Espadas reitera su deseo de ser candidato a la Junta de Andalucía ante los secretarios provinciales
El PSOE andaluz dice que ve “desgaste” en Juan Manuel Moreno y remite a dirimir “las cuestiones orgánicas cuando correspondan”
El PSOE andaluz es hoy un partido en ebullición, descontento tras el 9-J con su cuarta derrota electoral consecutiva desde 2022, pero no hay un calendario de congresos abierto que permita propiciar relevos inminentes en la cúpula regional o en las provinciales, por lo que las “cuestiones orgánicas” se resolverán “cuando correspondan”. Así lo han manifestado en una “resolución” el secretario general de los socialistas de Andalucía, Juan Espadas, y los ocho secretarios generales provinciales del partido tras una reunión celebrada en la sede autonómica. En esa cita, Espadas no ha pedido el apoyo expreso de los dirigentes locales, pero sí les ha manifestado que “quiere ser” candidato a la presidencia de la Junta en 2026, según fuentes socialistas.
A la entrada de la reunión, los periodistas preguntaron a Espadas si los dirigentes locales venían a apoyarlo. “Yo a ellos y ellos a mí, y a evaluar los resultados”, contestó. Y tres secretarios provinciales —los de Sevilla, Granada y Almería— manifestaron su “apoyo absoluto” al dirigente regional. Pero nada de eso se recoge en la “resolución”, porque sería tanto como reconocer públicamente que Espadas está cuestionado por los suyos y necesita de un refrendo explícito, ante las peticiones de dimisión de algunas voces socialistas.
En el comunicado, la ausencia de autocrítica tras perder las europeas en el conjunto de Andalucía, en las ocho provincias y en las ocho capitales es absoluta. Los dirigentes andaluces, que se autodenominan “los máximos responsables” del PSOE andaluz, destacan el 32,2% obtenido en las pasadas europeas en Andalucía, “dos puntos por encima de la media nacional de voto al PSOE, lo que supone casi 18% del total, con 935.603 votos”; subrayan que el PSOE “solo ha ganado” en Cataluña, Navarra y Canarias “con porcentajes inferiores al nuestro”; aseguran que es el partido más votado en el 54% de los municipios, “aunque experimenta algún retroceso en el medio rural y municipios grandes de áreas metropolitanas”; y acusan al PP de generar un ambiente político “irrespirable” con un “hostigamiento perpetuo” a Pedro Sánchez.
Pese a reconocer que el resultado del 9-J en Andalucía “no es el deseado”, constatan “una base electoral sólida” en las tres últimas elecciones. Y afirman: “La recuperación de voto socialista desde las elecciones autonómicas de 2022, junto con la caída de voto del PP, hace que la distancia en estos momentos entre los dos partidos haya pasado de estar entre el 43% del PP y 24% del PSOE de 2022, al 37% del PP y 32% del PSOE en estas pasadas elecciones. Es decir, la diferencia se reduce de 19 a cinco puntos en dos años”.
Los “máximos responsables” llegan a ver una cierta decadencia del presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, que ha conseguido que el PP por primera vez gane unas elecciones europeas en la región más poblada de España. “El desgaste de Moreno Bonilla como líder del PP en comparación con otros liderazgos en comunidades autónomas se traduce en que es el único territorio donde, gobernando su partido con mayoría absoluta, no llega al 40% de los votos”.
Después de este análisis, la “conclusión” de los secretarios generales como “no puede ser otra” es la siguiente: “La necesidad de reafirmarnos en el proyecto político emprendido en el inicio de esta legislatura autonómica y seguir profundizando y mejorando la labor de oposición y la movilización de todo el partido en las agrupaciones locales”.
Descontento en las agrupaciones locales
En el último párrafo de la “resolución” abordan la situación interna en la que dejan claro que los cambios si se producen se harán cuando toquen. “Las cuestiones orgánicas que puedan plantearse se dirimirán en los órganos del partido y cuando correspondan en los respectivos congresos”.
En las ocho agrupaciones locales de Andalucía hay con mayor o menor intensidad (en la de Málaga es un clamor) voces descontentas que reclaman relevos en la cúpula. Esta situación se agudizó tras las elecciones municipales de 2023, cuando el PSOE perdió no solo las ocho capitales, sino también en muchos municipios que permitían a este partido gobernar en las diputaciones, convertidos en oasis de empleo tras la pérdida de la Junta de Andalucía en 2018. De las seis que gobernaban ahora solo lo hacen en las de Sevilla y Jaén. En los municipios es donde está el mayor agujero del PSOE andaluz y el origen de la desmovilización del partido, sostienen muchos dirigentes.
Aunque Espadas asegura que quiere volver a repetir como candidato a la presidencia de la Junta, nadie en el PSOE asegura que eso vaya a ser así. “No se sabe. Hay gente que cree que puede remontar y otros que no. Hay mucha polarización interna”, reconoce un dirigente provincial.
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