Tensión en la cúpula del PP: Bendodo traslada su “incomodidad” ante un equipo “sin definir”
El número tres del partido de Feijóo confesó al presidente andaluz tras las elecciones del 23 de julio que se arrepiente de haber dejado Andalucía
Alberto Núñez Feijóo comunicará en los próximos días la remodelación que ha planeado en solitario para conformar su nuevo equipo en el PP, el Congreso y el Senado, con la idea aznarista de la “renovación por adición”, es decir, sin dejar a nadie malparado por el camino. Sin embargo, algunos miembros de su actual equipo directivo están muy nerviosos y algo desencantados. El coordinador general y número tres, Elías Bendodo, trasladó esa “incomodidad” a su exjefe y presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, tras las elecciones generales del 23 de julio. Distintas fuentes populares aseguran que Bendodo le ha pedido a Moreno volver al gobierno y al PP andaluz. Pero sin éxito. Otros altos cargos del PP confirman que lo que le confesó Bendodo a Moreno es que se arrepiente de haber dejado Andalucía para dar el salto a la política nacional porque en el equipo de Feijóo “no está cómodo, no tiene definidas sus funciones, ni su papel ni su espacio”.
Después de las elecciones del 23 de julio, tras constatar en los anteriores meses que no estaba bien integrado en el equipo de dirección del PP de Feijóo, el coordinador general y teórico número tres del partido, Elías Bendodo, quedó a comer en Málaga con su amigo y mentor político, el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno. Este último es uno de los principales pilares de la migración del expresidente de la Xunta, Feijóo, a Madrid para taponar la crisis provocada tras la salida forzada de Pablo Casado por su disputa con la presidenta Isabel Díaz Ayuso. En esa cita, Bendodo fue nítido con Moreno, según ha confirmado EL PAÍS con al menos cuatro dirigentes del partido conocedores de la situación: “Yo no estoy cómodo aquí [por Génova 13, sede nacional del partido, y por Madrid]; no están definidas mis funciones, no tengo claro mi papel ni mi espacio y, por todo eso, a veces me meto en unos charcos…”. Ese malestar de Bendodo no solo se lo reconoció a Moreno. Varias fuentes del PP precisan, además, que tampoco lo ha comunicado una sola vez y señalan que lo ha vuelto a expresar recientemente tras la investidura de Pedro Sánchez. Bendodo no ha podido ser contactado por EL PAÍS.
Dos miembros del PP con buena conexión tanto con Bendodo como con Moreno ratifican que el coordinador general del partido le pidió al presidente andaluz volver con él a Andalucía. “Porque se siente desdibujado en Madrid, no tiene claro ni por dónde van a ir los cambios que quiere ejecutar Feijóo en su comité de dirección ni tampoco lo que quiere en concreto para él”, aseguran. Otros responsables del PP que han hablado en privado estos días con Bendodo, pero también con Cuca Gamarra, la actual secretaria general y portavoz parlamentaria, los han encontrado nerviosos y molestos porque el líder ni siquiera los ha llamado para consultarles. Nadie duda en el PP que Feijóo no dejará a ambos desamparados o sin cargos relevantes, porque los ajustes para componer un equipo que pueda contrarrestar al nuevo Gobierno se hará por la vía aznarista de renovación por adición. Sin embargo, el problema de fondo se concentra en cómo romperá la tricefalia que encabeza ahora el partido y en favor de quién.
Ese reparto de funciones y poder que salió precipitadamente del Congreso de Sevilla, en abril de 2022, es el que se ha demostrado inoperante, según coinciden en el PP todas las fuentes consultadas. Feijóo quedó propulsado como presidente con el 98,3% de los votos; como secretaria general y número dos resultó Cuca Gamarra para asegurar cierto continuismo y sin rupturas traumáticas; el coordinador general y número tres recayó en la cuota andaluza con una encomienda difusa para Elías Bendodo; y a Miguel Tellado se le encargó como vicesecretario de Organización poner en orden todo el partido.
Bendodo también piensa que aquel apaño no ha sido operativo y esa es su principal queja, aunque tampoco ha conectado ni personal ni políticamente con el verdadero número tres ejecutivo de Feijóo, que es el gallego Tellado, ahora en buena posición en las quinielas para sustituir a Gamarra como portavoz en el Congreso. “Es público y notorio que no se entienden y han tenido roces”, coinciden miembros del PP de todas las tendencias. Tellado piensa, según esas fuentes, que Bendodo “no profundiza” en sus temas. Bendodo reprocha a Tellado que le haya usurpado sus funciones y que sea el único que tiene “mando en plaza”. Tellado y Bendodo llegaron a contactar en algunas de las recientes campañas electorales para asesoramientos y trabajos demoscópicos con empresas y firmas diferentes.
Feijóo ha dejado hacer y enquistarse ese panorama, entre otras razones, porque cree que esas disputas no afectan a su liderazgo, que concentra en realidad tareas que en otros momentos se repartían la secretaría general, los portavoces y otros altos mandos del partido. Una de las críticas casi unánimes que se escuchan en distintas plantas de la sede central del PP es que Feijóo no ha hecho equipo o, de manera más precisa, que no lo ha ampliado fuera de su entorno importado de Galicia. No hay reuniones de la cúpula con los cuadros intermedios. Tampoco debates fuera del Comité de Dirección para compartir estrategias o discursos. La última Conferencia Política Nacional de carácter ideológico en el PP fue en 2015. Y ahora, tras variadas elecciones y diversas crisis, ni está prevista ni se la espera, lo que algunos componentes del partido lamentan como una gran carencia para definirse de una vez con relación a Vox y para disputar más espacio por el centro y el centroizquierda al PSOE de Pedro Sánchez. Feijóo no ha confiado ninguna de esas tareas a la teórica secretaria general Gamarra o al coordinador Bendodo.
Bendodo, en cualquier caso, ha comprobado que no tiene un sencillo retorno ahora mismo a Andalucía y la Junta, pese a que Moreno dejó vacante el puesto de vicepresidente, que en el anterior mandato ocupó un político de Ciudadanos, Juan Marín. Fue Bendodo el que se empeñó en dar el salto a la política nacional en 2022, tras el Congreso de Sevilla de 2022 y en contra de varios amigos y colegas que le aconsejaron esperar, y en julio pasado encabezó como número uno la lista de Málaga.
Si se confirman los rumores y Feijóo obliga a Gamarra a quedarse solo con la secretaría general del partido y traslada a su persona de máxima confianza, Tellado, al Congreso, Bendodo podría dejar de ser coordinador general, para evitar disfunciones orgánicas,. Sin embargo, ganaría peso si lo designa como nuevo vicesecretario de Política Territorial, con mando ejecutivo para coordinar el enorme poder que el PP ha acumulado en autonomías y las dos ciudades autónomas (13) y ayuntamientos tras las elecciones locales de mayo. “Una mayor y mejor coordinación es ahora absolutamente imprescindible, más allá del comité de dirección, de manera casi diaria, con llamadas, pero con mano izquierda para que no se desmarque ningún barón autonómico o alcalde. Y no para estar todo el día llamándolos para que vengan a Madrid a aplaudir”, argumentan de manera casi idéntica varios responsables del PP de distintos puntos de España.
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