La reina Sofía no irá a la jura en el Congreso de la princesa Leonor para no hacer distingos con Juan Carlos I

Los reyes eméritos, Juan Carlos I y Sofía, no estarán el próximo martes en el Congreso de los Diputados para asistir a la jura solemne de la Constitución por parte de su nieta, la princesa Leonor, el día que cumple 18 años y asume la mayoría de edad. La ausencia de Juan Carlos I en el acto central y más institucional de esa histórica jornada se dio por descontada desde el día en que se anuncio formalmente, pero la de la reina Sofía, tanto en las Cortes como luego en el Palacio Real —los dos actos institucionales de la jornada—, se decidió más tarde en La Zarzuela para no hacer distingos con su marido. El rey emérito viajará a Madrid desde su residencia habitual en Abu Dabi ese martes, apenas permanecerá en la capital española unas siete horas para la celebración familiar en una cena en el Palacio de El Pardo y esa misma noche se marchará de vuelta. Quiere aprovechar para tener un encuentro con su hijo, el rey Felipe VI, según ha trasladado a su entorno.

El acto institucional y solemne de la jura de la Constitución de la princesa Leonor comenzará el martes 31 de octubre sobre las 11.00 en el Congreso, donde el Rey pasará revista a cuatro compañías de los Ejércitos de tierra, armada, aire y la Guardia Civil. La Familia Real será recibida por las principales autoridades del país y, tras esos saludos, empezará la ceremonia, con el rey Felipe, la reina Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía en el estrado que ha sido montado sobre la tribuna del hemiciclo. En esa ubicación no estarán en esta ocasión ni Juan Carlos I ni la reina Sofía, al contrario de lo que sucedió el 31 de enero de 1986, en el juramento del entonces príncipe Felipe, al que sí asistió su abuelo, el conde de Barcelona. Y no será una ausencia irrelevante.

Juan Carlos I y su hijo abordaron hace tiempo esta situación y acordaron que el rey emérito viniera a España desde Abu Dabi, donde se expatrió en agosto de 2020 acorralado por varias polémicas y escándalos económicos y procesos judiciales, finalmente archivados. La decisión fue que el exjefe del Estado compartiese con la familia esa histórica jornada, pero en la celebración privada, no en los actos oficiales. En La Zarzuela sostienen que esa solución se cerró de mutuo acuerdo desde el primer momento entre el padre y el hijo, porque el propio rey emérito aceptó que “lo más conveniente para la institución” era que en ese día tan especial todo el protagonismo recayera sobre la princesa Leonor, “sin ningún elemento ajeno” que lo disturbase.

Felipe VI y la Casa Real, en consecuencia, resolvieron que, para no colocar al rey emérito en una posición diferente y más incómoda, tampoco estuviera ni en el Congreso ni en los actos previstos en el Palacio Real: la imposición del collar de Carlos III y un posterior almuerzo oficial con un centenar de invitados, incluidos los titulares de las altas instituciones del Estado. Será en el Palacio Real donde pronunciarán sendos discursos el presidente del Gobierno y el Rey, así como la propia princesa de Asturias, que en el Congreso se limitará a pronunciar su juramento.

Los Reyes y sus dos hijas se desplazarán desde La Zarzuela hasta el Congreso en sendos vehículos históricos, escoltados por una sección de motos de la Guardia Real. Tras el juramento, en el trayecto desde las Cortes hasta el Palacio Real, serán acompañados por un Escuadrón de Escolta de la Guardia Real a caballo. En el patio de la Armería, la Sección de Honores de la Batería Real disparará una salva de 19 cañonazos, en honor de la princesa, en el momento de la jura; y de 21 cañonazos, en honor del Rey, a su llegada al Palacio Real.

Juan Carlos I y doña Sofía, abuelos de la princesa, no estarán en los actos institucionales, pero sí asistirán por la noche a la celebración familiar más privada, que se ha organizado en el Palacio de El Pardo; una ubicación que no ha sido del agrado del rey emérito, según fuentes de su entorno. Las mismas fuentes indicaron que Juan Carlos I comunicó a La Zarzuela que durante su estancia en Madrid —que apenas durará unas siete horas, porque tiene programado aterrizar desde Abu Dabi sobre las tres de la tarde y volver alrededor de las 10 de la noche— quería mantener un encuentro privado con su hijo, el Rey. En La Zarzuela no confirman ese extremo y se limitan a apuntar que ambos se verán seguro en la cita familiar.

A la cena privada de la Familia Real en El Pardo acudirán, además del Rey, la reina Letizia, la princesa Leonor y su hermana, la infanta Sofía, las infantas Cristina y Elena y algunos de sus hijos, porque hay varios que están estos días en el extranjero. También está invitada la familia de la reina Letizia: su madre, Paloma Rocasolano, y su hermana Telma, con sus respectivas parejas, y los dos hijos de esta última.

Juan Carlos I volverá ya en la noche de ese mismo martes a Abu Dabi, en línea con lo expresado en un comunicado oficial de la Casa del Rey y en la carta que dirigió a Felipe VI el 5 de marzo de 2020, cuando manifestó su voluntad de “establecer su lugar de residencia de forma permanente y estable en Abu Dabi por razones personales” y, en segundo lugar, su decisión de “organizar su vida personal y su lugar de residencia en ámbitos de carácter privado, tanto en sus visitas como si en el futuro volviera a residir en España, para continuar disfrutando de la mayor privacidad posible”.

Este viernes han concluido la mayor parte de los preparativos del acto en el Congreso, entre ellos el desmontaje del estrado y la colocación de la mesa y las sillas donde se sentarán los Reyes, sus hijas y las autoridades políticas. Queda pendiente de instalar el baldaquino en la Puerta de los Leones del edificio del Congreso, algo previsto para el próximo lunes.