Tres candidatos se disputarán en marzo la sucesión de Fernández Vara en el PSOE de Extremadura

El PSOE de Extremadura vive ya la carrera por la sucesión a su secretaría general después de 15 años de mandato del expresidente del gobierno extremeño Guillermo Fernández Vara. El camino, no obstante, comenzó tras las elecciones autonómicas del pasado 28 de mayo cuando los socialistas, pese a haber ganado los comicios, no consiguieron mantener el Gobierno autonómico que tuvieron en su poder durante las dos anteriores legislaturas porque el Partido Popular pactó con Vox una coalición en el Ejecutivo. El chasco de la mayoría insuficiente conllevó también el final de Vara al frente del partido, anunciado por el veterano político socialista la noche electoral. Después de unos meses de silencio marcados por la formación del Gobierno central, los órganos del partido extremeño han recuperado la actividad a principios de este año. Y tras la reunión de la ejecutiva autonómica este pasado fin de semana, el cambio en el PSOE de Extremadura ya tiene fecha: el 2 de marzo se elegirá al nuevo secretario general.

Ese sábado estarán llamados a votar los militantes, que, si no optan en más de un 50% de los sufragios por uno de los candidatos, volverán a las urnas en una segunda vuelta para elegir entre las dos candidaturas más votadas, ya el 9 de marzo. Fuentes de la dirección nacional del PSOE detallan a EL PAÍS que el partido no se decanta por ninguna de las precandidaturas presentadas en Extremadura. Tampoco ha mostrado predilecciones el saliente Guillermo Fernández Vara.

Tres nombres son los dirigentes socialistas que han anunciado ya su intención de escribir el futuro del partido que más veces y más tiempo ha gobernado Extremadura, el presidente de la Diputación de Badajoz y alcalde de Villanueva de la Serena, Miguel Ángel Gallardo; la vicepresidenta de la Asamblea de Extremadura, Lara Garlito; y el exconsejero de Sanidad José María Vergeles.

El primero en trasladar a la opinión pública su deseo de suceder al expresidente Vara fue Miguel Ángel Gallardo, de 49 años. Lleva siendo alcalde de Villanueva de la Serena (Badajoz, 25.750 habitantes) desde el año 2003 con mayorías absolutas y durante las dos últimas legislaturas es presidente de la Diputación pacense. Gallardo asegura que acoge el proceso con mucha fuerza e ilusión y que para él las elecciones que obrarán el cambio en la formación socialista son un medio para cambiar el gobierno de Extremadura y acabar con las políticas del PP y Vox. “Yo ofrezco cambiar el partido girándolo hacia lo municipal, con la política que mira con rostro humano y con una manera distinta de trabajar, quien está pegado a los problemas de la gente, a sus ilusiones tiene mayor capacidad para conectar con esa sociedad que nos espera”, asegura el potencial candidato. Gallardo destaca que su lema, “el valor de la palabra”, hace frente a lo que dice ha hecho la presidenta popular, María Guardiola, en la región, porque aunque aseguró que nunca pactaría con Vox terminó incluyendo a los ultras en su Ejecutivo. También asegura que, de no ser elegido secretario general no estará “en ninguna ejecutiva”.

La segunda precandidatura es la de Lara Garlito, vicepresidenta de la Asamblea de Extremadura, que ha ejercido importantes cargos en el PSOE de Extremadura en las últimas legislaturas, como vicepresidenta general del partido o portavoz parlamentaria. La política, nacida hace 38 años en Cáceres, asegura afrontar este proceso con mucha fuerza, energía y esperanza: “Ofrezco un partido unido, fuerte, renovado, que beba de sus bases, pero también de lo que ha sido, de lo que es y de lo que una nueva generación está dispuesta a dar, donde sepamos afrontar los problemas de la sociedad actual”. Aboga que de las elecciones el partido salga fortalecido y unido.

Y el tercero en informar de su decisión de suceder a Guillermo Fernández Vara ha sido uno de los consejeros más cercanos al presidente durante sus gobiernos, José María Vergeles (Fuente del Maestre, Badajoz, 55 años), exconsejero de Sanidad y exvicepresidente segundo de la Junta de Extremadura. Acoge el proceso con normalidad y orgulloso de que un grupo de militantes haya creído en él para poder ofrecer un proyecto colectivo y poder seguir haciendo fuerte el PSOE de Extremadura: “Ofrezco más participación, un debate más vivo, sobre todo en las casas del pueblo, pero también fomentar otras tecnologías que permitan hacer frente a esos modelos de participación, además de apoyo para los compañeros que están en los gobiernos municipales y a los que están en la oposición”. Aunque afronta las primarias “sin adversarios”, considera que actualmente no le parece viable que un acuerdo para una candidatura unitaria.

Una vez registradas y validadas cada una de las precandidaturas, los contendientes tienen hasta el 14 de febrero para presentar los avales: un mínimo del 6% del censo de militantes cerrado a 1 de febrero. A partir de ese momento será la comisión de ética del PSOE de Extremadura la que dará el visto bueno a las candidaturas, que pasarán a ser entonces oficiales; del 16 de febrero al 1 de marzo se desarrollará la campaña electoral.