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‘Foxtrot Echo Eslovaquia’: la misión del Ejército español en la frontera prorrusa de la OTAN

España asume su mayor compromiso militar con la Alianza Atlántica con el mando de una brigada multinacional y un cuerpo de ejército de hasta 60.000 militares en el flanco este

Un vehículo de combate Centauro del Ejército español el pasado miércoles durante unos ejercicios en Lešť (Bratislava).
Miguel González

Lo primero que hizo el primer ministro eslovaco, Rober Fico, tras regresar al poder hace un año fue anunciar que su país suspendía la ayuda militar a Ucrania, de la que su antecesor había sido uno de los principales donantes. Fico, que sobrevivió en mayo a un atentado que atribuyó a sus opiniones disonantes de la línea mayoritaria en la Unión Europa sobre la invasión rusa del país vecino, advirtió el pasado día 7 de que, mientras él gobierne, Kiev no entrará en la OTAN y culpó a Occidente de alimentar una guerra en la que “los eslavos se están matando entre sí”. Era un mensaje directo a los sentimientos de sus compatriotas, al recordarles que comparten identidad étnica con rusos y ucranios, pero no con otros occidentales. Eslovaquia (un país del tamaño de Aragón con la población de la Comunidad Valenciana) significa “tierra de los eslavos”.

La deriva proPutin de Fico no ha frenado los planes aprobados en la cumbre de la OTAN de marzo de 2022 en Bruselas para desplegar cuatro nuevos grupos de combate en Hungría, Rumania, Bulgaria y Eslovaquia. El pasado 15 de julio, el coronel de la Brigada Paracaidista Francisco Calvo tomó el mando de la MN BDE TF SVK (siglas en inglés de Brigada Multinacional Grupo de Combate Eslovaquia), relevando a su homólogo checo. Militares españoles forman parte del grupo de combate de la OTAN en Letonia desde 2017, pero siempre en un papel subordinado, ya que el mando lo ostenta Canadá. Es la primera vez que España figura como “nación marco”; bajo cuya dirección se encuadran militares de República Checa, Eslovenia, Eslovaquia y Portugal, a los que en enero se sumará Rumania; lo que supone, para el coronel Calvo, “un reto y una oportunidad”.

La operación Foxtrot Echo [Flanco Este] Eslovaquia es ya, con 800 militares y más de 200 vehículos, la más numerosa de las desplegadas por España en el extranjero (incluida la de Líbano, con 670). Sin embargo, la principal novedad tras la cumbre aliada de Madrid en 2022 es que los batallones multinacionales desplegados por la OTAN para disuadir a Rusia están diseñados para escalar y convertirse rápidamente en brigadas.

En caso de crisis, el grupo de combate en Eslovaquia deberá aumentar desde los actuales 1.100 a 2.800 efectivos, de los que 2.100 serán españoles. Por eso, su máximo responsable no es el coronel Calvo, sino el general jefe de la Brigada Paracaidista, Luis Fernández Herrero, aunque este no se encuentre en Eslovaquia, sino que dirija la operación desde Paracuellos del Jarama (Madrid).

El plazo para que la brigada esté al completo sobre el terreno desde que reciba la orden es de solo diez días, por lo que las unidades restantes (un batallón español, otro checo y elementos de caballería, artillería, ingenieros y logística) están en sus bases “on call”; es decir, alertados para acudir en cuanto se les llame.

Aunque 10 días es un plazo muy corto –el transporte combinado marítimo-terrestre a la zona lleva más de una semana—, el teniente coronel Aso de Guzmán, responsable de la unidad logística, lo considera asumible si se preposiciona antes en Eslovaquia el material pesado –desde la munición a los contenedores para alojamiento— y, llegado el momento, solo queda pendiente el traslado del personal y los equipos más delicados. Los repuestos de piezas que no comprometan la seguridad de los vehículos se los fabrican ellos mismos mediante un avanzado equipo de impresoras 3D.

Maniobras en junio de 2025

En noviembre, el batallón recibirá la certificación de la OTAN y se declarará plenamente operativo. Pero la prueba de fuego llegará en junio, cuando la brigada casi al completo realice un ejercicio en Eslovaquia y se compruebe si las distintas piezas del puzle encajan y este conglomerado heterogéneo de uniformes y banderas funciona como una fuerza interoperable y cohesionada. Para entonces, la Brilat (Brigada Ligera Aerotransportable), con base en Pontevedra y Asturias, que ya estuvo en Eslovaquia entre enero y julio, habrá relevado a los paracaidistas y tomará el mando de la brigada durante todo 2025.

Los únicos que van por libre son los militares estadounidenses que, como es habitual, no han querido poner su compañía de montaña bajo mando del general de brigada español ni de ningún otro extranjero. Esta semana, en un ejercicio con fuego real, las tropas de la OTAN tendieron una emboscada y pusieron en fuga a unos invasores de ficción, pero está por ver si, a la hora de la verdad, los tanques rusos de última generación caen en la misma trampa.

Un miembro de la Brigada Paracaidista lanza un dron en Eslovaquia.
Un miembro de la Brigada Paracaidista lanza un dron en Eslovaquia. Pepe Díaz/ RED

La brigada cuenta con media decena de carros combate Leopard 2A6 portugueses y otros tantos Centauros españoles –que, por primera vez, han salido al extranjero―, un batallón español con vehículos tácticos (Uro Vamtac), una compañía checa con blindados de origen soviético (BVP-2) y otra eslovena con un vehículo similar al BMR español (Valuk Pandur); así como misiles contracarro Spike israelíes, cañones de 105 Light Gun británicos, morteros de 81 milímetro también israelíes o sistemas españoles antidrones (Cervus), entre otro material. En cambio, carece de defensa antiaérea por encima de los 3.000 metros de alcance del Mistral y de helicópteros.

Estos últimos (dos Tigre de ataque y un NH-90 de transporte) se incorporarán al elemento avanzado del cuartel general de cuerpo de ejército que España ha destacado en la base aérea de Kuchyña, cocina en eslovaco. El equipo de 33 militares que dirige el coronel Gustavo Paredes sirve de enlace y coordinación con el cuartel general terrestre de alta disponibilidad de la OTAN en Bétera (Valencia). En caso de crisis, se desplazarían desde Bétera a Kuchyña un total de 400 militares –españoles, pero también de otras 12 naciones— y pondrían en marcha un puesto de mando capaz de dirigir un cuerpo de ejército de 60.000 efectivos.

Desde este cuartel general proyectable se conducirían “operaciones de alta intensidad” (conflicto abierto) en un área que abarca no solo Eslovaquia, sino también República Checa y Hungría. Como en el caso de la brigada, el jefe de esta misión, el teniente general español Luis Sáez Rocandio, no está en Eslovaquia, sino en Valencia, desde donde se encarga de ajustar y engrasar la maquinaria para que, en caso necesario, funcione como un reloj.

El elemento avanzado del cuartel general está cerca de Bratislava, donde el populismo de Fico cosecha sus peores resultados, mientras que la brigada multinacional se ha desplegado en Lešť, una zona agrícola a menos de 40 kilómetros de la frontera de Hungría, donde gobierna Víktor Orbán, principal aliado de Putin en la UE, por quien el primer ministro eslovaco no oculta su admiración.

Estas afinidades políticas, según los militares españoles, no afectan a la colaboración con sus anfitriones eslovacos que, tras la donación a Ucrania del armamento soviético que hizo el anterior gobierno (desde misiles antiaéreos S-300, a cazas Mig-29), están inmersos en un acelerado proceso de modernización con la compra de cazas F-16 y helicópteros Black Hawk estadounidenses. o Leopard 2A4 alemanes. “El apoyo que nos están dando los militares eslovacos es magnífico”, asegura el coronel Calvo, quien subraya que disponen para entrenarse del mejor campo de maniobras del país, con 145 kilómetros cuadrados.

Nunca antes España había asumido un compromiso militar de esta envergadura, reconocen fuentes del Ministerio de Defensa, y lo ha hecho en un escenario en el que la guerra ha dejado de ser una hipótesis remota para convertirse en la realidad que sufre desde hace 32 meses un país vecino de Eslovaquia, la frontera de la OTAN que el Ejército español ha acudido a defender.

Despliegue Terrestre en el Flanco Este (Eslovaquia)
Despliegue Terrestre en el Flanco Este (Eslovaquia)EMAD


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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.
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