Feijóo ensaya una nueva estrategia sin el foco solo en la cuestión catalana

Tras la primera etapa de la legislatura de Pedro Sánchez consumida en la batalla de la amnistía y con media docena de manifestaciones del PP contra la medida de gracia, Alberto Núñez Feijóo parece abrir ahora otro capítulo. El líder del PP inicia este curso una nueva estrategia con la que quiere poner el foco más allá de la cuestión catalana. No significa, indican en Génova, que el PP vaya a abandonar la confrontación por el perdón a los independentistas catalanes, ni tampoco que vaya a dejar de percutir contra la última derivada de los acuerdos del Gobierno de Sánchez con ERC y Junts, el concierto económico para Cataluña. Pero sí que su intención es plantear una “alternativa” de Gobierno sobre otras temáticas de corte transversal, como la conciliación y la vivienda. El plan, que pretende dar la batalla ideológica al PSOE en temas sociales donde los socialistas han sido siempre más competitivos, provocará en principio que el PP salga del monotema catalán. El líder popular presenta este lunes en Alicante su propuesta sobre la conciliación laboral y familiar, en una semana en la que tampoco soltará la presa de Venezuela. El martes, Feijóo recibirá al candidato opositor venezolano Edmundo González en el Congreso.

En el gabinete del líder del PP explican que la amnistía solo permitía un debate “de sí o no” donde no era posible plantear una alternativa, y el propósito ahora es abrir una etapa más propositiva, con medidas que impacten en un amplio espectro de la sociedad. Con la conciliación o la vivienda, Génova estima que interpela a una franja de votantes que va desde los 25 hasta los 60 años con preocupaciones compartidas por encima de las divisiones ideológicas. La propuesta de conciliación que Feijóo presenta este lunes junto al presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, pondrá énfasis en la gratuidad de las escuelas infantiles de cero a tres años, una medida que el líder popular implantó en Galicia en sus años como presidente de la Xunta y que las comunidades del PP empiezan también a poner en marcha.

Los populares también presentarán una ley del suelo propia en el Congreso con medidas para el problema de la vivienda, mientras sus gobiernos autonómicos se han negado a implantar el tope a los precios del alquiler que aprobó el Ejecutivo de Sánchez. En los últimos días, Feijóo ha pactado, además, con el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, un plan para hacer frente al desafío migratorio, una materia sobre la que va a seguir centrado ―con una gira internacional, que ya le ha llevado a Grecia― para achicar el espacio político a Vox y ha negociado con PSOE y Sumar impulsar la ley para los enfermos de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA).

El PP no va a dejar de agitar el agravio territorial, atacando el concierto económico para Cataluña por la vía de denunciar que rompe la igualdad entre españoles, pero la amnistía sí va a perder fuelle como asunto central de sus críticas. Génova no descarta, en todo caso, acudir al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) en caso de que el Tribunal Constitucional, como cree el PP, valide la constitucionalidad de la norma contra la que han presentado recursos tanto la dirección como los gobiernos autonómicos populares.

Pero el cambio de paso coincide con la decisión de la dirección del PP de desdibujar las líneas rojas al diálogo con Junts para agrietar la mayoría parlamentaria que sostiene a Pedro Sánchez. Fuentes de la cúpula popular confirman que el propósito es seguir hablando con el partido independentista catalán ―pese a que su líder, según insiste el PP, es un “prófugo de la justicia”― igual que con el resto de grupos del Congreso, salvo con Bildu. “Eso es el parlamentarismo”, insisten estas fuentes, que reconocen que la interlocución está muy verde en el Parlamento, con un portavoz del Grupo Popular, Miguel Tellado, a quien internamente se reprocha “falta de cintura” para buscar acuerdos, pero sí se mantiene un “canal abierto” en la dirección a través del vicesecretario institucional, Esteban González Pons. Génova niega oficialmente en paralelo que el PP vaya a buscar activamente el apoyo de Junts o del PNV en el Congreso, pero sí admite que es posible una convergencia de intereses “con iniciativas sobre temas económicos, de fiscalidad, industria y vivienda, donde a Junts le costará votar en contra”.

Pese a lo sucedido esta pasada semana con la votación sobre Venezuela que ganó el PP, en el equipo del líder popular no constatan una debilidad mayor de la mayoría de la investidura de Pedro Sánchez. Los populares consideran que el presidente “tiene el apoyo del PNV afianzado por su alianza en el Gobierno de Euskadi”, mientras el de Junts, en cambio, está ahora “más en entredicho” tras quedarse fuera del poder en la Generalitat. Génova cree que no habrá Presupuestos, pero que Sánchez aguantará y que sus últimos movimientos de equipos apuntan a que no prevé convocar elecciones en el corto plazo.

Con esa perspectiva, Feijóo inicia sin prisa una nueva fase abriendo el catálogo de temas y tratando de presentarse como un político con un plan de Gobierno, aunque no abandonará la oposición sin cuartel contra el PSOE. No habrá tregua incluso en materias de Estado, como la política internacional, y el choque seguirá en plena crisis diplomática con Venezuela.