsabilidad civil. “Pido perdón y muestro mi arrepentimiento por cuantos perjuicios haya podido causar en el ejercicio de mis responsabilidades en el Ayuntamiento de Arganda del Rey”, concluye Ginés López.

La carta de Correa

Correa se ha sumado a los acusados confesos. El cabecilla de la trama, que acumula condenas por más de 100 años de cárcel por otras líneas de investigación del caso Gürtel y para quien la Fiscalía pedía otros 29 años de prisión por la parte centrada en Arganda, ha remitido un manuscrito a la Audiencia Nacional para demostrar su “reconocimiento” de los hechos. “Transcurridos 20 años, voy a tratar de ser lo más preciso posible, dentro de la dificultad que por razones obvias la memoria y la capacidad de recordar el tiempo pasado es muy limitada [sic]”, arranca su carta de tres páginas, fechada el pasado 27 de enero.

Como ya hizo antes con motivo de otros juicios para obtener beneficios penitenciarios, Correa admite irregularidades en su relación con este Ayuntamiento. En su escrito, detalla que recibió comisiones de un “2% o 3%” de las empresas Teconsa y Constructora Hispánica por la “adjudicación de alguna obra civil”. Además, subraya que la Administración local concedió numerosos trabajos a sus compañías, como “eventos, viajes, feria, gala del deporte, comunicación, etcétera”. “La mecánica operativa, así como el contacto con los funcionarios, los mantenían Isabel Jordán y Pablo Crespo”. Este último, número dos de la red corrupta, también ha admitido su implicación en otro escrito.

En su confesión, el exalcalde Ginés López confirma esa dinámica. Jordán, empleada de la trama, se “reunía” con altos cargos del Ayuntamiento para “organizar la contratación de los servicios”. “Isabel Jordán presentaba tres ofertas a los técnicos de tres empresas diferentes del grupo [Correa], adjudicándose el contrato a la oferta más ventajosa”, subraya el exregidor, que respalda la versión de las concesiones irregulares a Teconsa y Constructora Hispánica, mediante la intermediación de la red corrupta: “Como consecuencia de la ejecución de estas obras, se produjo en ambos casos una importante desviación presupuestaria, no pudiendo precisar su cuantía”.

Respecto al proyecto urbanístico adjudicado a la constructora Martinsa, Correa rememora cómo se gestó ese turbio negocio. Según cuenta, se reunió con Benjamín Martín Vasco, entonces consejero delegado de la Sociedad de Fomento de la localidad y exdiputado autonómico del PP, que le “confirmó el nuevo plan de desarrollo urbanístico de Arganda”. “De inmediato, le comenté que la empresa Martinsa mostraba gran interés en el mismo y, a partir de ahí, iniciamos las conversaciones con Fernando Martín y Pedro Pérez”.

La carta del cabecilla de Gürtel sigue así: “Creo recordar que [el plan] se aprobó por todos los representantes de los partidos políticos por unanimidad. Al margen de todo, era sin duda ninguna el mejor proyecto. El porcentaje de comisión que percibí en concepto de mediación y lobby, lo negocié con Fernando Martín en base al número de viviendas a construir en el nuevo plan urbanístico”. El presidente de Martinsa también lo ha reconocido en otro escrito. Y Correa apostilla: “Una vez cerrada la operación, sentí la obligación de compartir parte de mi beneficio con Ginés y Benjamín”.

El exalcalde de Arganda añade: “En la negociación que mantuve con Martinsa del convenio urbanístico y del Plan Parcial se produjo un incremento significativo en el número máximo permitido de viviendas a construir en el ámbito, que no puedo precisar el número pues no lo recuerdo, con la finalidad de que Martinsa pudiera aprovechar toda la edificabilidad de la unidad de ejecución [...] Accedí a incrementar el número de viviendas beneficiando de este modo el resultado económico de la operación urbanística para Martinsa, desconociendo si Correa participó de los citados beneficios mediante comisión o contraprestación alguna; sí el Ayuntamiento, por cuanto que se mejoraron las contraprestaciones que al mismo debía abonar la citada empresa”.