IU inicia contactos por la unidad de la izquierda incluyendo a Podemos: “Todos dentro, sin vetos”
El informe político de Antonio Maíllo, que la dirección de su formación vota este domingo, defiende la necesidad de acabar con la “suma de debilidades”
“Todos dentro, sin vetos cruzados”. Así sintetiza Antonio Maíllo, líder de IU, su propuesta de una sola candidatura de las izquierdas en las próximas generales, en una unidad que incluya a Podemos. Todo ello lo recoge Maíllo en el borrador del informe político que presentará este domingo para su debate y votación a la coordinadora federal, el máximo órgano de dirección entre asambleas de la histórica formación que alberga al Partido Comunista de España. Maíllo agita el espinoso debate sobre la confluencia en un fin de semana de intensa actividad en las izquierdas, en el que tiene lugar la Uni de Otoño de Podemos, uno de los puntos clave de su calendario político. Esquerra Unida de Catalunya también celebra asamblea este sábado.
En el informe, al que ha tenido acceso EL PAÍS, Maíllo se muestra partidario de una “cultura unitaria en la construcción de alianzas”, que se resumiría en la expresión “todos dentro, sin vetos cruzados”. “De acuerdo con ello –añade–, hemos entablado relaciones con todas las organizaciones que formaron parte de la candidatura de Sumar el 23J de 2023, incluida Podemos”. Tanto al partido liderado por Ione Belarra como a los Comunes, Movimiento Sumar, Más Madrid y Verdes-Equo, la formación que lidera Maíllo le ha enviado “el mismo mensaje”. Y ese mensaje incluye la voluntad de IU de “construir alianzas competitivas, motivar a la gente a participar políticamente y generar un revulsivo que ponga fin a la suma de debilidades”.
“Izquierda Unida, en igualdad de condiciones, sin ser más, pero tampoco menos, ha lanzado una propuesta para trabajar la unidad a la hora de actuar con el resto de organizaciones. Este proceso político busca [...], mediante una metodología democrática y participativa, lograr una única candidatura de las izquierdas federales y confederales para las próximas citas electorales”, añade Maíllo, que explica que con todo ello actúa siguiendo el mandato de la asamblea que lo eligió líder de IU en mayo y defiende que el proceso parta de “una coordinación entre iguales y una democratización en la toma de decisiones”. Además añade, hay que “terminar con la confusión de las nomenclaturas”, provocada por el hecho de que exista “Movimiento Sumar (partido) y Sumar (coalición)”. Concluye Maíllo sobre este punto: “Hace falta método de funcionamiento, que aún no existe, y hace falta voluntad política de reencuentro”.
Si no hay adelanto, las elecciones generales serían en 2027. Las próximas autonómicas previstas son las de Andalucía, en principio en 2026. Precisamente en la comunidad del sur es donde IU y Podemos aparentan un mejor entendimiento, trabajando en una confluencia que también incluye a Más País, con escaso desarrollo en la región. Está por ver si un esquema similar de colaboración es posible a nivel estatal. En Madrid, donde Más Madrid tiene más fuerza que Podemos, las viejas heridas entre los pablistas y los errejonistas siguen abiertas. El movimiento de Maíllo, coherente con su temor a una “italianización” la izquierda alternativa que la conduzca a la irrelevancia, no garantiza una solución a los problemas objetivos que hoy lastran la unidad. Lo que sí implica es que la organización con más historia de ese espacio político, si aprueba el informe, tome partido y agite una cuestión siempre delicada, lo que a su vez puede empujar a otros a fijar también su posición.
Vivienda, “financiación singular” e Israel
El diagnóstico de Maíllo aborda también la que es, a su juicio, “la gran cuestión política del momento”, la vivienda. El autor del informe, que advierte de que el auge de la extrema derecha en Europa se debe a la “incapacidad de la izquierda para ofrecer seguridad en áreas clave como vivienda, empleo, sanidad y educación”, concluye que “la actual correlación de fuerzas” en el poder político aconseja que “centremos buena parte de nuestra acción política en la movilización organizada”, ayudando a que las protestas que exigen bajadas de los alquileres y soluciones ante los efectos de la turistificación “sigan siendo masivas”. El sentido es claro: Maíllo tiene más confianza en la capacidad de la calle que del Gobierno para forzar cambios en vivienda. El líder de IU deja un mensaje crítico para la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez (PSOE), a la que acusa de caer en la “sobreactuación” y de realizar una “auto-enmienda” al no completar su voluntad inicial de “castigo” a las comunidades del PP que no apliquen el control de precios previsto en la ley de vivienda.
El coordinador de IU da por constatada la “imposibilidad desde la coalición de Sumar” –en referencia al conjunto de partidos que se presentaron juntos el 23 de julio– de establecer “una coordinación del espacio político”, lo que ha llevado a la formación que él mismo lidera a “la puesta en marcha en el grupo parlamentario de un equipo de trabajo” para llegar a una “posición conjunta” sobre el acuerdo entre el PSC y ERC para una “financiación singular” de Cataluña. “Desde IU defenderemos el sistema de financiación consensuado que tiene como principio vector la equidad”, señala Maíllo, “convencido” de que hay bases para un acuerdo sobre un tema que ha causado división en Sumar.
El informe también reclama al Gobierno una posición firme en inmigración frente al “reaccionarismo” del PP y critica al la mayoría del Ejecutivo liderada por el PSOE por no facilitar que el Ministerio de Juventud e Infancia, dirigido por Sira Rego –la que fue su adversaria para encabezar IU–, “lidere el debate” sobre los menores migrantes “con mayor audacia”. No es el único reproche al PSOE, al que exige –como en cualquier otro caso de corrupción, dice Maíllo– “explicaciones claras y creíbles” sobre el posible “aprovechamiento golfo” del exministro José Luis Ábalos en el caso Koldo y al que critica su posición sobre el Sáhara Occidental e Israel. De Israel, país con el que pide “cortar todo tipo de relaciones”, Maíllo llega a afirmar que tiene una sociedad “profundamente enferma”, que “premia al Gobierno [de Benjamin Netanyahu] cuando despliega su mayor crueldad contra la población civil de los países vecinos”.
A quien sí apoya Maíllo es al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, encausado por el Tribunal Supremo por revelación de secretos tras la difusión de un comunicado para desmentir un bulo lanzado por el entorno de Isabel Díaz Ayuso en relación con un caso de fraude fiscal del novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid. “Debemos tener claro que la imputación forma parte de la secuencia que viene de la Sala Segunda del Tribunal Supremo de inmiscuirse en la vida política. Sigue la línea de coherencia que tuvo en su actuación con respecto a la ley de amnistía, en la que demostraron estar dispuestos a forzar el fin de la legislatura y convocar elecciones”, señala el sucesor de Alberto Garzón en el cargo de líder de IU.
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