El Albondiguilla también confiesa en Gürtel: “Correa tenía contacto con La Moncloa”
El exalcalde de Boadilla, Arturo González Panero, admite su implicación y se suma a otros siete arrepentidos. Este noviembre comienza el juicio sobre las irregularidades en este municipio, con el PP acusado como partícipe a título lucrativo
Arturo González Panero, exalcalde de Boadilla del Monte (Madrid) y conocido como El Albondiguilla, ha enviado un escrito a la Audiencia Nacional para confesar su implicación en la trama Gürtel. A través de una misiva firmada este martes, el exregidor admite su implicación en la red de corrupción liderada por Francisco Correa; describe al detalle cómo urdieron sucios negocios en la localidad que él gobernaba; y señala directamente al PP nacional y regional. “En un primer momento, yo desconocía la verdadera relevancia de Correa dentro del PP, pero pronto tuve la oportunidad de comprobar que tenía acceso, tanto a la sede del PP en Génova sin tan siquiera necesidad de entrar con acreditación, como también facilidad de contacto con el Palacio de La Moncloa”, afirma en este documento.
Este movimiento se produce días antes de que la Audiencia Nacional dé el pistoletazo de salida al juicio sobre las irregularidades de la trama en Boadilla, donde el PP vuelve a sentarse en el banquillo de los acusados como partícipe a título lucrativo. La vista comenzará este noviembre y se centrará en los contratos públicos adjudicados de forma ilegal a cambio de mordidas. En su escrito de acusación provisional, la Fiscalía ya pidió 40 años y nueve meses de cárcel para González Panero, que intenta ahora reducir la posible pena que le impongan.
De hecho, con el mismo objetivo, otros siete implicados ya confesaron su implicación en la red corrupta: el propio Correa; Pablo Crespo, número dos de la trama y ex secretario de organización del PP gallego; Alfonso Bosch Tejedor, El Neveras o El Bujías, un exdiputado del PP en la Asamblea de Madrid al que nombraron gerente de la empresa municipal de suelo de Boadilla; José Luis Martínez Parra, antiguo vicepresidente de la constructora Teconsa; los constructores José Luis Ulibarri y Alfonso García Pozuelo; y el empresario Jacobo Gordon, antiguo socio de Alejandro Agag (yerno de José María Aznar).
El nuevo escrito de El Albondiguilla, al que tuvo acceso EL PAÍS, describe las irregularidades perpetradas en la concesión de contratos en Boadilla. El exalcalde explica cómo se repartieron mordidas —“A distribuir entre nosotros [varios implicados en la trama] y el PP”— y cómo parte de ese dinero se destinó al pago de gastos de publicidad y campañas electorales del partido conservador: “Esto se hacía según las indicaciones e instrucciones recibidas por parte de la dirección regional y nacional del PP”. González Panero también habla de los “sobreprecios” que ponían a los contratos públicos; de cómo la trama le paga en efectivo y en “especias” (con ropa, zapatos y viajes); y de cómo creó “estructuras financieras y societarias” para ocultar los fondos que recibió.
Relaciones personales
Así arranca el escrito enviado por el exregidor de Boadilla a la Audiencia Nacional: “Quiero comenzar señalando que fui alcalde-presidente de Boadilla del Monte desde el 14 de diciembre de 1999 al 10 de febrero de 2009 y presidente del consejo de administración de la EMSV (Empresa Municipal de Suelo y Vivienda) y que consentí: tanto en dicha corporación, como en esta empresa, el trato de favor al Grupo Correa a cambio de recibir las comisiones que luego se dirán”.
A continuación, González Panero describe su trato personal con otros miembros de la trama y las irregularidades que cometieron. “Mi relación con Correa comienza en 2001, cuando José Galeote, [otro de los procesados], me reúne con él en un restaurante, creo que en Aravaca, al recomendarme conocerle por motivo de que yo había accedido a la alcaldía de Boadilla del Monte a consecuencia de una moción de censura y mi posición no se encontraba lo suficientemente afianzada al existir el riesgo de no ir en las listas propuestas por el PP en condición de candidato a la alcaldía para las siguientes elecciones municipales”.
El Albondiguilla narra entonces un viaje a Miami, junto a Galeote y Correa, que fue costeado en su mayor parte por una empresa de la trama y al que se incorporó después Francisco Sánchez Arranz, entonces directivo de Iberia y “del cual se me dijo que era concejal del PP en el Ayuntamiento de Villalba”. “Se perseguía que yo tuviera contacto con esta persona para que, en su día, el señor Sánchez Arranz quedase incorporado en la estructura de influencia del Ayuntamiento de Boadilla”. “Así se me hizo saber en aquel primer viaje, de una manera implícita, las posibilidades que generaba el hecho de que yo fuera alcalde”, apostilla el exregidor.
“Los contactos con Correa se fueron reforzando con el paso del tiempo, hasta el punto de realizar varios viajes con él a Miami, no solamente con el fin de que yo pudiera realizar inversiones a través de sus estructuras que él mismo me facilitó, sino también en relación con sus propias inversiones a los efectos de la obtención de rentabilidades por parte de Correa que deseaba obtener en Estados Unidos, pues las cuestiones relativas a inversiones o bolsas siempre se me habían dado bien”, prosigue la carta, que añade: “La colaboración delictiva se fue incrementando hasta 2005, fecha en la que rompí mi relación personal y directa con él —sin que ello signifique que dejase de someterme a los intereses de la organización— porque sus pretensiones eran desmedidas y ambiciosas, de manera que sus propuestas eran ya desproporcionadas e implicaban un mayor riesgo de exposición (desarrollo del PGOU, campus sanitario, área comercial del Banco Santander, proyecto sobre residencias de ancianos...)”.
El Albondiguilla narra que Correa creyó entonces que el alcalde “estaba actuando” por su cuenta, “al margen” de la organización. Y por ello, según su versión, la trama confeccionó un “documento”, al que “se referían como ‘reglas de conducta’, manuscrito por Crespo”. Este documento, incorporado al sumario, incluye frases como: “No te queremos joder la vida”; “se trata exclusivamente de hacer justicia, de restablecer una situación previa que ya existía”; y “¿todo claro? Esto solo romperá si tú rompes. Nada de engaños”.
González Panero también señala a otros dos implicados: el abogado Tomás Martín Morales, exedil del PP en Getafe, a quien se nombró gerente de la EMSV de Boadilla “con el fin de facilitar los planes de la organización”. Morales fue sustituido después en la EMSV por Alfonso Bosch, que conocía a Correa “de los eventos y campañas electorales que preparaba para el PP”: “Y me fue sugerido por don Antonio Cámara, persona de confianza del entonces presidente del Gobierno, José María Aznar”. “Bosch era un extraordinario relaciones públicas y tenía la facilidad de hacer sugerencias a los técnicos de la EMSV —de una manera normalizada— a favor de las propuestas de las empresas afines a Correa que este captaba, dejándose influenciar por las directrices que les marcaba Bosch”, apostilla el exalcalde.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.