Detenido un hombre por alojar en Eibar a 49 migrantes en condiciones insalubres y explotarlos laboralmente
El sospechoso los empadronaba fraudulentamente y les cobraba entre 250 y 450 euros al mes por vivir hacinados en habitaciones en pésimo estado
La Policía Nacional, en colaboración con la Policía local de Eibar (Gipuzkoa), detuvo el pasado 30 de diciembre en San Sebastián a un hombre de origen marroquí acusado de alojar en condiciones insalubres a 49 migrantes para explotarlos haciendo trabajos en la construcción. El arrestado les cobraba alquileres que oscilaban entre los 250 y los 450 euros mensuales en alojamientos y un local comercial que se encontraban en un pésimo estado de conservación. El hombre detenido se encuentra en libertad a la espera de ser juzgado por los delitos de tráfico de seres humanos y contra los derechos de los trabajadores.
El Grupo Operativo de Extranjeros del Cuerpo Nacional de Policía venía siguiendo la pista del hombre tras tener conocimiento de que podría estar empadronando fraudulentamente a migrantes en situación irregular, a quienes ofrecía alojamiento y explotaba laboralmente, según ha informado este martes la Delegación del Gobierno en el País Vasco.
Los agentes descubrieron que el sospechoso alojaba a los extranjeros en habitaciones plagadas de grandes manchas de humedad en cuatro viviendas que no tenían calefacción, somieres en las camas ni los electrodomésticos básicos. Los inquilinos pagaban entre 250 y 450 euros al mes por vivir hacinados. A otros los hospedaba en una lonja sin permiso de habitabilidad a cambio de 300 euros mensuales.
En aproximadamente un año y medio había llegado a alojar a 49 personas, todos ellos en situación irregular, con escasos recursos económicos y sin dominio de la lengua española, según indica la Policía. El detenido pudo llegar a percibir mediante estos alquileres fraudulentos hasta 5.770 euros cada mes.
Los agentes descubrieron durante la investigación que el sospechoso también se lucraba empadronando fraudulentamente a estas personas a cambio de otra contraprestación económica y que les daba trabajo en una empresa del sector de la construcción sin contrato de trabajo, con jornadas laborales que superaban ampliamente el horario establecido, sin equipos de protección individual y sin pagarles en muchos casos horas extras e incluso mensualidades.
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