El principal detenido por el atentado contra Vidal-Quadras asesoraba a víctimas de fraudes
La investigación policial apunta a la presunta participación también en la trama de una exmodelo, un albañil en paro y un sicario tunecino, el único que permanece huido
La investigación policial que desembocó el pasado martes en la detención de tres personas por el intento de asesinato, el pasado 9 de noviembre, del expresidente del PP en Cataluña y cofundador de Vox Alejo Vidal-Quadras en Madrid ha destapado una sorprendente trama en la que presuntamente estaban implicados el trabajador de una asesoría legal, una exmodelo, un albañil en paro y un sicario tunecino, el único que permanece huido. El principal detenido, Naraya G., nacido en Cáñar (Granada, 350 habitantes), figura como empleado desde septiembre de 2021 de una pequeña firma especializada en la “asistencia a perjudicados en fraudes y malas prácticas del sector financiero”, como refleja el objeto social de la compañía. Según la página web de la sociedad, sus clientes son, principalmente, jubilados británicos residentes en España. En su perfil profesional en las redes sociales, Naraya G. se presenta como “operations manager” (director de operaciones) de la firma.
Según la investigación, él fue la persona que presuntamente contrató y pago, por encargo de otros individuos no identificados, al sicario que disparó en la cara a Vidal-Quadras, que este jueves ha sido dado de alta en el hospital donde estaba ingresado desde el ataque. Sin embargo, las pesquisas han revelado que esta no fue la única participación de Naraya G. en el suceso. La imágenes grabadas por las cámaras de seguridad de los locales comerciales cercanos a varios lugares claves del intento de asesinato le sitúan en ellos los días previos y en la misma jornada del atentado. En algunos fue grabado a bordo de un vehículo de alquiler localizado poco antes de su detención cerca de su domicilio y al que los radares de Tráfico detectaron sobrepasando ampliamente los límites máximos de velocidad en un trayecto entre Madrid y Andalucía en una de las fechas claves del suceso.
Además, las pesquisas han revelado que el pasado septiembre contactó con otro de los detenidos, Adrián R. B., un parado de Mijas (Málaga) dedicado a hacer pequeñas obras. Naraya G. presuntamente encargó a este veinteañero que comprara y pusiera a su nombre la motocicleta de gran cilindrada con la que posteriormente el sicario viajó a Madrid y, tras el atentado, utilizó para huir. A cambio, entregó al joven el importe del vehículo y una gratificación de 500 euros por hacer la gestión. Esta moto fue encontrado poco después del intento de asesinato quemada en un descampado de Fuenlabrada, una localidad al suroeste de la capital. El hallazgo entre los restos del VIN (número de identificación del vehículo, en sus siglas en inglés) permitió a los investigadores llegar hasta el joven malagueño.
Naraya G. es por ahora el único indicio que ha transcendido de la llamada pista iraní, que vincula el intento de asesinato con los vínculos del político con un grupo disidente al régimen de Teherán. De padres españoles, Naraya G. este se convirtió al islam y profesa el chiismo, la rama mayoritaria en Irán. El pasado miércoles, Vidal-Quadras hizo pública una carta desde el hospital en el que acusaba a los dirigentes de la república islámica de “tramar y ejecutar” su atentado por sus lazos con la disidencia iraní desde su etapa de europarlamentario del PP (1999-2014). La Policía investiga el suceso como un atentado terrorista y la causa es instruida en la Audiencia Nacional, órgano judicial competente para este delito. Esta previsto que los tres detenidos declaren este viernes ante el juez.
En la misma compañía de asesoramiento a víctimas de fraude estaba empleada Sasha B., de nacionalidad británica y pareja sentimental de Naraya G. Ella es la tercera detenida. En su currículum profesional, Sasha B. destaca que ocupa el cargo de “media director” (directora de medios) de la compañía, pero también que en el pasado trabajó para empresas de Reino Unido y fue modelo. La policía aún no tiene claro su grado de implicación en los hechos y si conocía las actividades de su compañero. Tanto la vivienda donde residía la pareja como la empresa en la que trabajaban ambos figuran a nombre de la madre de ella. Según ha detallado este jueves el alcalde de Lanjarón, Eric Escobedo, Sasha B. se trasladó al municipio serrano en 2010 y estaba plenamente integrado en el vecindario. Naraya G., sin embargo, se instaló el año pasado, tras haber vivido en la vecina localidad de Órgiva, ha añadido.
Presunto autor del disparo
El cuarto presunto implicado es un ciudadano tunecino residente en Francia, Mehrez A., de 37 años, al que la policía ha identificado como el presunto autor del disparo que hirió de gravedad a Vidal-Quadras. Mehrez A., contra el que las autoridades de París tenían dictada con anterioridad a los hechos una requisitoria europea [orden de detención o búsqueda] por asesinato, perpetró el atentado con la cabeza cubierta con un casco de moto para no ser identificado. Sin embargo, las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona han revelado su rostro, ya que no tomó esa misma precaución los días anteriores, cuando supuestamente fue a reconocer la zona cercana al domicilio del político.
La investigación ha revelado que, tras disparar, huyó del lugar en la moto que había comprado el joven de Málaga e intentó destruirla en un descampado de la calle Canario, de Fuenlabrada. Luego, se desplazó a un hotel del mismo municipio situado a kilómetro y medio, donde había pernoctado la noche anterior, según han comprobado los investigadores. La Policía cree que se trasladó ex profeso a España para cometer el crimen y que posiblemente haya salido ya del país. Mehrez A. fue también la persona que, un día antes del atentado, había protagonizado un hecho aparentemente fortuito cerca del Palacio de La Zarzuela, al ser detectado con una motocicleta de similares características a la utilizada en el ataque cuando circulaba por la llamada carretera del hipódromo en dirección al palacio. Fue interceptado por el equipo de seguridad de la Casa Real, a los que dijo que se había perdido.
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