El Gobierno rehúye la disputa con Mazón para no agravar la desafección social
El PP encapsula al presidente valenciano y volverá a cargar contra Sánchez por los casos de Begoña Gómez y José Luis Ábalos
Todos los asuntos relevantes, la toma de decisiones en los partidos y en los gobiernos, quedaron sepultados en la tarde-noche del 29 de octubre, cuando una gota fría sin precedentes en este siglo devastó desde el punto de vista humano y material la provincia de Valencia. La cronología de los hechos marca las presuntas responsabilidades, situadas en las cruciales primeras horas en la Generalitat valenciana y con su presidente, Carlos Mazón, a la cabeza. Trece días después de la catástrofe, el Gobierno de la nación es consciente de que el dolor, la indignación, la desesperanza y la desconfianza de millones de españoles, no solo los afectados en Valencia, se dirigen hacia el Ejecutivo central y el autonómico, hacia los políticos en general. La peligrosa pregunta —“¿dónde está el Estado, que en su lugar tienen que venir voluntarios para salvar a sus compatriotas?”— es una realidad de la que el Ejecutivo es consciente y que trata de borrar.
España no tiene un Estado fallido sino que goza de potencia para superar los estragos gigantescos causados por la gota fría, señalan en el Ejecutivo. No hay lugar para que el Gobierno espere ningún aplauso, mucho menos el autonómico, porque durante días las necesidades básicas de los ciudadanos sin agua, sin alimentos y, en muchos casos, sin cobijo fueron aliviadas por una multitud de ciudadanos llegados a la zonas afectadas de dentro y fuera de la Comunidad Valenciana.
Pero sin la UME y el Ejército en su conjunto, sin las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, sin la maquinaria pesada del Estado, sin el trabajo de 24 horas de los operarios del Ministerio de Transportes y Movilidad, sin los recursos movilizados en forma de profesionales y medios de transporte de distintas comunidades, como la de Madrid, no se habría pasado del caos inicial a la incipiente reconstrucción. La preocupación del Gobierno, sin embargo, está fijada en ese sentimiento de desafección según el cual los políticos han abandonado a los ciudadanos.
La gigantesca tarea a corto, medio y largo plazo que tienen las administraciones, en un lugar primordial la central como activadora de recursos extraordinarios dentro de España y en la Unión Europea, mantiene al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y a todo su gabinete en la posición de rehuir la gresca política. Hasta ahora todos los miembros del Gobierno van al unísono. “Vamos a trabajar juntos, de la mano, todas las administraciones”, reiteraba ayer el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, en la primera comparecencia gubernamental del día. Por su parte, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Rafael Simancas, se reunían, uno a uno, con los portavoces parlamentarios para informales sobre las nuevas medidas concentradas en la tragedia.
He terminado la ronda de contactos con todos los grupos políticos del Congreso. La última ha sido con el PP.
— Félix Bolaños (@felixbolanosg) November 10, 2024
Agradezco a todos los grupos su solidaridad con los afectados por la DANA y las propuestas que nos han hecho llegar para seguir ayudándoles.
Sigamos trabajando juntos. pic.twitter.com/hl1RehiGHR
Las preguntas de los informadores sobre las denuncias del PP, ahora también desde la Generalitat valenciana, de que toda la responsabilidad de la tragedia es del Gobierno central, eludiendo los fallos de la administración valenciana, no encontrarán respuesta.
Este mismo lunes se aprobará el segundo real decreto con ayudas extraordinarias de toda índole para los afectados, continuación del aprobado el martes pasado. La presencia del Estado será una realidad palpable, señalan interlocutores del Ejecutivo. Con una intensidad acorde con la magnitud de la catástrofe, añaden. Aun así, el hilo conductor de la acción del Gobierno no será diferente al que se tendió desde el primer día. La Administración autonómica es la que conoce cada rincón de su comunidad y es la que debe transmitir la evaluación de lo que se necesita, con la ayuda primera e imprescindible de los ayuntamientos para señalar las demandas. “Tiempo habrá de hablar de responsabilidades”, es la respuesta del propio presidente del Gobierno cuando se le ha inquirido para responder a la oposición.
Ábalos y Gómez
Los populares, por su parte, retoman su agenda de oposición anterior al día de la dana, sin dejar de responsabilizar al Gobierno central de no hacer lo suficiente, mientras tapan su opinión sobre la gestión de su compañero y presidente valenciano, Carlos Mazón. El PP, desde hoy mismo, recupera los casos de Begoña Gómez y de José Luis Ábalos, sin dejar la dana. “Sánchez se vuelve a escapar poniendo kilómetros de lejanía pero sigue cercado por la corrupción en su entorno”, lanzó ayer el PP en un mensaje oficial.
El presidente del Gobierno viaja el martes a Azerbaiyán para participar en la cumbre de Naciones Unidas sobre el clima. De momento, a diferencia de otros compromisos internacionales a los que ha renunciado por atender en primera línea las acciones en Valencia, sí asistirá a esta conferencia en Bakú por abordar precisamente el cambio climático.
El Gobierno se prepara, además, para la acción de grupos de extrema derecha, como Núcleo Nacional, que el sábado convocó en Madrid a manifestarse especialmente a las puertas de la sede del PSOE, cuyo asedio no abandona desde hace un año. Hubo disturbios, a los que la policía tuvo que hacer frente, provocados por grupos que infundieron terror en viandantes de esa zona de Madrid.
Otro frente abierto es el de la desinformación, con graves consecuencias por el engaño y falsedades que extienden en la sociedad. Las mentiras y bulos las difunden personas ajenas al periodismo, vinculadas a la extrema derecha. El Rey alertó sobre los que promueven “la intoxicación para provocar el caos”.
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