Unos 30 grados calentaban el domingo pasado la Puerta de Alcalá de Madrid, donde el PP había convocado la enésima manifestación contra el Gobierno de Pedro Sánchez. Allí, debajo de la sombra de un árbol y acompañado por la diputada popular Cayetana Álvarez de Toledo, aguardó sentado en una silla durante más de media hora Fernando Savater antes de saludar a la cohorte popular. El filósofo y una de las figuras más destacadas de Ciudadanos ocupa el último puesto, simbólico, de la lista del PP a las elecciones europeas del próximo 9 de junio. Era una de las estrellas invitadas en la concentración. El propio Savater ironizó con su periplo político durante su intervención ante las miles de personas que se habían congregado contra del Gobierno:
—Algunos se preguntarán qué hago yo aquí después de haber tenido otras muchas opciones políticas y bandazos en la vida. He cambiado muchas veces de grupo político, pero siempre me he basado en dos cosas: España y la democracia.
Pero el viraje de Savater no era el único representado en el acto del domingo. En primera fila escuchaba Adrián Vázquez, eurodiputado y jefe de la delegación de Ciudadanos durante los últimos meses en el Parlamento Europeo. Y también principal artífice de la negativa de CS a concurrir a los comicios generales del pasado 23 de julio después un nuevo batacazo en las urnas autonómicas y locales del 28 de mayo. Entonces ejercía de secretario general de la formación y había liderado la pretendida refundación del partido. Hoy, un año después, ocupa un destacado décimo puesto en la candidatura del PP (la encuesta de 40dB. para EL PAÍS y la SER otorga hasta 23 escaños a los populares).
Vázquez auspició las conversaciones para que Ciudadanos se disolviera bajo las siglas populares tanto en las elecciones europeas como en las catalanas. Pero la resistencia feroz de dirigentes como Carlos Carrizosa, exportavoz de Ciutadans en el Parlament, dio al traste con un plan trazado por Alberto Núñez Feijóo en su intento por “reconstruir” las derechas en torno a su partido. Frente al fiasco, Génova absorbió a tres de los siete eurodiputados que Ciudadanos mantenía en Bruselas: el mencionado Vázquez, Eva Potcheva y Susana Solís. Todos habían cargado sin remilgos contra las decenas de “tránsfugas” que les precedieron en su viaje al Partido Popular.
“Decían que estábamos muertos y aquí estamos”. Con cuajo compareció Carrizosa tras conocerse el resultado en las últimas elecciones catalanas. Como vaticinaban las encuestas, CS se quedó fuera del Parlament con unos 22.000 votos. Hacía solo siete años habían sido primera fuerza de la misma Cámara, con Inés Arrimadas a la cabeza, 36 escaños y más de un millón de sufragios. El nuevo desastre sufrido el 12 de mayo supuso además la pérdida de los últimos seis diputados autonómicos que retenía la formación, que ya solo cuenta con unos 400 concejales en toda España. Ante ese panorama, Carrizosa despejó las “dudas”: “Les quiero dejar claro que seguimos adelante con nuestra candidatura a las elecciones europeas”.
El designado para navegar un barco con rumbo titubeante hacia Bruselas es Jordi Cañas, histórico de Ciudadanos y a su vez eurodiputado. El candidato de CS a los comicios europeos se reivindicó este jueves delante de los leones del Congreso coincidiendo con la aprobación definitiva de la ley de amnistía. Mientras la Cámara baja vivía dentro una de las jornadas más trascendentales, una decena de fieles disimulaba la soledad de Cañas y de Ciudadanos, un proyecto que tocó el cenit en su lucha contra el procés y en los comicios que sucedieron al artículo 155 de la Constitución. Allí, Cañas tuvo que responder a la inevitable pregunta sobre su improbable entrada en Parlamento europeo. Se recolocó sus características gafas de pasta negras y miró desafiante a las cámaras:
—¿Sabe donde estaré el 10 de junio? Trabajando en Bruselas.
Ciudadanos encara estas urnas ya sí como la definitiva prueba de vida, con el único programa “liberal progresista” capaz de defender los “intereses de los españoles” en el Parlamento europeo. Pero CS se asoma de nuevo a una cita electoral con la etiqueta de partido con acta de defunción y unos sondeos paupérrimos. La encuesta de 40dB. para EL PAÍS y la SER deja a la formación sin ningún eurodiputado y el 1,1% en intención de voto. El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) insufla un halo de esperanza: mantendrían representación con 1 o 2 escaños gracias al 1,8%-2,6% de los sufragios. El equipo de Cañas tira de épica y se aferra a las mayores posibilidades que ofrece la circunscripción única del Parlamento europeo, donde irrumpieron en 2014 con unos 500.000 votos y dos escaños.
El problema para Ciudadanos es que no lucha solo contra sí mismo. A la absorción de tres eurodiputados por parte del PP se suma el hecho de que, en el espacio donde pretende recabar votos —a caballo “entre PSOE y PP”—, han desembarcado nuevas opciones. Y en ellas han recalado antiguos dirigentes de la formación.
“Hemos venido a subsanar el error de la XIII legislatura”. Con esta frase recuerda el exportavoz parlamentario de Ciudadanos Edmundo Bal el desastre de 2019, cuando la formación pasó de 57 escaños en las elecciones generales de abril a los escasos 10 diputados de noviembre. Un fracaso que desembocó en la dimisión del entonces líder, Albert Rivera, y en la posterior unción de Arrimadas como presidenta, con quien Bal libró una batalla sin cuartel cuando quedaban ya solo los estertores del partido. El diputado se enfrentó después en primarias con Vázquez, con quien perdió por un estrecho margen. Desde hace unos meses, el abogado de Estado abandera la plataforma con vocación centrista Nexo, que concurre bajo la marca Cree a los comicios europeos.
“El pasado 23 de julio fue la primera en mi vida que voté en blanco”, explica Bal. ”El proyecto que montamos es un partido de centro de verdad, no de derechas como es Ciudadanos”, sentencia. En torno al 30% de las bases y miembros de su formación vienen también de su antiguo partido. Cree concurre además en coalición con Contigo, partido que ya en 2023 aspiró a las urnas municipales con excargos locales de Ciudadanos.
Tanto Bal como el exvicepresidente de Castilla y León Francisco Igea fueron expulsados de Ciudadanos el año pasado al enfrentarse a la dirección —comandada por Vázquez—, tras la decisión de no presentarse al 23-J y de acusar a la cúpula del partido de solo buscar apropiarse de los seis millones de euros que aún quedaban en las arcas para venderse en el futuro al PP. Igea, ahora procurador no adscrito en las Cortes de Castilla y León, se ha sumado al nuevo partido bautizado como Izquierda Española, que propugna como raíz vertebral la lucha contra las cesiones a las fuerzas nacionalistas, según sus promotores. “La deriva del PP en su viaje a la ultraderecha con Vox y mi experiencia de gobierno con ellos es más que suficiente para dejar claro que no volveré a compartir proyecto con nadie que pueda apoyarles. Europa tiene un grave problema con el giro que se anuncia, y hacerle frente es una obligación”, afirma el exvicepresidente autonómico. El PSOE ha traicionado los principios básicos de la igualdad y es imprescindible generar una alternativa sensata”, añade.
Igea ocupa el puesto 37 de la lista y la hasta ahora eurodiputada de Ciudadanos y anteriormente portavoz del PSOE en el Congreso Soraya Rodríguez ostenta el segundo puesto detrás del líder, Guillermo del Valle. Frente a la división del espacio y la profusión de partidos, Cañas ensalza su bagaje. “El centro lo representa Ciudadanos como lo lleva haciendo 18 años”. Las urnas del 9 de junio dirán hasta cuándo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Es redactora en la sección de España y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde trabajó en la sección audiovisual hasta verano de 2021. Antes cubrió información local en el diario Granada Hoy. Es licenciada en Derecho por la Universidad de Granada y en Periodismo por la Universidad de Málaga y Máster de Periodismo de EL PAÍS.