El Supremo confirma la condena de 36 años de cárcel para el exalcalde de Boadilla del Monte por la Gürtel
El tribunal rechaza aplicarle a González Panero, alias ‘el Albondiguilla’, la atenuante de confesión y reparación del daño
El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de 36 años y 11 meses que la Audiencia Nacional impuso a Arturo González Panero, exalcalde de Boadilla del Monte y conocido por el mote de el Albondiguilla, por los negocios en este municipio madrileño de la red Gürtel, la trama liderada por Francisco Correa vinculada al PP. La sentencia de la Audiencia condenó al PP a pagar 204.198,64 euros por beneficiarse de la red, pero el partido no recurrió, por lo que esa condena era ya firme y no ha sido revisada por el Supremo. Correa, al que se le impusieron por este caso 13 años y 6 meses de cárcel, la misma pena que a su número dos, Pablo Crespo, llegaron a un acuerdo con la Fiscalía para reducir su castigo a cambio de confesar los hechos, por lo que tampoco recurrieron al alto tribunal.
Los jueces de la Audiencia Nacional concluyeron que se usaron mordidas para “pagar eventos” del PP y que cargos de este partido crearon una “dinámica de beneficio mutuo” con las empresas de Correa para “perpetuarse” en el puesto. Esta dinámica se produjo en Boadilla “a partir de 2001 y hasta 2009, cuando este [Ayutamiento] estuvo controlado por el PP”, subrayan ahora los jueces de la Audiencia Nacional. “Correa negociaba personalmente la adjudicación de contratos públicos, contraviniendo las normas que rigen la contratación pública, con la finalidad de que se adjudicaran a las empresas seleccionadas por el grupo a cambio del pago de una comisión, o para sus propias empresas, remunerando a los cargos públicos, con competencia o capacidad de influencia en las contrataciones”, señaló la Audiencia.
Delos 23 condenados, solo recurrieron siete. El Supremo confirma la pena de tres de ellos (Panero, el director técnico de la Concejalía de Deportes y a una empresa condenada como responsable civil subsidiaria), absuelve a dos empresarios y estima parcialmente los recursos de un empresario y una funcionaria del Ayuntamiento. La condena más alta es la que se le impuso al exalcalde, y que ahora confirma el alto tribunal al rechazar la aplicación de las atenuantes de confesión, reparación del daño y dilaciones indebidas.
El relato de hechos dados por probados por la Audiencia Nacional señalaba que González Panero “puso su cargo a disposición del grupo de Correa a cambio de ser remunerado por ello”. “Durante el periodo de 2000 a 2009, fue presidente local del PP, ejerciendo su influencia sobre funcionarios y empleados para conseguir que las adjudicaciones se concedieran conforme a los intereses de [la trama]”, subrayaba aquella sentencia. Los magistrados echaron por tierra los intentos de E Albondiguilla de atenuar su condena. En el último momento, cuando las pruebas lo acorralaban, confesó y comenzó a colaborar. Pero para los jueces ya era tarde. “EI tribunal rechaza que su declaración en el plenario sea relevante para aplicarle la atenuante analógica de confesión en juicio, ni tampoco apreciarle la atenuante de reparación del daño ante el nulo esfuerzo realizado por él para hacer frente al daño causado”, explicó la Audiencia Nacional, unos argumentos que ahora vuelve a hacer suyos el Supremo.
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