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El sinvivir de las trabajadoras de la limpieza de Correos: más de 60 días sin sueldo, nóminas llenas de fallos y falta de material

Unas 700 empleadas de 15 provincias llevan meses movilizándose y convocando paros contra la empresa externa que gestiona el servicio, que no les da explicaciones por los reiterados impagos y retrasos

Protesta trabajadoras de la limpieza de Correos
Arantxa Avelino, trabajadora de limpieza de Correos en Pamplona (Navarra), posa frente a la entrada de las oficinas, en el Paseo Sarasate, a 14 de septiembre de 2023.SERGIO MARTIN
Beatriz Olaizola

Montse Pita lleva el uniforme dos tallas más grande de lo que debería. Se amarra el pantalón a la cintura dando tres vueltas y haciendo un nudo, para que no se le caiga mientras trabaja. “¿Sabes cómo es moverse con tantísima tela sobre tu cuerpo?”, se queja. Pero la mujer, de 46 años y madre de cuatro hijos, dice que la ropa es el menor de sus problemas. Desde hace una década se dedica a limpiar oficinas de Correos en Lugo, donde vive con su familia, y desde hace dos meses lo está haciendo sin cobrar. La empresa subcontratada por la entidad pública para gestionar el servicio no le ha pagado julio y agosto. Tampoco la extra de verano. Y no es la única. La compañía ―SCT ACVA S.L, antes Limpiezas JCórdoba S.L, afincada en Elche (Alicante)― debe dinero a unas 700 empleadas de 15 provincias de España, que llevan meses movilizándose y convocando paros por los impagos.

“No pagan bien un mes. Las nóminas no nos las envían y tenemos que exigirlas varias veces. Empezaron con retrasos de dos o tres días. Luego ya fueron 10 e incluso 15”, cuenta Pita. El relato es similar entre la decena de trabajadoras con las que ha hablado este periódico: sueldos que cada vez llegan más tarde, errores en los pagos, falta de materiales y uniformes, incertidumbre y silencio de la empresa. Los impagos ―de más o menos meses según la zona― afectan a provincias de siete comunidades autónomas: Galicia (las cuatro provincias); Asturias; País Vasco (todas); Cantabria; La Rioja; Navarra; Comunidad de Madrid (zona sur); y Cataluña (Barcelona zona sur, Lleida, Tarragona), según el contrato de adjudicación.

El servicio de limpieza en estas provincias fue adjudicado por 23,7 millones de euros en noviembre de 2022 y la compañía comenzó a operar en los territorios asignados entre diciembre de ese año y febrero del siguiente, indican trabajadoras y sindicatos. En Bizkaia, por ejemplo, la compañía entró a mediados de diciembre y hasta finales de enero las aproximadamente 80 empleadas no recibieron el dinero de ese medio mes de trabajo. “En febrero ya empezaron a cobrar, tarde y mal, y en mayo, de repente, se paralizaron los pagos. Pensamos que era algo puntual, pero poco a poco vimos que era generalizado”, cuenta Saray Arce, del sindicato vasco ESK. De hecho, en Galicia, Asturias, Navarra y País Vasco, tras varias movilizaciones este verano, han convocado o van a convocar en las próximas semanas una huelga, en algunos territorios indefinida y en otros por semanas.

La empresa de limpieza confirma los impagos y alega que se deben a un “problema financiero causado por Correos”. Según una persona de la directiva, “el presupuesto del contrato de limpieza no cubre la totalidad de los costes laborales del servicio” y acusa a la entidad pública de haber abonado las facturas un 12% por debajo de la cifra del contrato. “Por ambas razones nuestra tesorería está en los huesos y tenemos serias dificultades para el pago de las nóminas. Llevamos desde mayo reclamando a Correos un reequilibrio del contrato”, señala. El relato de la compañía es que Correos “presupuestó los servicios de limpieza deliberadamente de manera que no cubrieran los costes laborales” con la intención de que despidieran al personal.

Por su parte, un portavoz de Correos niega estas acusaciones e indica que la empresa pública “cumple escrupulosamente sus obligaciones contractuales con todos sus proveedores de servicios” y que está tomando “todas las medidas oportunas” para que la empresa en estas provincias “cumpla con todas sus obligaciones al igual que hacen el resto de empresas que prestan servicio a Correos”. Y añade que la entidad “defenderá sus intereses ante cualquier incumplimiento que se produzca”. Los trabajadores y sindicatos consultados no tienen constancia de que haya habido problemas de impago en las provincias donde el servicio de limpieza lo lleva una empresa diferente.

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Montse Pita, trabajadora en Lugo del servicio de limpieza de Correos, frente a una de las oficinas de la ciudad a 14 de septiembre de 2023.
Montse Pita, trabajadora en Lugo del servicio de limpieza de Correos, frente a una de las oficinas de la ciudad a 14 de septiembre de 2023. ÓSCAR CORRAL

Jenny Ontavilla, de 47 años, lleva desde los 17 limpiando oficinas de correos en Bilbao y dice que hasta ahora no había ocurrido algo así. “¿Cómo estoy? Como voy a estar, como estamos todas. Meses sin pagar hipoteca o alquiler, dos meses sin poder abonar los recibos, con llamadas al banco día sí y día también. Peleando solo porque nos paguen el sueldo”, enumera. Tiene un hijo, que acaba de empezar segundo de bachillerato, y este año la compra de material nuevo han tenido que posponerla: “En mi casa nos mantenemos con mi sueldo. No tengo padre y madre que me puedan ayudar. Por ahora nos hemos apañado con el saco de ahorros, pero van a dar los tres meses y lo que hay se acaba”.

En cuanto hablan de movilizarse, amenazan con la huelga o directamente convocan los paros, la empresa comienza a pagar a cuentagotas y no en todas las provincias, relatan las trabajadoras. “Siempre pasa igual”, dice Ana Ramos, representante sindical de CC OO en Navarra y empleada del servicio de limpieza desde 2015. “Aquí convocamos la huelga el 28 de agosto y justo nos pagaron julio y la extra de verano el 5 de septiembre. Aun así, no hemos cobrado agosto”, añade. En esta región hay entre 40 y 50 personas contratadas para limpiar las oficinas y todos los meses que han cobrado, las nóminas han llegado con algún fallo, como en el resto de provincias: no abonan la antigüedad, no aplican el porcentaje del IRPF o la paga extra es inferior a lo estipulado. Eso, si reciben los documentos de la nómina, porque la mayoría de empleadas no los tiene. “No saben siquiera si están cotizando a la seguridad social”, señala Ramos.

La empresa asegura que los errores en las nóminas “provienen del inicio de la contrata” porque “las empresas salientes enviaron la documentación de los trabajadores a subrogar unos pocos días antes del inicio del servicio”. Y añade que los fallos actuales son “los normales” de la gestión de nóminas.

Las trabajadoras de limpieza de Correos de Pamplona se concentran en la puerta de las oficinas de la ciudad a 14 de septiembre de 2023.
Las trabajadoras de limpieza de Correos de Pamplona se concentran en la puerta de las oficinas de la ciudad a 14 de septiembre de 2023. SERGIO MARTIN

En febrero, el administrador de Limpiezas JCórdoba S.L, el empresario italiano Rocco Arena, se comprometió por escrito a indemnizar a las empleadas “afectadas por el retraso en el pago de salarios” con un 3% sobre el importe de la nómina a partir del mes de marzo. Ninguna de las trabajadoras consultadas ha recibido el incremento.

“En mayo, la compañía, a través de un responsable de recursos humanos, ya amenazó con que no iban a pagar. ‘Hombre, cobraréis, paciencia’, nos dijeron. Mis hijos no tienen paciencia, mi banco no tiene paciencia”, se queja Arantxa Avelino, de 51 años y con 2 hijos de 18 y 21. Ella trabaja en Pamplona y recuerda que el sueldo de mayo lo cobraron el 10 de julio. En su caso, tampoco le abonaron la antigüedad ―lleva 31 años en el servicio― y la paga extra debería haber sido de 1.000 euros, pero le ingresaron 400.

Laura Salgado, también de 51 años y madre de dos chicos, vive en Vigo y es de las pocas empleadas que ha conseguido sus nóminas, después de mucho pelear. “No te explican nada. Con la pensión [por discapacidad] de mi marido y una ayuda de mi madre, vamos tirando, pero no sé si podemos seguir así un tercer mes, vamos a reventar”, dice angustiada.

En Galicia son unas 300 trabajadoras de la limpieza y llevan casi dos semanas de huelga, según Marta Núñez, representante del sindicato CUT (Central Unitaria de Traballadores) y empleada del servicio los últimos cinco años. Describe así lo ocurrido desde que entró la nueva empresa: “Llegó el mensaje de cambio de compañía y ya. No vino un delegado, ni vino material, ni tienen oficina aquí [la anterior empresa sí]. Hay compañeras que siguen sin uniforme, usan el anterior. Nos ha llegado lejía caducada, la gente pide material y no llega, los reconocimientos médicos no nos los han hecho. Es todo un despropósito”.

Sector precario y feminizado

El perfil de los trabajadores del servicio, describe Núñez, son mujeres de mediana edad, entre 40 y 50 años, y muchas de ellas con discapacidades de distinto grado. También es un sector donde abundan las jornadas parciales y el pluriempleo. “Por eso las movilizaciones cuestan tanto, porque en muchos casos no es su único trabajo y lo combinan con otros servicios de limpieza que no pueden dejar. No tenemos tampoco muchos ahorros, porque con jornadas parciales y lo que ganamos es muy difícil. Dos meses sin cobrar es terrible”, señala.

Las trabajadoras limpian más de una oficina por jornada y muchas se ubican en distintos municipios dentro de una misma provincia. “Acaban gastándose hasta cinco euros al día en transporte público sin contar con el dinero del salario”, critica Saray Arce.

La gallega Montse Pita tiene asignados dos edificios de Correos, uno de cuatro plantas, para el que le dan tres horas y cincuenta minutos, y un segundo de tres plantas, a dejar impoluto en dos horas cuarenta. “Con mis hijos todavía adolescentes no puedo tener jornada completa, acarreo dolencias del trabajo, nos dan muy poco tiempo para la cantidad de metros que tenemos que limpiar. No te haces una idea de tener que pelear por cobrar un sueldo por debajo del salario mínimo, matándote a trabajar para no ver el dinero”.

Una de las oficinas de Correos de Pamplona, con los folletos y confeti que han lanzado las trabajadoras en huelga a modo de protesta.
Una de las oficinas de Correos de Pamplona, con los folletos y confeti que han lanzado las trabajadoras en huelga a modo de protesta. SERGIO MARTIN

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Sobre la firma

Beatriz Olaizola
Es reportera en la sección de Madrid. Antes escribió reportajes para eldiario.es en el País Vasco, donde cubrió sucesos y temas sociales, políticos y culturales. También realizó prácticas en la Agencia EFE. Graduada en Periodismo por la Universidad del País Vasco y máster en Periodismo UAM- EL PAÍS.

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