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El investigado por matar a hombres con los que se citaba en Bilbao declara que atacó “por impulso” a una víctima, que logró salvar la vida

Nelson David M. B. asegura ante el juez que intentó aturdir a un hombre, a quien había conocido por una red de contactos, para robarle las tarjetas bancarias. La Fiscalía pide nueve años de cárcel

Nelson David Bilbao
Agentes de la Ertzaintza trasladan a Nelson David M. B., detenido por su presunta vinculación con asesinatos de hombres homosexuales en Bilbao, tras registrar un piso en la localidad guipuzcoana de Irun (Gipuzkoa), el seis de mayo de 2022Juan Herrero (EFE)
Mikel Ormazabal
San Sebastián -

Nelson David M. B., principal sospechoso de las muertes de cinco hombres homosexuales en Bilbao que inicialmente se consideraron fallecimientos naturales, y de otros dos intentos de homicidio, se enfrenta desde este lunes al juicio por la última de estas tentativas, supuestamente cometida en diciembre de 2021, y que acabó con su detención meses después. El acusado, que presuntamente se dedicaba a quedar con hombres a través de un chat para homosexuales, estrangularlos sin dejar marcas y, una vez inconscientes, acceder a sus teléfonos para hacer transferencias de dinero, ha afirmado que aquel día atacó a su última víctima por “un impulso”, aunque inmediatamente se arrepintió porque él, dijo, no es “así”. “Ni mucho menos quise hacerle daño. No quise matarlo, como me están acusando ahora”, ha aseverado ante el juez.

El acusado se encuentra en prisión desde mayo de 2022. Se entregó en la comisaría de la Ertzaintza de Irun (Gipuzkoa), después de que su foto saliera en varios medios de comunicación como posible asesino en serie de varios hombres homosexuales tras la denuncia de su última víctima, que logró zafarse del estrangulamiento y avisar a la policía vasca. Tras aquel episodio, la investigación policial lo relacionó con otro homicidio en grado de tentativa y con cinco muertes ocurridas en la capital vizcaína, dos de ellas archivadas y recurridas. Las cinco muertes por las que se investiga a Nelson David, ocurridas entre septiembre y diciembre de 2021, fueron consideradas inicialmente naturales porque no se encontraron signos de violencia en los cuerpos de las víctimas ni marcas por el uso de la fuerza en las viviendas de estos.

Nelson David, de 25 años y natural de Cali (Colombia), solo ha contestado a las preguntas de su abogado en sus 30 minutos de declaración ante el tribunal. Ha relatado que quedó el 17 de diciembre de 2021 con un hombre en la casa de este y cómo se sucedieron, según su versión, los hechos: “Me senté en el sofá junto a él. Comencé a abrazarle, a besarle, a acariciarle. En un momento, recordé lo que me dijeron mis compañeros para intentar aturdirle y quitarle las tarjetas. Todo pasó en cuestión de segundos. En ese momento le abrecé un poquito fuerte. En mi mente hay un momento de segundos de decir ‘qué haces’, mi mente y el cuerpo se desconectaron de por sí. Él comenzó a gritar: ‘¡Socorro, que me quiere matar!, ¡socorro, que me quiere matar!”.

La secuencia final del encuentro sucedió así, según el encausado: “Me vuelvo [dentro de la casa] porque me veo sin calzado. Me vuelvo por los tenis y me doy cuenta de que encima de la mesa estaba mi móvil. Cojo mis tenis y el móvil. Me agarra por la parte trasera de la chaqueta en la puerta mientras sigue gritando: ‘¡Socorro, que me quiere matar!’. Más asustado estaba yo que él, porque en ese momento estaba un poco impulsivo. Al zafarme, porque quería salir de la vivienda, vi un objeto que estaba en la mesa del recibidor. Volteo y como para zafarme solamente le doy un golpe sin mucha fuerza y él salió pitando de ahí”.

La víctima ha declarado después, a puerta cerrada y, por tanto, sin que los medios informativos hayan podido grabar su testimonio. La acción popular que ejerce la asociación LGTBI+ Gehitu solicita una pena de 17 años y 11 meses de prisión para el acusado, por un delito de homicidio en grado de tentativa, además de otro de lesiones con el agravante de orientación sexual. La Fiscalía pide para el acusado nueve años de cárcel.

Nelson David ha afirmado que en el momento de los hechos formaba parte de una banda, compuesta por otras tres personas, que se dedicaba a embaucar a las víctimas para extraerles el dinero de sus tarjetas bancarias y repartirse el dinero mediante transferencias automáticas por Bizum.

El abogado de Gehitu, Saúl Castro, ha precisado al término de la vista que “la manera en la que seleccionaba a las víctimas implicaba necesariamente que tuvieran una orientación sexual determinada: hombres homosexuales o bisexuales”. Por tanto, ha defendido que, a la hora de imponer condena, debe incorporarse la agravante de orientación sexual por considerar que “en la forma de selección de la víctima había una motivación discriminatoria”, ya que “no lo cometía contra cualquier hombre, sino solo, en este caso igual que en los otros, exclusivamente contra hombres que se iba a encontrar por aplicaciones para tener sexo entre hombres”.

Durante la sesión, también testificaron dos vecinas del agredido, la que llamó a la Ertzaintza al oír sus gritos pidiendo socorro gritando que le querían “matar” y verle en el suelo sangrando de la cabeza y la que, tras ocurrir los hechos, le acompañó al centro de salud y luego al hospital para ser atendido de sus lesiones. La segunda ha relatado que su vecino le contó que le habían “intentado estrangular”.

El ertzaina instructor de las actuaciones explicó que la víctima “pensaba que podía ser un acto de índole sexual”. “Hasta que comienza a sentir asfixia y se ahoga”, relató durante el juicio, según informa Europa Press. “Tras zafarse, el presunto autor le coge de frente y con ambas manos le intenta asfixiar ejerciendo presión con los pulgares sobre la nuez, y, de nuevo, se vuelve a zafar e intenta huir de la vivienda abriendo la puerta para pedir socorro”, relató el ertzaina. Otra agente que recogió el testimonio de la víctima cuando acudió a su vivienda dijo que le vio “marcas en la nuez y en el cuello, un golpe en la nariz y sangre que le caía de la cabeza”.

El juicio continúa este martes con la declaración de dos médicos que atendieron a la víctima en el Hospital de Basurto, agentes de la Ertzaintza y testigos de la defensa, entre ellos, su pareja sentimental.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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