La ‘rave’ ilegal que encandiló a un pueblo de Granada elige Ciudad Real y se espera que llegue a Reyes

Llegaron el último día del año ya con la oscuridad de la noche en caravanas o coches particulares dispuestos a estar de fiesta, como se suele decir, “hasta que el cuerpo aguante”. Son los participantes de la llamada Big Fucking Party 2025. Es una conocida macrofiesta, o rave que de forma ilegal ocupa una superficie grande de terreno, en este caso una parcela del polígono industrial situado cerca del aeropuerto de Ciudad Real, entre la capital de esa provincia y la ciudad de Puertollano. Nadie sabe quién la organiza pero, viendo todo lo que se ha desplegado allí, no se puede decir que sea improvisado.

Se tuvo constancia de los primeros participantes de la fiesta en torno a las nueve y media de la noche del día 31. Vehículos con matrícula de fuera de España dan muestra de la heterogeneidad de los participantes de la fiesta, un evento que está perfectamente organizado, con una decena de escenarios, puestos de comida y muchas autocaravanas y tiendas de campaña. Es similar a un festival de música convencional, solo que sin ningún tipo de permiso ni de control allí. Fuentes del Ayuntamiento de Ciudad Real han explicado que están situados en terrenos próximos al aeropuerto, pero nadie ha pedido permiso al consistorio para celebrar la fiesta.

Las estimaciones apuntan a que son 5.000 personas las concentradas en esta ubicación. Está situada a unos 15 kilómetros de Ciudad Real, por lo que en el término municipal apenas se llega ni a escuchar la música. Para acceder no hace falta entrada, solo hay que aparcar y disfrutar. Es en lo único que la diferencia de un festival al uso, donde se suele cobrar a los asistentes. En lo que sí ha afectado la Big Fucking Party a los vecinos de Ciudad Real es en los atascos que se han registrado, sobre todo el día 1 de enero. En Año Nuevo se originaron retenciones en torno a la A-41, la autovía Ciudad Real-Puertollano, pero el tráfico ya se ha normalizado. La niebla además generó problemas de circulación, por lo que la Policía Local de Ciudad Real llegó a recomendar que se evitarse conducir por esta carretera el primer día de 2025.

La Delegación del Gobierno ha desplegado un operativo de seguridad formado por agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil. “Es algo habitual cuando hay una alta concentración de gente”, aseguran fuentes de la delegación. Se controla la presencia de drogas y se vigila que no se produzcan incidentes en los alrededores. No está previsto en todo caso un desalojo y se esperará a que la fiesta se vaya diluyendo. Hasta el Día de Reyes está previsto que la fiesta siga, aunque en las ediciones del año pasado la presencia de participantes se empezó a reducir mucho en las jornadas previas.

Una fiesta que va camino de consolidarse

La primera edición de esta macrofiesta se celebró hace dos años en La Peza (Granada), donde se llegaron a concentrar 8.000 personas. La fiesta se desarrolló mucho más cerca del núcleo de población que la de Ciudad Real. Los vecinos, lejos de pedir que se fueran, recibieron el evento ilegal con los brazos abiertos. El pueblo se puso en el mapa e incluso hubo residentes que reconocieron que participaron en ella. Se alargó hasta el Día de Reyes, cuando los asistentes, con la misma rapidez que se desplegaron, se fueron. Y dejaron todo recogido, como reconocían posteriormente los habitantes de esta localidad granadina que no llega a las 1.200 almas. Los vecinos pidieron volver a ser la sede del evento, pero el año pasado los organizadores de esta rave ilegal eligieron la localidad murciana de Fuente Álamo.

En la Región de Murcia la fiesta arrancó un 30 de diciembre y reunió a unas 5.000 personas. En este paraje murciano se desplegaron también escenarios con DJ, puestos de comida y con un dispositivo de seguridad de Policía Nacional y Guardia Civil con el objetivo de no hubiera disturbios, y no los hubo. Llegaron personas de Francia, Alemania o Italia y dada la ubicación, gozaron de muy buen tiempo durante estas fechas, aunque no llegaron a cumplir su objetivo de estar hasta el Día de Reyes y abandonaron la zona el 5 de enero, con un final de fiesta que estuvo perfectamente organizado y sin problemas, aunque no exento de multas. Se registraron 200 sanciones administrativas, un detenido por tráfico de drogas, 57 denuncias por dar positivo en drogas y 14 infracciones más a la seguridad vial, además de 20 denuncias impuestas por la Policía Local de Fuenteálamo por acampar en zonas no permitidas. En esta ocasión, desde el Ayuntamiento de Ciudad Real trasladan que no está habiendo problemas, con lo que las autoridades municipales dejarán que siga su curso hasta que se disuelva.