El Supremo condena al senador Baltar por conducir a más de 200 kilómetros por hora y le retira el carné durante un año
El Tribunal considera probado “sin lugar a ninguna duda” que el expresidente de la Diputación de Ourense superó en más de 80 kilómetros el máximo de la autovía, que era de 120
La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha condenado al senador del PP José Manuel Baltar como autor de un delito contra la seguridad vial a una pena de seis meses de multa con una cuota diaria de 10 euros (1.800 euros en total) y a la retirada durante un año y un día del carné de conducir al considerar probado “sin lugar a ninguna duda” que el 23 de abril de 2023 condujo su vehículo oficial a más de 200 kilómetros por hora en un tramo de la Autovía A-52 (que une las localidades de Benavente y Vigo) en el que la velocidad máxima permitida es de 120 kilómetros por hora. El PSOE exige al PP que reclame el acta al senador por designación autonómica, que además preside la comisión de Despoblación y Reto Demográfico de la Cámara Alta.
Baltar ―que fue presidente de la Diputación de Ourense y del PP provincial durante una década y que cuando transcendió el suceso lo achacó a un “despiste”― negó durante la vista celebrada el pasado 13 de enero haber llegado a superar los 200 kilómetros, justo el límite a partir del cual se consideraría que cometió un delito en el punto de la autovía donde fue detectado en el término municipal de Asturianos (Zamora). Sin embargo, los siete magistrados que conforman el tribunal ha concluido que “es una verdad incontestable” que sí superó esa velocidad en, al menos, cuatro kilómetros por hora una vez descontados de los 215 kilómetros que registró el radar de la Guardia Civil los márgenes de error del cinemómetro que lo cazó.
Según detalla la sentencia, este margen de error es del 5% en los radares “estáticos” y del 7%, en los dispositivos móviles. La defensa había planteado que se aplicara este último porcentaje (en ese caso, la velocidad que se hubiera tenido en cuenta hubiera sido de 199,95 kilómetros por hora y, por tanto, no hubiera habido delito por poco sino solo infracción administrativa), pero el Supremo lo descarta de plano al concluir que “el aparato de medición cinemómetro es empleado desde una ubicación fija, esto es, sin movimiento, ya sea fijo o estático” por lo que determina que el margen de error a aplicar es el del 5% y, por tanto, la velocidad resultante, 204 kilómetros por hora.
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha asegurado que el senador tendrá que acatar y cumplir la sentencia pero no ha aclarado si el partido tomará alguna medida disciplinaria. “Es una sentencia que condena un año sin carnet de conducir y, por lo tanto, cualquier ciudadano tiene que cumplir los códigos de circulación y, por supuesto, asumir las sentencias del Tribunal Supremo”, ha declarado en su visita a un centro de mayores en Córdoba junto al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno. Feijóo, pese a ser preguntado expresamente si va a exigir la dimisión de Baltar, ha evitado concretar si lo hará. “Lo que tendrá que hacer es acatar la sentencia y cumplir la sentencia por esa falta en el código de circulación, como cualquier otro ciudadano”, ha zanjado. “Es el momento de la ejemplaridad”, ha discrepado el senador socialista por Ourense, Rafael Rodríguez Villarino. “Feijóo se ha limitado a decir que Baltar cumplirá la sentencia, faltaría más. Un senador debe ser una persona que dé ejemplo a la ciudadanía, y no alguien que ponga en riesgo sus vidas”, ha apostillado.
Los magistrados también han rechazado el segundo argumento esgrimido por la defensa de Baltar para evitar una condena. Estos consideraban que, al haber sido sancionado por la Guardia Civil aquel día ―los agentes lo pararon y le sancionaron con una multa de 600 euros y la retirada de seis puntos del carné de conducir―, quedaba eximido de cualquier responsabilidad penal. Sin embargo, el tribunal considera, que si bien fue multado, lo fue porque los guardias civiles no tuvieron acceso en ese instante a la documentación del cinemómetro para calcular fehacientemente el margen de error a aplicar, ni pudieron pedirla a la central de la Agrupación de Tráfico, ya que ese día no solamente era domingo sino también festivo (Día de Castilla y León), por lo que “optaron por la vía más respetuosa con los derechos del conductor”, que fue ponerle inicialmente la multa.
La resolución judicial continúa que solo cuando posteriormente, tras comprobar que los datos arrojados por el radar apuntaban a que, efectivamente, había superado los 200 kilómetros por hora, tramitaron el atestado por un posible delito contra la seguridad vial y lo enviaron a la justicia. En un primer momento, la causa recayó en un juzgado de Zamora, la provincia donde se produjo la infracción, pero tras acreditarse que el que fuera líder del PP orensano había pasado a ser miembro del Senado y, por tanto, aforado, esta fue asumida por el Supremo.
Por todo ello, el alto tribunal concluye que Baltar cometió un delito contra la seguridad vial que está sancionado con penas que van desde los tres a los seis meses de prisión o con la de multa de seis a 12 meses. Sin embargo, como la Fiscalía, que era la única parte acusadora, había solicitado desde el principio del proceso la pena mínima ―multa de seis meses a razón de 10 euros al día y un año de retirada del carné de conducir― determina que “procede imponer ambas sanciones penales, sin mayor motivación”.
El incidente de tráfico por el que ahora ha sido condenado ya costó en parte a Baltar su puesto en la Diputación de Ourense, del que dimitió en junio de 2023, dos meses después de que se conocieran los hechos, para facilitar que este organismo tuviera un presidente del PP, según argumentó tras dejar el cargo. Los populares habían perdido la mayoría absoluta en la provincia en las elecciones municipales del 28-M de aquel año y, para mantener el poder, dependía de un pacto con el partido independiente Democracia Ourensana, dirigido por Gonzalo Pérez Jácome, alcalde de la capital provincial. La investigación por el supuesto delito contra la seguridad complicaba el pacto y el líder popular dio entonces un paso al lado.
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