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El correveidile entre Correa y El Albondiguilla: “Me decían: ‘Esto viene del presidente del PP”

Martín Morales, juzgado por los negocios de Gürtel en Boadilla, detalla cómo participó en el uso de mordidas para el partido

A la izquierda, Cesar Tomás Martín Morales, exgerente de la EMSV de Boadilla del Monte, a su llegada a la Audiencia Nacional el pasado martes.Vídeo: KIKE PARA/ EFE
J. J. Gálvez

César Tomás Martín Morales, alias El Santo, jugó un papel clave en el desembarco de la trama Gürtel en Boadilla del Monte. Este empresario y abogado no solo facilitó los sucios negocios de la trama desde la Empresa Municipal de Suelo y Vivienda (EMSV), al frente de la cual lo situó el alcalde Arturo González Panero, El Albondiguilla; sino que se llegó a convertir en el intermediario entre Francisco Correa y el regidor cuando la relación entre ambos se rompió. Ejercía de “correveidile”, como Martín Morales se ha definido este jueves, durante su interrogatorio como acusado en la Audiencia Nacional. Una cita que ha aprovechado para admitir su implicación en la red corrupta y para relatar lo que vio y escuchó desde su posición privilegiada, incluido el desvío de dinero de mordidas para pagar campañas del PP: “Correa me decía: ‘[La orden] viene del presidente del partido”.

El tercer gran juicio al PP por Gürtel, que arrancó esta semana, ha continuado este jueves con la declaración de más acusados. Tras los interrogatorios el miércoles a los principales cabecillas de la red corrupta, la vista ha proseguido con los testimonios de Martín Morales; el exdiputado popular Alfonso Bosch Tejedor; el empresario Jacobo Gordon (socio de Alejandro Agag, yerno del expresidente José María Aznar); el asesor fiscal de la trama, José Ramón Blanco Balín; el arquitecto Antonio de Miguel, técnico de la EMSV; y los constructores y directivos José Luis Martínez Parra, José Luis Ulibarri, Alfonso García-Pozuelo y Rafael Martínez Moliner. Todos ellos han mantenido la misma línea que avanzaron en la fase de cuestiones previas, cuando sus defensas adelantaron que admitían los hechos que les imputaba la Fiscalía Anticorrupción. En aquella sesión, celebrada el martes, confesaron 17 de las 24 personas que se sientan en el banquillo.

“Correa era el que al final decidía absolutamente todo de todos”, ha incidido Martín Morales, exgerente de la EMSV: “Si se me permite el símil, Correa era el entrenador y usaba a las personas a su libre arbitrio. Él decidía todo: cuál era la empresa, dónde proponía la adjudicación, en qué Ayuntamiento, cuánto cobraba, cuánto repartía”. Según el ministerio público, la trama usó sus contactos en el PP para adentrarse en la Administración local de Boadilla con el beneplácito de González Panero, desde donde se manipularon contratos públicos para otorgar obras a empresas que les pagaban mordidas. Parte de ese dinero se usó presuntamente para costear gastos electorales del partido, que se sienta en el banquillo acusado como partícipe a título lucrativo.

En esa línea ya se pronunció El Albondiguilla en el escrito de confesión que envió a la Audiencia Nacional antes del juicio: “Esto se hacía según las indicaciones e instrucciones recibidas por parte de la dirección regional y nacional del PP”. Sobre el origen de las órdenes para amañar los contratos, también ha ahondado Martín Morales este jueves: “A mí, Correa me decía: ‘Esto lo indica la casa, lo dice el partido. O viene de arriba, [...] viene del presidente del partido”. En la sentencia sobre la primera etapa de Gürtel, conocida como Época I, la justicia dio por acreditado que la trama anidó en el seno de la formación: “Entre el Grupo Correa y el PP se tejió una estructura de colaboración estable. Se creó un auténtico y eficaz sistema de corrupción institucional”. Entre los ya condenados por la red corrupta se encuentran numerosos cargos populares, incluido su extesorero y gerente durante 20 años, Luis Bárcenas.

El poder de Correa en el PP

Martín Morales ha continuado así: “[Correa] tenía cierto poder sobre todas las personas del PP que aspiraban a poderse codear con los líderes en esos ámbitos en los que él manejaba los asuntos [...] Correa invitaba, entregaba credenciales para poder asistir en sitios preferenciales a los congresos, o presentaba a cargos del PP. Correa lo hacía con la intención de crear una red clientelar a la que luego acudir para cobrarse los favores”. Alfonso Bosch, que también ha confesado, ha explicado así su desembarco en Boadilla para sustituir a Martín Morales al frente de la EMSV: “Cuando el alcalde me nombra, me dice que yo me debo a él y a las directrices que me dé Martín Morales [...] Yo he contratado principalmente con las empresas de Correa”.

Alfonso Bosch, durante su declaración de este jueves.
Alfonso Bosch, durante su declaración de este jueves.

—¿Los amaños se conocían más arriba? —ha incidido la Fiscalía.

—A mí, Correa me decía que sí. Se sabía en el PP de Boadilla, claro. Y a mí se me decía que aquellas empresas, [a las que se concedían las adjudicaciones], las había designado el partido. Yo lo creía entonces, pero a día de hoy creo que era una estrategia comercial de Correa para tenernos cautivados. Pero no lo sé —ha contestado Martín Morales.

Entre las compañías beneficiarias se encontraba Constructora Hispánica, encabezada por Alfonso García-Pozuelo, que ya reconoció en Época I que pagó mordidas a Correa destinadas a “organismos centrales” —lo que ha permitido reabrir la investigación sobre la adjudicación de obras de Ministerios del Gobierno de Aznar a cambio de donaciones para la caja b del PP nacional, que aún permanece en instrucción—. De hecho, este martes, García-Pozuelo ha vuelto a confesar su implicación en la trama y ha detallado que el líder de Gürtel le decía que las comisiones ilegales se las “daba” a “Génova” o “a la casa”, términos que usaba para referirse al partido.

Según Martín Morales, por un amaño a favor de Constructora Hispánica en Boadilla, Correa le comunicó que esta empresa aportaría “un millón de euros y que, con eso, se iba a poder sufragar toda la campaña electoral de 2007”. Él mismo fue a por el dinero: “Correa me encargó recoger en su despacho la cantidad exacta de 660.000 euros, que tenía que separar en dos bloques: uno de 510.000 para la alcaldía, y otros de 150.000 para pagar la precampaña y todos los actos de campaña y sostenimiento de la actividad del partido en 2007. Como hice”.

Otro constructor, José Luis Ulibarri, también ha confirmado este jueves el modus operandi de la trama y su participación. “[Correa] me comentó que tenía capacidad de influir en una adjudicación de suelo. Yo me imaginé que era en el alcalde”, ha asegurado el empresario, que ha explicado que se le pidió una comisión de un millón de euros por la gestión. “Está claro que estaba hablando de un 3%”. Para abonarlos, Ulibarri ha admitido que pagó dos facturas de 500.000 euros a una compañía de la trama por “servicios que eran falsos”.

José Luis Ulibarri, durante su declaración de este jueves.
José Luis Ulibarri, durante su declaración de este jueves.

También Martínez Parra ha confirmado los tejemanejes: “Mi padre tenía relación [con la trama] y, si alguna obra le interesaba, hablaba con Correa para que le hiciera las gestiones adecuadas para la adjudicación”. Este constructor, exvicepresidente de Teconsa, detalló en su escrito de confesión que dio casi dos millones de euros en mordidas a la red corrupta: “En pago por la adjudicación de contratos, [se] abonó a la organización de Correa en 2007 la cantidad de 1,8 millones de euros. Estos pagos se hicieron: 1,38 millones en efectivo; y 420.000 euros en facturas emitidas a Teconsa por Creva, sociedad de Pablo Crespo, que reflejaban servicios inexistentes”.

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Sobre la firma

J. J. Gálvez
Redactor de Tribunales de la sección de Nacional de EL PAÍS, donde trabaja desde 2014 y donde también ha cubierto información sobre Inmigración y Política. Antes ha escrito en medios como Diario de Sevilla, Europa Sur, Diario de Cádiz o ADN.es.

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