Imanol Pradales: “Es muy peligroso jugar con el terrorismo en el conflicto catalán”
El candidato del PNV a lehendakari se declara un “independentista con los pies en el suelo”, afirma que su partido “no favorecerá la inestabilidad política” en España y que “el ‘procés’ no es un modelo para Euskadi”
“Imanol, sé tú mismo”. Este fue el consejo que le dio el lehendakari Iñigo Urkullu al candidato del PNV a sucederle en el cargo. El último sondeo elaborado por el Gobierno vasco, conocido el pasado viernes, pronostica un empate a escaños entre su partido y EH Bildu. En ese caso, los socialistas vascos tendrían la llave de la gobernabilidad en el País Vasco. Imanol Pradales (Santurtzi, Bizkaia, 48 años) es partidario de repetir la coalición con el PSE-EE porque desconfía del “tacticismo y falta de seriedad” que observa en la izquierda abertzale durante la precampaña electoral. “Yo defiendo ampliar y reforzar el autogobierno; son otros los que han virado a nuestras posiciones”, dice en alusión a los independentistas. Todo apunta a que las elecciones vascas se celebrarán el 21 de abril, el día en que Pradales cumplirá 49 años de edad.
Pregunta. Estamos a las puertas de las elecciones más reñidas de la historia. Su partido, el PNV, ha dado muestras de desgaste o debilidad en las últimas citas. ¿Teme la pérdida de ese liderazgo?
Respuesta. En las elecciones municipales y forales [de 2023] ganó el PNV. A estas llegamos con fuerza renovada y con ganas de explicarle a la sociedad que tenemos un nuevo proyecto que permitirá llevando este país a mayores cotas de bienestar y de autogobierno.
P. El PNV ganó, pero la ventaja sobre EH Bildu es cada vez menor. El 23-J se quedó a 1.100 votos de alcanzar a un PNV que perdió más de 103.000 sufragios. ¿Está en peligro la hegemonía de su partido?
R. Lo ocurrido lo tomamos como un toque de atención. Por eso hoy estamos ofreciendo un proyecto renovado, con personas distintas y una apuesta por una Euskadi del bienestar, fiable y global.
P. ¿Está pagando el PNV la factura de acomodarse tras tantos años en el poder?
R. En Europa se han dado cambios y muchos partidos que lideraban sus países han perdido el gobierno. El escenario global también nos afecta. Gobernar un país implica cierto desgaste. No obstante, el Gobierno vasco aprueba con nota, según todos los indicadores que valoran su gestión.
P. ¿Cuáles la marca que distingue al PNV de otras formaciones?
R. Hace más de cuatro décadas apostamos por una construcción de país basada en el autogobierno y el Estatuto de Gernika. Nuestro modelo siempre ha ligado el bienestar al autogobierno. Estas elecciones vamos a elegir entre el modelo que ha traído bienestar a Euskadi y el modelo de EH Bildu que no conocemos aún y está por definir.
P. ¿Son modelos antagónicos o podrían convivir, más allá de acuerdos puntuales entre el PNV y EH Bildu?
R. Son propuestas muy diferentes. A mí me alarma que se proponga el intervencionismo en la política económica e industrial. Esta semana, miembros de Sortu okupaban dos viviendas turísticas de San Sebastián. Parece que plantean una política de vivienda basada en la okupación. Y en el ámbito político, se observa una ciaboga en quienes ahora utilizan términos como ‘más y mejor autogobierno’, que hasta hace poco tiempo no estaban en el vocabulario de EH Bildu.
P. ¿Está EH Bildu asumiendo el lenguaje del PNV?
R. Nosotros tenemos una trayectoria y hemos expuesto siempre sin filtros ni medias tintas nuestro mensaje. Defendemos que más autogobierno es sinónimo de más bienestar. Son otros los que han virado y vienen acercándose a nosotros.
P. ¿No es fiable el modelo que propone EH Bildu?
R. El PNV ha demostrado que es un partido de fiar. Cuando tomamos una decisión, la llevamos a cabo. Son ellos los que se acercan hacia el camino que ha trazado el PNV estos últimos 40 años.
P. Las encuestas dicen que la coalición favorita de los vascos es un pacto PNV-EH Bildu. ¿Esto es posible?
R. Las encuestas dan una división de opiniones. Hay quienes apuestan por un Gobierno como el actual, entre el PNV y el PSE-EE; otros prefieren un tripartito de izquierdas; y también, los que apoyan un acuerdo de gobernabilidad entre el PNV y EH Bildu. Hablar ahora de pactos es precipitado y obedece a tacticismos.
P. Pero la ciudadanía merece saber cuáles son sus preferencias sobre pactos de gobierno, porque ningún partido va a alcanzar la mayoría absoluta.
R. Hemos gobernado con otras fuerzas políticas, estamos acostumbrados a ello y es bueno que así sea. No perdamos de vista que en estos momentos existe un acuerdo político entre el PNV y el PSE-EE para gobernar las instituciones municipales y forales. Me siento cómodo con esta coalición.
P. El PNV ha demostrado cintura política para pactar con otras opciones políticas. ¿Cabría hacerlo con EH Bildu?
R. EH Bildu acaba de apoyar la ley de cambio climático en el Parlamento vasco. Estuvo a punto de apoyar la ley de educación, pero se descolgó a última hora por razones que no entiendo aún. El acuerdo sería posible, pero teniendo claro por qué y para qué.
P. El candidato de EH Bildu, Pello Otxandiano, le ha lanzado un guante al interpelarle si está dispuesto a dejar gobernar a la lista más votada. ¿Se ven ellos ganadores?
R. Estamos en el momento del tacticismo político y electoral. Si aplicamos esa teoría, en España estaría gobernando Feijóo, el presidente de Navarra sería [José Javier] Esparza (UPN), y el alcalde de Pamplona sería [Cristina] Ibarrola (también de UPN). O en Bermeo (Bizkaia) gobernaría el PNV y no Bildu. En esta cuestión veo tacticismo y falta de seriedad.
Yo me siento cómodo con la coalición entre el PNV y el PSE-EEImanol Pradales, candidato del PNV a lehendakari
P. ¿Ve un toque populista en esa propuesta de EH Bildu? Usted alertó del peligro de los populismos de izquierdas y de derechas en su presentación.
R. Escucho pronunciamientos políticos poco serios que me causan alarma. Me refiero a quienes prometen el gratis total y dan a entender que los recursos públicos son infinitos. Nos olvidamos de los valores que nos han traído donde estamos son el trabajo, el esfuerzo, la cultura de la colaboración… Gobernar es priorizar.
P. ¿Imanol Pradales es el continuismo, un Urkullu rejuvenecido?
R. Imanol Pradales es la renovación en el PNV. El partido ha hecho una renovación profunda de las personas y yo soy quien estoy al frente de un equipo nuevo.
P. Toma el relevo de Urkullu, a quien ha definido como “un referente”. Urkullu ha hecho bandera del acuerdo y del consenso en su actuación política. ¿Usted va a seguir por la misma senda?
R. Sin duda. Estamos en un momento político importante porque la geometría política en el Estado es la que es. Yo aspiro a mejorar el autogobierno actual y fortalecerlo. Eso exige en primer lugar el cumplimiento íntegro del Estatuto de Gernika, como está recogido en el acuerdo PSOE-PNV para la investidura de Sánchez, que fija ese compromiso en un plazo de dos años. Además, están pactados cuatro elementos para fortalecer el autogobierno: el reconocimiento nacional de Euskadi, la actualización de los derechos históricos, un sistema de garantías y finalmente dar a los vascos la capacidad de decisión.
P. ¿En qué plazos habría que hacerlo?
R. Dependerá de la voluntad política de las partes. Por nuestra parte, la voluntad para dialogar, negociar y acordar va a ser máxima. Es bueno que el nuevo estatuto permita ensanchar los consensos que hubo en 1979, cuando se quedaron fuera la izquierda independentista y Alianza Popular, hoy PP.
Soy un independentista con los pies en el suelo
P. ¿Procede hablar ahora de independencia? Los últimos estudios sociológicos no contemplan esta aspiración entre las prioridades de los vascos, ni siquiera entre los votantes del PNV.
R. Yo me siento independentista, pero tengo los pies en el suelo. Conozco perfectamente cómo es la sociedad vasca y creo que el camino del autogobierno es el camino por el que tenemos que seguir transitando.No podemos obviar que el autogobierno ha traído mayores niveles de bienestar, nos ha permitido crear Osakidetza, la Ertzaintza, un sistema educativo y desarrollar políticas económicas, industriales, de protección social… propias.
P. ¿Descarta las vías rupturistas o un procés a la vasca?
R. Ese no es el modelo para Euskadi.
P. ¿Ve en peligro la legislatura de Sánchez? ¿Cómo analiza la situación política del país?
R. Es una legislatura de incertidumbre, porque los partidos que apoyamos la investidura somos variopintos y variados. Como dijo Urkullu, “necesita a todos todo el tiempo’” Cuando alguno de los partidos que apoyaron la investidura duda o se separa de ese bloque, la incertidumbre política se acrecienta. Quiero confiar en que podamos ir buscando esos acuerdos y esos equilibrios, porque creo que hay que darle tiempo a la legislatura. Nosotros no vamos a favorecer la inestabilidad política. Hemos demostrado que somos un partido serio y fiable. Pero no solo depende de la voluntad del PNV.
Hay que darle tiempo a la legislatura [de Sánchez]. El PNV no favorecerá la inestabilidad política
P. ¿Saldrá adelante la ley de amnistía pese a la resistencia de sectores de la justicia?
R. La ley de amnistía no deja de ser una respuesta política a algo que nunca tuvo que salir del ámbito político y que sin embargo terminó con la judicialización del llamado procés. Cuando se judicializa un conflicto de raíz política, hay que intentar por todos los medios devolver a ese conflicto a la política, porque desde la política es desde donde se debería abordar. Desgraciadamente, eso no ocurrió. Lo que pretende la ley de amnistía es reequilibrar esa balanza. Yo confío que exista un acuerdo entre los partidos catalanes con el Gobierno español y que se vuelva a reencauzar el problema. Eso implica que van a tener que seguir dialogando y van a tener que seguir negociando. El PNV estará para acompañar ese acuerdo.
P. ¿Qué le parece que se le quiera implicar a Puigdemont en un delito de terrorismo?
R. Hay una parte de la judicatura que no quiere dar una solución política al conflicto en Cataluña y opta por la judicialización continua. Eso es malo para todos y no ayuda a la convivencia. Los problemas políticos se deben debatir en el ámbito político, no en el ámbito judicial. Me parece muy peligroso jugar con estas cuestiones en el conflicto de Cataluña. Por desgracia, en Euskadi hemos vivido el drama del terrorismo y no se debe jugar con eso, porque uno sabe cómo se empieza pero no cómo acaba.
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