Page resta importancia al plante de Ayuso a Sánchez: “Lo que resulta raro fuera de la M-30 seguramente en Madrid resulta comprensible”

Emiliano García-Page suele distinguir entre la tensión política “dentro de la M-30″, en alusión a la crispación y polarización que hace tiempo se adueñó de las Cortes en Madrid, y la política más sosegada que, sostiene, se percibe en el resto del país. El presidente de Castilla-La Mancha, del PSOE, ha tirado una vez más de ese símil para referirse a la decisión de Isabel Díaz Ayuso de no asistir el próximo viernes al Palacio de La Moncloa a diferencia del resto de presidentes autonómicos del PP, que ya se han reunido con Pedro Sánchez o lo harán en las próximas semanas. “Lo que resulta raro fuera de la M-30 seguramente aquí [en Madrid] resulta comprensible. De la M-30 para adentro, es una España distinta en la que puede pasar cualquier cosa”, ha dicho este miércoles en el Foro Abc celebrado en la capital.

El barón socialista ha medido sus palabras y ha evitado confrontar con la presidenta de la Comunidad de Madrid. García-Page ha expresado su “respeto” a Díaz Ayuso, “el mismo” que quiere que le profesen a él, ha remarcado. “Yo no intervengo. Puedo hablar de política general si es que afecta a los intereses de mi tierra, o de otras autonomías cuando afectan a los intereses de mi tierra”, ha abundado el presidente regional, sin hacer sangre tampoco con la desautorización que el plantón de Díaz Ayuso ha supuesto para Alberto Núñez Feijóo. Page se ha desmarcado de “la neurosis política de la M-30 para adentro” y ha insistido en que “es mucho más real la España que tenemos nosotros”, en referencia a su comunidad. A diferencia de la presidenta madrileña, sus homólogas de Baleares y Extremadura y compañeras de partido, Marga Prohens y María Guardiola, sí acudirán a La Moncloa, como ya ha hecho los presidentes de Andalucía, Galicia, Comunidad Valenciana, La Rioja, Cantabria, Murcia y Aragón. Todos del PP.

El presidente de Castilla-La Mancha ha arremetido contra los partidos independentistas porque “quieren abiertamente acabar con la Constitución” y se ha referido a esas formaciones como “enemigos evidentes”, aunque de su apoyo dependa en gran medida la estabilidad del Gobierno de Pedro Sánchez. En su discurso, García-Page ha abogado por “conseguir reconstruir la España moderada” frente a aquellos políticos que en su opinión “la tienen tomada con la Constitución”. “Volvamos a un modelo de estabilidad, de consensos y constitucional, y no nos dejemos llevar por radicalidades absurdas”, ha apelado. “Sabemos todos insultar, dar patadas, puñetazos... Lo que requiere coraje y fuerza es ser moderado, poder llegar a acuerdos y seguir adelante”.

Centro de acogida en el aeropuerto

García-Page ha confiado en que el presidente del Gobierno descartará la “ocurrencia” de usar el aeropuerto de Ciudad Real para acoger a migrantes, una posibilidad que el Ministerio de Migraciones confirmó hace unos días que está estudiando. “Creo que cuando el presidente dijo, a propósito de los campamentos [de deportados] de Giorgia Meloni [en Albania], que ‘hay cosas que no arreglan los problemas y crean otros’, estaba descartando esta ocurrencia”, ha afirmado. “Estoy convencido de que el presidente no manejaba esa información”, ha añadido sobre sus conversaciones con Sánchez acerca de la crisis migratoria.

En cuanto al modelo de financiación autonómica, pendiente de renovar desde 2014, el presidente castellanomanchego ha aseverado que la Junta va a “defender un modelo de financiación redistributivo”, razonando que la riqueza es nacional y “no se puede dividir en 17 compartimentos”. “Si asumimos que es una cuota de solidaridad, es que [alguien] está dando algo que es suyo. Pero no lo es. Es de todos, y se reparte con criterios nacionales”, ha subrayado. García-Page ha sido junto al expresidente maño y secretario general de Aragón, Javier Lambán, el dirigente socialista más crítico con la financiación singular acordada por el PSC y ERC para Cataluña a cambio del apoyo de los republicanos a la investidura de Salvador Illa.