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Málaga y Cádiz se sientan por primera vez con el Gobierno para estudiar el corredor ferroviario de la Costa del Sol

El secretario de Estado de Transportes, José Antonio Santano, convoca a 17 alcaldes de ambas provincias para analizar la infraestructura, que lleva planeada más de tres décadas pero nunca ha tenido avances significativos

Trenes de Cercanías en la estación de Cádiz
Trenes de Cercanías en la estación de CádizRENFE / EUROPA PRESS

Hace ya casi tres décadas que Málaga planeó la construcción de un corredor ferroviario que recorriera toda su costa. La idea, lanzada a finales de los 90, dibujaba un tren que unía Nerja con Estepona para, así, coser de punta a punta toda la provincia cerca del mar, donde vive la mayoría de su población. La idea era ambiciosa porque incluso planeaba su conexión con Algeciras, ya en la provincia de Cádiz, para dar servicio al Campo de Gibraltar. Un proyecto costoso que debía ser impulsado por el Gobierno, pero ninguno de los que ha pasado por La Moncloa ha conseguido arrancarlo desde entonces. Hoy el de Pedro Sánchez lo quiere intentar: ha convocado a los alcaldes de los 17 municipios implicados, a la Diputación malagueña y la Junta de Andalucía para hablar de movilidad. Y el llamado tren litoral tiene ahí un papel clave.

Sorprende, pero esta es la primera vez que todas las administraciones afectadas se sientan en una misma mesa para abordar la infraestructura. La reunión estará presidida por el secretario de estado de Transportes, José Antonio Santano, que estará acompañado de altos cargos del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible. Acudirán los subdelegados del Gobierno en Andalucía, Cádiz y Málaga, además de alcaldes y alcaldesas de 13 municipios de la Costa del Sol —Nerja, Torrox, Vélez-Málaga, Rincón de la Victoria, Málaga, Torremolinos, Benalmádena, Fuengirola, Mijas, Marbella, Estepona, Casares y Manilva— y otros cuatro del litoral gaditano: San Roque, La Línea de la Concepción, Los Barrios y Algeciras. Su inicio está previsto para las 11.00, pero nadie sabe cuándo acabará. “Hay muchos temas y numerosos factores para tener en cuenta”, explican fuentes del Gobierno. Más allá del tren, se discutirán nuevos carriles en la A-7, cómo aliviar su saturación —y si es posible, la gratuidad de la autopista AP-7— o la movilidad interna de los municipios, muchos de los cuales utilizan la autovía como una calle más favoreciendo los atascos.

“Esperamos que no vengan solo para una simple foto”, decía la presidenta del PP en Málaga, Patricia Navarro, el pasado viernes, para calentar la reunión. El tono en el que discurrirá la conversación es una incógnita. “Vamos a ir con un espíritu constructivo, pero también reivindicativo”, aseguraba igualmente la semana pasada Margarita del Cid, regidora de Torremolinos y presidenta del Consejo de Alcaldes de Málaga en el PP. Los populares han hecho un fuerte frente común para reivindicar el tren litoral desde que en las elecciones municipales de la primavera de 2023 reforzaran su poder en toda la costa malagueña. Entonces consiguieron la inmensa mayoría de alcaldías, y la que se les escapó, Mijas, la obtuvieron meses más tarde gracias a una moción de censura con el apoyo de Vox. La ofensiva ha sido constante y beligerante desde entonces.

“Vamos ya muy tarde”, subrayaba Del Cid el miércoles pasado, quien aseguraba que “se han perdido seis años” en este proyecto porque desde la llegado de Pedro Sánchez “el Gobierno ha sido negacionista con Málaga”. “Ha rechazado nuestro crecimiento y nuestra proyección”, insistía la alcaldesa, que tiraba de agravio frente a otros territorios y destacaba los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) que predicen que la provincia malagueña será la más poblada de Andalucía a partir de 2028 y la que más crezca en población —un 21%— en toda España entre los años 2024 y 2039. Nada dijo Del Cid, eso sí, de que durante los cinco años anteriores, los del Gobierno de Mariano Rajoy, tampoco se produjeron pasos de relevancia para definir el corredor ferroviario. Igual que ocurrió con Zapatero anteriormente.

“Todo parece muy sencillo”

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Los responsables municipales llegan también enfadados tras las palabras que el Ministro de Transportes, Óscar Puente, expuso a principios de abril en una entrevista en Onda Cero. “Se me antoja complicado hacer una apuesta de ese tipo en un plazo de tiempo razonable cuando no hay ni estudio de viabilidad ni declaración de impacto ambiental. No hay un solo papel con el que trabajar”, señaló Puente, que apuntaba entonces la facilidad para trazar una línea recta en el mapa que sirva para unir municipios por tren pero las dificultades para hacerla realidad. “Todo parece muy sencillo, pero hay problemas de orografía, condicionantes económicos y medioambientales”, insistía. En una Costa del Sol donde el desarrollo inmobiliario es constante y jamás se ha dejado de construir, diseñar una nueva infraestructura genera aún más dificultades de las que tienen por sí mismos este tipo de proyectos. “Hay zonas por las que físicamente parece imposible ejecutar obras”, afirmó Diego Vera, coordinador académico del Máster de Derecho de la Ordenación del Territorio, Urbanismo y Medio Ambiente de la UMA y uno de los redactores del Plan de Ordenación del Territorio de la Costa del Sol Occidental que incluía una propuesta de trazado para el corredor, pero fue tumbado por los tribunales en 2015.

Se han estudiado numerosas alternativas, recorridos y opciones. Desde la construcción de una línea de alta velocidad entre Málaga y Marbella —el único municipio español con más de 100.000 habitantes sin conexión ferroviaria— hasta alargar la línea de Cercanías (hoy en fase de desdoblamiento de sus vías) que ahora solo llega hasta Fuengirola. Esta última es una solución inviable para Puente porque, “si el tren para en 20 sitios, no es competitivo” y eso, aseguraba, llevaría a que la ciudadanía acabe “haciendo lo mismo que ahora: coger el coche”. La última propuesta partió de un estudio encargado por el Ayuntamiento de Málaga y la Diputación provincial y patrocinado por Unicaja, que ponía sobre la mesa la enorme inversión inicial que este proyecto requiere: 2.700 millones de euros y también sus dificultades.

La sociedad civil, mientras, permanece expectante ante la reunión de hoy y con la seguridad de que el tren litoral es básico para el futuro de la provincias andaluzas, “tanto para la población local como para el turismo”, como explicaba hace unos meses a EL PAÍS Antonio Gallegos, docente e investigador del Departamento de Geografía de la Universidad de Málaga. “La conexión ferroviaria es fundamental por motivos económicos, sociales y medioambientales”, ha apuntado también Violeta Aragón, portavoz de la Plataforma por el Tren Litoral de la Costa del Sol, de la que forman parte empresarios, hoteleros, promotores, colegios profesionales o constructores entre otras organizaciones.

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