La moto utilizada por los sicarios apunta a una conexión francesa en el ataque a Vidal-Quadras
Las investigación, en la que la principal hipótesis sobre el móvil sigue siendo la pista iraní, relaciona el vehículo con un ciudadano buscado por París por asesinato
La motocicleta en la que huyeron el pistolero y su cómplice que el jueves intentaron matar de un disparo en la cara al exdirigente de PP y Vox Alejo Vidal-Quadras, de 78 años, en el centro de Madrid, es la principal pista con la que cuenta hasta ahora la Policía. El hallazgo del vehículo calcinado horas después en su descampado de la localidad madrileña de Fuenlabrada ha abierto una vía en las pesquisas que afianza la sospecha de que el ataque fue un intento de asesinato por encargo. Según detallan fuentes cercanas a la investigación, la motocicleta, una Yamaha tipo scooter del modelo T-Max y color negro, había sido utilizada supuestamente con anterioridad por un delincuente de nacionalidad francesa contra el que las autoridades de París tienen dictada una requisitoria europea [orden de detención o búsqueda] por asesinato.
Un segundo indicio que apunta a la presunta implicación de un individuo de esta nacionalidad en el suceso fue un hecho fortuito registrado la jornada anterior cerca del Palacio de la Zarzuela. Ese día el servicio de seguridad de la Casa Real detectó una moto de color negro de similares características a la utilizada en el ataque cuando circulaba por la llamada carretera del hipódromo en dirección al palacio. Su ocupante, que hablaba en francés, explicó a los agentes que se había perdido, por lo que estos le indicaron cómo salir de allí sin darle entonces ninguna relevancia al episodio. Sin embargo, tras conocer que al día siguiente los autores del ataque a Vidal-Quadras habían utilizado una motocicleta similar a la que conducía aquel individuo, comunicaron el hecho a la Policía por si podía tener relación. Ahora los investigadores intentan averiguar si aquella moto es la misma que utilizaron los supuestos sicarios para huir.
Mientras tanto, la principal hipótesis sobre el móvil del intento de asesinato sigue siendo la relación del político mantiene con la disidencia iraní desde su etapa de europarlamentario del PP (1999-2014). La Policía ha rastreado las relaciones personales y profesionales del político y han concluido que solo esta justificaría el intento de asesinato. El propio Vidal-Quadras apuntó en este mismo sentido cuando fue interrogado por la policía en el centro hospitalario al que fue trasladado para tratar la herida de bala que le provocó una doble factura de la mandíbula y una hemorragia.
El político, que llegó a ser vicepresidente del Parlamento Europeo cuando estaba en el PP y que abandonó este partido para ocupar la presidencia de Vox, admitió en 2019 a EL PAÍS que el Consejo Nacional de la Resistencia de Irán (CNRI, una organización perseguida por el régimen de Teherán que tuvo un brazo armado que figuró hasta 2012 en la lista de organizaciones terroristas de EE UU) había financiado al partido que lidera Santiago Abascal en sus inicios con cerca de un millón de euros.
El jueves, tras conocerse que el político había sido tiroteado, la presidenta del CNRI, Maryam Rajavi, lanzo un mensaje en la red social X (antes conocida como Twitter) en la que señala al régimen iraní como responsable del ataque: “Para la resistencia iraní está claro: el principal sospechoso es el fascismo religioso que tiene el poder en Irán, contra el que el doctor Vidal-Quadras consagró una parte importante de su vida”. La respuesta llegó también a través de un mensaje en X de la Embajada de Irán en España, en la que se desvincula del suceso, sin mencionar en ningún momento el intento de asesinato, con una condena genérica del terrorismo a la vez que atacaba al grupo opositor.
El suceso se produjo sobre las 13.30 del pasado jueves, cuando Vidal-Quadras recibió un disparo en la cara cuando caminaba a la altura del número 40 de calle de Núñez de Balboa, rumbo a su domicilio, en la zona centro de Madrid, tras hacer deporte. Según testigos presenciales, una persona que se cubría la cabeza con un casco negro de motocicleta y que vestía un abrigo azul y pantalón vaquero, se acercó a pie al político y, cuando estaba a un metro de distancia, le descerrajó un tiro que le atravesó la cara. Según las mismas declaraciones, el agresor y la víctima no intercambiaron ninguna palabra.
Mientras el político era atendido por una persona que había presenciado los hechos ―al que le dijo que no sabía quién le había disparado―, el pistolero salió a la carrera hacia una motocicleta de gran cilindrada que estaba estacionada en las proximidades y donde lo aguardaba una segunda persona, que también ocultaba su rostro con un casco. Tras subirse el agresor a la misma como paquete, los autores emprendieron la huida a gran velocidad y por dirección prohibida. Según las pesquisas policiales, ambos huyeron hacia el sur de la Comunidad de Madrid a través de las A-42 rumbo a Fuenlabrada, donde fue encontrada la motocicleta calcinada que ahora apunta a una conexión francesa en el suceso.
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