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INMIGRACIÓN

Al menos 26 migrantes muertos y 50 desaparecidos tras el naufragio de un cayuco en Senegal

El capitán de la barca y organizador del viaje, un pescador de 52 años que cobró entre 450 y 600 euros a los jóvenes, se entrega a la Policía

Vista del puerto pesquero de Tefess (Senegal), en una imagen de archivo.
Vista del puerto pesquero de Tefess (Senegal), en una imagen de archivo.
José Naranjo

Al menos 26 migrantes fallecieron este domingo y otros 50 están desaparecidos después de que un cayuco con más de un centenar de personas a bordo naufragara en aguas de Senegal. La embarcación, de casi 20 metros de eslora, zarpó de la zona de Mbour Tefess, a unos cien kilómetros al sur de Dakar, la capital senegalesa, pero volcó tan solo diez minutos después debido al sobrepeso. Los servicios de rescate han ido recuperando los cuerpos con el paso de la horas: cuatro el mismo domingo, otros cinco el lunes y 17 este martes. Hay 24 supervivientes, entre ellos el capitán de la barca y organizador del viaje, un pescador de 52 años que se ha entregado a la Policía.

Muchos de los fallecidos son jóvenes que proceden de la misma localidad de Mbour en la que residía el pescador Cheikh Sall, quien fue detenido este lunes tras acudir a la Policía y quien ya había organizado otros viajes de migrantes hacia Canarias. Al menos uno de los cuerpos encontrados es de una mujer de 22 años. Sall, quien en las próximas horas pasará a disposición judicial, aseguró en su declaración que había cobrado entre 450 y 600 euros a unas 86 personas, pero que en el momento de subir a bordo no las contó y no podía saber si había más, según fuentes policiales, que no descartan que la cifra total de migrantes a bordo rondara los 150.

El propio detenido aseguró también que había comprado un motor y unos 3.000 euros de gasolina y que había decidido partir él mismo porque sufría de una enfermedad que no había podido curarse en Senegal, por lo que quería probar en España, según las mismas fuentes policiales. Las labores de búsqueda de cuerpos o posibles supervivientes, en las que participa un avión policial español, prosiguen. Este lunes, otros dos cayucos con 421 personas a bordo, entre ellos 20 menores, fueron interceptados en aguas senegalesas.

El alcalde de Mbour, Issa Sall, aseguró en declaraciones a la Agencia de Prensa Senegalesa, que “no hemos encontrado la buena solución” ante la emigración de los jóvenes y que “no podemos explicar las razones que llevan a estos chicos a enfrentarse a las olas del mar, pero tenemos que reforzar la sensibilización a través de las comunidades, las autoridades, los periodistas, todos debemos trabajar conjuntamente”.

Senegal fue uno de los países visitados recientemente por el presidente español, Pedro Sánchez, con la intención de buscar fórmulas para frenar la emigración irregular. En dicho viaje, Sánchez firmó un memorando con su homólogo senegalés, Bassirou Diomaye Faye, en el que acordaban mantener su colaboración para combatir la salida de cayucos pero, al mismo tiempo, se comprometían a buscar vías de emigración legal y segura.

Senegal vivió en marzo pasado un cambio político que llevó al poder a Faye y al primer ministro Ousmane Sonko. Esta alternancia supuso un renacer de la ilusión para muchos jóvenes que votaron por él tras 24 años de liberalismo en el poder. Sin embargo, aunque a un ritmo algo menor que en 2023, lo que ha permitido que Mauritania se convierta en el epicentro de estas salidas, los cayucos rumbo a Canarias también lo intentan desde Senegal. Sonko hizo un llamamiento reciente a los jóvenes para que no se subieran en estas embarcaciones y permanecieran en el país para contribuir al cambio económico y social.

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Sobre la firma

José Naranjo
Colaborador de EL PAÍS en África occidental, reside en Senegal desde 2011. Ha cubierto la guerra de Malí, las epidemias de ébola en Guinea, Sierra Leona, Liberia y Congo, el terrorismo en el Sahel y las rutas migratorias africanas. Sus últimos libros son 'Los Invisibles de Kolda' (Península, 2009) y 'El río que desafía al desierto' (Azulia, 2019).
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