La financiación singular de La Línea irrita a otros municipios gaditanos: 24 millones por sostener al PP
El alcalde presume de los fondos conseguidos en solo un año de la Diputación tras su acuerdo con los populares: “Es lo que pasa en Madrid pero al revés, allí se llevan más los que más tienen y aquí, los que menos”
Justo cuando en La Línea de la Concepción ya tenían asumido con sorna que los vecinos de Algeciras llamasen Sarajevo a su estadio municipal, el mote ha perdido la gracia. Unas obras ya en curso financiadas por la Junta de Andalucía han acabado con su imagen ruinosa. No es la única piqueta que se ve por las calles de un municipio que lleva décadas asolado por el paro y la pobreza. A pocos metros del viejo Sarajevo, la Diputación de Cádiz promueve un estadio de atletismo. En la zona sur, hace lo propio con un pabellón; en el centro invierte en el Mercado y en el entorno de la Plaza de Toros. Y eso es solo lo que está en ejecución de una lluvia de 24,5 millones de euros que esa Administración provincial del PP se ha dejado en apenas un año en el municipio, como contrapartida al alcalde por su apoyo político para sostenerlos en la presidencia.
La oleada de inversiones en una institución cuyo principal fin es el apoyo a los municipios más pequeños lleva meses enervando, con sus matices, a otros municipios gaditanos como San Roque, Sanlúcar de Barrameda o Rota, todos ellos de distinto color político. Pero el alcalde, Juan Franco, del partido independiente La Línea 100x100, se sacude las críticas: “A nosotros se nos ha achacado que somos unos cuatreros, eso es verdad. Lo que no es verdad es que dicen que somos insolidarios. ¿Hasta la fecha quienes han sido los insolidarios para permitir que un municipio como este esté en la situación que está? (…) Es lo que pasa en Madrid, pero al revés: allí se llevan [del Gobierno] más lo que más tienen y aquí, los que menos. El principio de solidaridad de la Constitución se cumple”.
La noche del 28 de mayo del año pasado, día de las elecciones municipales, Franco tuvo bien claro que pensaba aprovechar las mieles que las urnas le habían regalado. Y no solo porque lo auparon a ser de los alcaldes más votados de España —75,18% de votos, 22 de los 25 concejales del pleno—, sino porque los diputados logrados por La Línea 100x100 en la Diputación valían muy caros en una composición plenaria en la que PP y PSOE quedaron empatados. Franco —que había apoyado al PSOE en el anterior mandato de la Diputación en el que no eran tan decisivos— se dejó adular por unos y otros y apostó por los populares, después de que estos le prometiesen además apoyo supralocal de la Junta de Andalucía, también en sus manos. “La situación nos dio una oportunidad histórica para poder afrontar en tiempo récord de cuatro años problemas que arrastramos desde hace más de 100″, apunta el regidor.
Y comenzó la lluvia de millones para un municipio de 62.900 habitantes, acostumbrado a arrastrar el sambenito de ser conocido en toda España por sus problemas con el narco, sus altas tasas de paro y su baja esperanza de vida. De los 1,5 millones de euros anuales que recibió la localidad —con un presupuesto anual de 53 millones y una deuda de 126 millones— durante los cuatro años de apoyo a los socialistas en la Diputación de 2019 a 2023, a los 24,5 millones conseguidos en el primer año sosteniendo a los populares.
La presidencia de la Administración provincial justo tira de esos históricos y preocupantes indicadores para justificar la inversión. “La Línea es una ciudad que históricamente ha estado infrafinanciada, marginada (…). En otras provincias se ha intervenido de manera similar en municipios depauperados y nadie se ha asombrado, sino todo lo contrario”, defienden desde la institución, haciendo suya la argumentación que Franco lleva años esgrimiendo para intentar conseguir una financiación singular para su municipio.
Pero Juan Carlos Ruiz Boix, anterior presidente socialista en la Diputación y alcalde de San Roque, ve otra motivación: “Es su socio preferente y tienen que ofrecerle para que en La Línea no piensen en una moción de censura que les saque de la Diputación porque sumamos. Está exigiendo esa posición y el PP está entrando”. Ruiz Boix afea a la actual presidencia que el trato a La Línea va en detrimento de los 30 municipios menores de 20.000 habitantes de la provincia y que los populares no se rijan por el principio de concurrencia competitiva por el que todos los ayuntamientos —también los mayores— puedan conseguir fondos en función de los proyectos presentados.
Pero desde la derecha aseguran que si La Línea se ha podido hacer con esos fondos es porque quedó un remanente de tesorería sin un plan extraordinario de inversiones planteado por la corporación saliente y con un límite de adjudicación ajustado a final de 2023. “El escenario este 2024 ha sido distinto porque el equipo de gobierno y los técnicos han contado con tiempo para desarrollar y tramitar todos los planes para inversiones, proyectos y servicios que existían y, además, incorporar algunos nuevos”, apuntan desde la Diputación.
Mientras, Franco dice poder comprender el resquemor de otros municipios —que se quejan también de que la institución provincial otorga más fondos a los consistorios populares—, pero no los aspavientos, así que tira de nuevo de símil nacional: “Puedo entender que el presidente [del Gobierno] haya tenido que ceder para mantener el poder, ¿que hay dos varas de medir? Actuamos como lo que somos, como políticos. Tenemos una serie de problemas y necesitamos gestionarlo dentro del marco legal”. Y da un consejo al resto de localidades que se sienten agraviadas: “La receta es que voten un partido independiente, que saquen dos diputados y que lo consigan. Entiendo que tengan que protestar, pero nosotros es que hemos estado olvidados”.
A la lista de la pista de atletismo, el pabellón, el Mercado y el entorno de la Plaza de Toros —todas ellas ya en ejecución— está previsto que se sumen más inversiones, como mejoras en la flota municipal, mobiliario urbano, actividades culturales y una plan de empleo, actuaciones muchas de ellas en licitación y ya bajo el paraguas de planes de inversión abiertos a otros municipios, como el programa Cádiz en Marcha. El alcalde linense no desvela si el acuerdo que firmó con el PP hace un año contempla cantidades específicas de dinero —”los caballeros no hablan de dinero”, se excusa—, pero deja claro que en los tres años que quedan su intención es seguir apretando: “No es que hayamos conseguido esto, es que vamos a conseguir más”. Por ahora, Franco dice que se siente satisfecho con el acuerdo, aunque tampoco se cierra puertas. “Estamos cómodos con el PP, pero esto es como todo, conozco matrimonios felices en los que se torcieron las cosas”, zanja con tono más de exhortación que de advertencia.
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