El Ayuntamiento aparta cautelarmente a los funcionarios que intervinieron en el expediente de la discoteca incendiada en Murcia

El alcalde de Murcia, José Ballesta (PP), ha dado orden de apartar a los funcionarios que intervinieron en el expediente administrativo sobre las discotecas incendiadas, que incluía una orden de cierre que nunca se ejecutó. Según fuentes municipales, todos forman parte del área de Urbanismo. Ballesta ordenó el lunes la apertura de un expediente informativo con el fin de determinar lo ocurrido en el procedimiento administrativo relacionado con las discotecas Teatre y Fonda Milagros. Lo hizo, según fuentes municipales, como medida cautelar y paralela a la investigación policial, con el fin de analizar los antecedentes, datos y circunstancias en el proceso administrativo.

Según las mismas fuentes, se ha encomendado al responsable de la instrucción que recabe, con carácter prioritario y urgente, cuantos datos e informes sean convenientes o necesarios de los distintos servicios. El expediente por el que se decretó el cierre se abrió en 2019 y acabó con un decreto en el que reclamaba a los servicios de inspección que comprobaran el cese de la actividad. En octubre de 2022, un inspector emitió un acta en la que señalaba: “Una vez contactado con la titularidad, declaran y aportan justificación de presentación de la documentación técnica que les faltaba para la tramitación de la legalización”. Este documento es el último que figura en el expediente administrativo.

La Policía Nacional ha concluido este miércoles la identificación de los 13 fallecidos en ambas discotecas. Seis de los cadáveres han sido identificados por huellas dactilares, mientras que las otras siete víctimas han tenido que ser sometidas al cotejo con muestras de ADN que han aportado sus familiares. Hasta ahora, estas siete personas figuraban como desaparecidos, ya que, al no estar identificados, no se les podía dar por muertos.

Por otra parte, la policía ha interrogado ya a más de una veintena de personas como testigos de la tragedia ocurrida en Murcia y el horror que se vivió durante el incendio, en el que murieron 13 personas en la madrugada del pasado domingo. Todos ellos se encontraban en alguno de los dos establecimientos afectados por las llamas: Teatre y Fonda Milagros. La celeridad en recabar la información que puedan recordar quienes vivieron de cerca la tragedia es en estos casos crucial, según explican fuentes conocedoras del caso, para evitar que los testimonios se contaminen o la información se pierda.

Las dos primeras patrullas de la Policía Nacional que llegaron a las discotecas fueron quienes hicieron el primer trabajo de localización de testigos, ya que varios de ellos se acercaron a los agentes para advertirles de que sus amigos, allegados o familiares estaban dentro de la Fonda y no los habían visto salir. Además de estos, los agentes del equipo de homicidios de la Policía Nacional ha interrogado a testigos que se encontraban ya fuera del local, que habían abandonado minutos antes de iniciarse el fuego. La policía también ha tomado declaración a varias personas que se hallaban en la discoteca contigua, Teatre, con el fin de obtener información sobre cuál fue el origen del fuego.

Todos estos testimonios pasarán en su momento a formar parte de la documentación con la que la jueza del Juzgado de Instrucción número de 3 de Murcia, que ha asumido el caso, deberá depurar las posibles responsabilidades en una causa en la que, por el momento, se sabe que se han abierto diligencias por 13 posibles homicidios imprudentes.

Además de recoger las declaraciones de los testigos, que continuarán todavía durante los próximos días, el procedimiento habitual es que la policía identifique a los propietarios de la nave, las empresas arrendatarias de la misma o sus administradores, para que el juez determine si deben prestar declaración. En este caso, una vez iniciadas las diligencias en un procedimiento judicial, lo lógico es que sea la propia jueza la que les interrogue.

Otra pieza fundamental en la investigación serán los datos que aporte la policía científica, que desde la tarde del lunes está trabajando en el lugar del incendio, recabando pruebas para tratar de reconstruir qué pasó en las discotecas. Hasta el momento, tanto Policía como Bomberos se han mostrado muy cautos a la hora de señalar dónde pudo comenzar el fuego y las causas por las que se produjo. Aunque todos los fallecidos estaban en La Fonda Milagros, en una área de unos 20 metros cuadrados, se desconoce si el incendio comenzó en esa sala o en la contigua Teatre, ya que las dos están construidas sobre el espacio de una misma nave. De hecho, fue en junio 2019 cuando la empresa Teatre Murcia solicitó permiso al Ayuntamiento para dividir la nave en dos, un permiso que le fue denegado y que se acompañó con una orden de cierre que nunca llegó a ejecutarse. No obstante, al menos desde un mes antes de esa fecha, La Fonda Milagros ya había abierto sus puertas y se publicitaba en redes sociales.

De la inspección ocular de los restos de la estructura de las discotecas se desprende que, de hecho, ambas compartían la maquinaria de climatización, tal como han confirmado varias fuentes. A consecuencia del incendio, la pared que separaba las dos estancias ha desaparecido y el mal estado en que ha quedado la nave, cuya techo colapsó hacia el interior, está dificultando las tareas de los agentes de la policía científica expertos en incendios. Para garantizar la seguridad de los agentes, estos trabajan con objetivos previos: determinan qué zona van a examinar para dirigirse a un punto concreto, tomar las pruebas necesarias y abandonar el edificio en el menor tiempo posible. El informe pericial en el que se determinarán las causas del fuego y el foco inicial del mismo, y en el que trabajan estos agentes especializados procedentes de Madrid, previsiblemente tardará “semanas” en estar listo.