Migraciones declara la situación de emergencia ante el repunte de llegadas en Canarias

La Secretaría de Estado de Migraciones aprobó el viernes la situación de emergencia ante el repunte migratorio que está registrando Canarias. Este trámite administrativo va a permitir al Gobierno central agilizar los procedimientos para hacer frente a las crecientes cifras de llegadas al archipiélago, según han confirmado fuentes del Ministerio de Inclusión, Seguridad y Migraciones. Hasta ahora, Migraciones se había resistido a tomar esta medida, aunque era una de las que barajaba. Las tramitaciones de emergencia se llevan a cabo cuando la Administración se ve obligada a actuar de manera inmediata debido a acontecimientos catastróficos u otras situaciones de peligro o que afecten a la defensa nacional y está prevista en el artículo 120 de la Ley de Contratación del Sector Público.

Esta herramienta, que no requiere su aprobación en el Consejo de Ministros, fue, por ejemplo, adoptada por el Gobierno para hacer frente a la llegada de refugiados que ocasionó el estallido de la guerra tras la invasión rusa de Ucrania, en febrero de 2022. Entonces, el departamento que dirige José Luis Escrivá puso en marcha en apenas tres semanas un plan de acogida de personas procedentes del país invadido. El plan incluyó un despliegue de centros de recepción, derivación, y una ampliación de la red de acogida, en coordinación con otras administraciones y entidades del tercer sector —organizaciones no gubernamentales y similares—, y que se produjo en buena medida en hoteles. Estas gestiones e inversiones se agilizaron gracias a esta declaración administrativa de emergencia.

La cifra de refugiados procedentes de Ucrania alcanza las 180.000 personas, según datos de La Moncloa. Las de llegadas en embarcaciones están lejos de esa cifra, pero han repuntado exponencialmente en las últimas semanas. Las islas han recibido 571 personas diarias de media en la primera quincena de octubre, según el balance del ministerio que dirige Fernando Grande-Marlaska. Desde el 1 de enero hasta el 15 de octubre han arribado 23.537 migrantes al archipiélago, lo que supone un crecimiento interanual del 79,4%. Este dato convierte este año en el segundo con más llegadas, superando los 23.271 de la anterior crisis migratoria, en 2020. El máximo histórico se registró en 2006, cuando arribaron 31.678 personas en todo el año.

La red de acogida en las islas es radicalmente distinta a la que había a principios de 2020, cuando se produjo la anterior crisis migratoria. En primer lugar, está activa la política de derivaciones de las islas a la península. Esta práctica, casi inexistente entre 2020 y 2021, ha permitido descongestionar los centros de acogida del archipiélago. Canarias, además, cuenta en la actualidad con una treintena de recursos de acogida, sobre todo en Gran Canaria y en Tenerife, las islas mayores, con una capacidad de alrededor 3.500 personas, según datos oficiales. Fuentes del Ministerio han destacado en repetidas ocasiones, además, que esta estructura es “versátil y flexible”, que permitiría ampliar y reducir las camas disponibles. Las mismas fuentes aseguran que en estos momentos no hay problemas de falta de espacio en las islas.

El ritmo actual de llegadas, sin embargo, está llevando al límite los recursos de acogida de la Península. La semana pasada, la ocupación en los centros en la España continental se situaba en torno al 80% de las cerca de 4.500 camas disponibles, según fuentes conocedoras del sistema estatal. A pesar de la versatilidad, “es complejo aumentar rápidamente la capacidad del sistema”, apuntaron entonces fuentes dedicadas a atender a los migrantes. De hecho, desde la Secretaría de Estado de Migraciones se ha contactado con las organizaciones dedicadas a la acogida para pedirles “máxima colaboración” en la acogida de personas y la búsqueda de nuevos recursos de acogida.

Tensiones en Canarias

En Canarias, pese a no haber falta de espacio en los recursos, sí se están observando tensiones cada vez más frecuentes, sobre todo en islas menores como El Hierro o Lanzarote. En esta última isla, la Policía Nacional se vio obligada el domingo a custodiar a los migrantes en el aparcamiento de la comisaría de Arrecife, la capital de Lanzarote, para lo cual fue necesario vaciar el lugar de coches y extender esterillas de yoga. El ritmo de llegadas también saturó el viernes el Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) en Arrecife. Estas instalaciones, con capacidad para 200 personas, son el sitio adonde la Policía Nacional traslada a los recién llegados para identificarlos. La situación obligó al Consorcio de Seguridad y Emergencias de Lanzarote a instalar carpas en el propio muelle de Puerto Naos que funcionasen como un CATE provisional. En Tenerife, en la noche del 6 de octubre, unas 200 personas recién desembarcadas tuvieron que dormir al raso en el Puerto de Los Cristianos por no haberse podido tramitar a tiempo las identificaciones.