La amnistía al ‘procés’ desborda el primer debate general de Castilla y León con PP y Vox
Mañueco carga contra las posibles alianzas parlamentarias de Pedro Sánchez y la oposición le afea su alianza con los ultras
Castilla y León; capital política: Madrid. La actualidad nacional ha engullido el debate de este martes en el Parlamento de Valladolid sobre el estado de la comunidad. El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco (PP), ha incidido en las negociaciones de Pedro Sánchez (PSOE), para ser investido bajo una potencial amnistía a los encausados por el procés. Mañueco ha aludido a “prebendas para unos pocos y discriminación e insolidaridad para muchos”, ha defendido “la unidad de la nación” y ha reiterado pullas a los ministros y medidas centrales. Luis Tudanca, líder socialista, le ha censurado tanta alusión nacional y que no citara siquiera a Vox, su aliado: “El elefante está en todos los lados”.
El dirigente ha tomado la palabra para, tras un breve prolegómeno reivindicando sus acciones, arremeter contra el Gobierno. Primero ha ensalzado al jefe de su partido, Alberto Núñez Feijóo, tras el fiasco en sus empeños presidenciales al carecer de mayoría suficiente pese a su “propuesta sólida, lógica, oportuna y necesaria” para después alertar de un “futuro preocupante e incierto”, con una posible investidura que costará “muy cara” a quienes recibirán “discriminación e insolidaridad” contra las “prebendas”, en alusión a Cataluña, que obtendrían “unos pocos”. Mañueco ha ofrecido tres pactos a Tudanca, quien los ha rechazado por tratarse de cuestiones ya abordadas. El barón conservador ha trufado su mensaje de la labor de la Junta contra “ataques y agravios del Gobierno”, pues ha cargado contra el ministro en funciones de Agricultura y Ganadería, Luis Planas, reprochándole “estar de brazos cruzados”. También le ha criticado por ser “muy rápido en hacer daño a Castilla y León”, pues Vox relajó unas medidas sanitarias del ganado y Agricultura intervino paralizando el movimiento bovino.
El mandatario ha recalcado ejes de PP y Vox como la tauromaquia o la gestión del lobo. Los parlamentarios ultras han aplaudido a Mañueco al citar supuestas “informaciones falsas” y ensalzado sus políticas “para la igualdad de la mujer y luchar contra la violencia machista”, concepto del que Vox reniega. El Gobierno central ha seguido copando el debate, acusado de “engañar” y “acaparar” fondos europeos para extender la banda ancha en el territorio, compromiso de la Junta incumplido durante décadas, o de “retrasar” fondos para el regadío.
Tudanca ha replicado en el turno de tarde sobre la alianza PP-Vox: “Pasará a la historia por ello. Y pronto será historia”. El socialista ha matizado los números económicos pregonados por su adversario político y ha rememorado problemas endémicos en el territorio, con 35 años ininterrumpidos del PP al frente, como la despoblación y la falta de prestaciones sanitarias, y las recientes rupturas con el diálogo social. El consejero de Empleo, de Vox, ha dinamitado acuerdos con los sindicatos, cuyos representantes han criticado las palabras de Mañueco alabando dicho diálogo social.
Un grupo de estudiantes de Periodismo ha asistido desde la tribuna al cruce de argumentos y escaramuzas entre el dirigente y Tudanca: Mañueco, sin límite de tiempo, leyendo réplicas y dúplicas ya preparadas y agitando los espantajos de Pedro Sánchez, el líder secesionista fugado Carles Puigdemont y el político vasco Arnaldo Otegi ante el hastío socialista: “Usted sí cumple con el Parlamento, no como Sánchez, para evitar la palabra amnistía”. Tudanca ha abundado en sus pactos y le ha recordado que no ha citado a Vox, catalogándolo como elefante en la habitación parlamentaria: “Usted no ha querido hablar del elefante, pero está en todos los lados”. El elefante lleva año y medio en la coalición y meses en Ayuntamientos como Valladolid o Burgos, ha insistido, y ha causado hasta 18 puntos evocado por Tudanca. “Que niega el cambio climático, que niega el derecho de las mujeres a interrumpir su embarazo, que llama desalmadas a las mujeres maltratadas o que falta al respeto a las personas con discapacidad…” ha enumerado el jefe de la oposición entre los escándalos de Gallardo.
La sesión ha proseguido con un cariz más provincial con la Unión del Pueblo Leonés (UPL), Soria ¡Ya! o XÁvila reclamando sus pulsiones locales. Mañueco, madridista acérrimo, solo ha pellizcado a Vox con una broma a Gallardo, del Atlético de Madrid, hablando de Champions Leagues y de “el lado bueno de la historia”. “Espero que no se ofenda”, le ha guiñado ante la sonrisa de su vicepresidente. Impertérrito se ha mostrado este con los embates de Pablo Fernández, de Unidas Podemos, furioso por el talante nacional de la sesión autonómica y molesto por el discurso del dirigente: “Mañueco se ha comido un tripi y la persona que le ha escrito el discurso se ha comido tres tripis”. El exvicepresidente Francisco Igea ha denostando “abrirle la puerta” a la extrema derecha y su constante cita a la amnistía, hasta el punto de que Mañueco ha echado en cara al Grupo Mixto no querer hablar de la política nacional en el debate de política general de Castilla y León.
El portavoz de Vox, Carlos Menéndez, ha intervenido al final del día para ensalzar la obra conjunta con el PP, a quien solo regaña por “ofrecer diálogo” al PSOE. A estos les ha preguntado si quiere ponerles “un brazalete”, “un pijama de rayas” o “llevarnos a una checa” ante el silencio de esa bancada. El presidente de la Junta, respaldado por Gallardo a su diestra en las Cortes, ha agradecido el “carácter constructivo” de Vox y su compromiso “desde el principio sagrado de la lealtad”. Tudanca, horas antes, alertaba al vicepresidente sobre las mañas de Mañueco, “el rey de los traidores”, por romper con Ciudadanos en 2021: “Caliente, que sale”.
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