Detenidas cuatro personas por secuestrar en Málaga a un hombre y amenazar con matarlo por una deuda de 30.000 euros
La Policía Nacional cree que el tráfico de drogas está detrás de los hechos mientras los arrestados ya han sido puestos en libertad provisional
El martes pasado un hombre fue secuestrado en Sabinillas, barriada al oeste de Estepona (Málaga, 74.493 habitantes). Dos coches se pusieron a su altura mientras caminaba por la calle y lo introdujeron a la fuerza en un maletero. Más tarde, en algún momento, lo dejaron solo en el vehículo. Con su teléfono móvil, el secuestrado logró hacer una foto al interior donde se veía el logotipo de la marca Honda en el volante. La envió a sus amigos y su pareja junto a una ubicación aproximada. Fueron las pistas claves para que la policía consiguiera liberarlo apenas unas horas después en Málaga. Fuentes de la investigación aseguran que el asunto es un ajuste de cuentas relacionado con el tráfico de drogas. Cuatro personas han sido detenidas por los hechos y ya están en libertad provisional.
La secuencia de los hechos arranca a las 19.30 del martes 21 de enero en los alrededores del Burger King de Sabinillas, situado en el paseo marítimo. El secuestrado, de nacionalidad marroquí, caminaba entonces junto a dos amigos cuando sufrieron una emboscada. Las otras personas pudieron escapar a la carrera, pero él no lo logró y acabó encerrado en el maletero. Al día siguiente, sus amistades recibieron un vídeo. En él se le veía boca abajo, con una pistola apuntándole en la cabeza. Una voz amenazaba con rajarle la espalda y matarlo por una deuda de 30.000 euros relacionada con un conocido suyo. Y si no esa persona no daba la cara, iban a acabar con su vida.
Horas después, de vuelta en el maletero, hubo un momento en el que le dejaron solo. Nadie sabe cómo, pero consiguió sacar su teléfono y hacer una fotografía en la que se veía el símbolo de Honda en el volante. La envió a su entorno más cercano y a su pareja. También añadió después la ubicación aproximada. Con esa información, un hombre se acercó la tarde noche del jueves —48 horas después del secuestro— a denunciar lo ocurrido ante la Policía Nacional. Además del relato de cómo sucedió el rapto —que le habían contado los dos hombres que lograron huir— aportó los vídeos, la foto y la ubicación, que resultó ser de una zona en Vélez-Málaga, a 140 kilómetros de donde había sido raptado. “Él no sabía de qué iba la historia, solo que reclamaba ese dinero a su amigo. Y la información recibida fue muy relevante”, cuentan fuentes de la investigación.
Acto seguido, agentes del Grupo de Secuestros de la Comisaría Provincial de Málaga se desplazaron a la zona, la peinaron y lograron dar con dos de los vehículos que habían participado en los hechos aparcados en una calle de la localidad. Entonces montaron un dispositivo de vigilancia. Y esperaron. A la mañana siguiente, la del viernes 26, apareció en escena un vehículo Honda Accord que coincidía con el que se veía en la foto. Entonces los agentes vieron cómo el hombre era metido de nuevo en el maletero para volver a trasladarlo a otro lugar.
Los investigadores montaron un nuevo dispositivo de seguimiento para darle el alto en el camino, ya con policías uniformados. Les siguieron en dirección a Málaga y, en la autovía A-7 a la altura de la barriada de El Palo, consiguieron echar a un lado al vehículo y detener a los responsables del secuestro. La víctima no había sufrido lesiones y fue liberada apenas 16 horas después de que los policías supieran del secuestro.
En sus declaraciones posteriores, los implicados aseguraron que la deuda de 30.000 euros está relacionada con la venta de un coche. Sin embargo, los agentes están convencidos de que la deuda tiene que ver con el pago de un fardo de hachís o alguna sustancia estupefaciente similar. El dinero fue entregado, pero la mercancía no. Y la forma de solucionarlo fue este secuestro, que se suma a los que se producen con cierta regularidad en la Costa del Sol, siempre con el tráfico de drogas y los ajustes de cuentas como trasfondo. “Se meten en unos problemas grandes por muy poco dinero”, advierten fuentes cercanas al caso.
A los cuatro detenidos —dos españoles y dos marroquíes— se les considera presuntos responsables de los delitos de secuestro, pertenencia a organización criminal y tenencia ilícita de armas. Todos fueron puestos a disposición judicial, que decretó su puesta en libertad provisional.
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