Armengol fija el debate de investidura el 26 y 27 de septiembre para dar tiempo a Feijóo pese a la oposición inicial del PSOE

El debate de investidura de Alberto Núñez Feijóo se celebrará los días 26 y 27 de septiembre. La presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol, que tiene entre sus competencias la potestad de fijar esa fecha, ha tomado la decisión tras sendas conversaciones que mantuvo anoche y este miércoles por la mañana con el aspirante del PP, quien, tras ser designado candidato por el Rey, había solicitado tiempo para tratar de sumar más apoyos a los 172 votos con los que ahora cuenta, y que son insuficientes para ser investido. El escenario que contemplaban y reclamaban el PSOE y otros grupos parlamentarios, al menos hasta que Feijóo pidió más días de margen, era que el debate se celebrara lo antes posible, ya la semana próxima.

Armengol ha explicado que su decisión fue consensuada con Feijóo. “Con esta fecha se da un tiempo más que prudencial para que el candidato pueda realizar las negociaciones oportunas con los representantes de las diferentes formaciones políticas. Teniendo en cuenta que la media del tiempo transcurrido en las pasadas legislaturas fue de aproximadamente un mes, la convocatoria supone que hayan transcurrido 35 días desde que Su Majestad el Rey lo propuso hasta el debate”, ha expuesto Armengol, que ha comunicado la decisión a los portavoces de los partidos. Poco antes, en declaraciones a la SER, el portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, había acusado al PP de hacer “un ejercicio de dilación” y de practicar “una estrategia para intentar torpedear y ver si consiguen la repetición de elecciones”. “Feijóo y el PP piden tiempo pero desde el minuto uno del día de las elecciones han estado forzando para que el Rey les designara. Y ahora dice que empieza a hablar el lunes. ¿Y qué hace hoy miércoles, y mañana jueves, y el viernes, el sábado y el domingo?”, ha observado López.

Fuentes del PSOE sostienen que Armengol ha decidido finalmente dar tiempo a Feijóo para que este no pueda culpar luego de su fracaso al hecho de que él no hubiera dispuesto de margen suficiente para negociar. La presidenta del Congreso ha evitado así un choque institucional con el PP a los pocos días de ser elegida.

Tanto fuentes socialistas como de La Moncloa aprecian incluso ventajas en la fecha elegida para la investidura de Feijóo: por un lado, creen que con ella ganan tiempo para negociar con los partidos nacionalistas una ulterior investidura de Sánchez; por otro, consideran que estas cinco semanas servirán para que el líder popular se desgaste en una sucesión de portazos de esas mismas formaciones, con las que necesita pactar ineludiblemente. En Ferraz también estiman que convocar el debate con urgencia se podría haber interpretado como un desaire al Rey, que propuso al dirigente popular como candidato, un riesgo que se conjura con este plazo más dilatado.

El PP ha martilleado durante el último mes con que su presidente debía ser propuesto candidato por haber ganado las elecciones, pese a que no tiene los apoyos parlamentarios necesarios. El PP, con 137 escaños, cuenta con 172 votos (al sumar los 33 de Vox y los de los únicos diputados de UPN y Coalición Canaria). El coordinador general del PP, Elías Bendodo, se llegó a declarar hace unos días favorable a que el pleno de investidura se celebrase rápido, incluso antes de que finalizase agosto.

Sin embargo, Feijóo mantuvo el martes, tras la ronda de consultas con el Rey, que requería más tiempo: “Obligar a un candidato a hablar con los grupos en horas o en días supondría que parte en una posición de desigualdad respecto a otros que pueden tener mucho más tiempo”, dijo, en alusión a Pedro Sánchez, que ya ha iniciado su propia negociación para intentar una investidura si Feijóo fracasa en la suya. El líder del PP señaló, además, que postergaría el inicio de los contactos con los partidos hasta el lunes, una vez constituidos formalmente los grupos parlamentarios, plazo que concluye el viernes. Esteban González Pons, vicesecretario de Asuntos Institucionales del PP, y Cuca Gamarra, secretaria general del partido, han asegurado este miércoles que hablarán con todos los grupos parlamentarios salvo con EH Bildu, aunque esas conversaciones estén abocadas al fracaso.

El artículo 99 de la Constitución establece que si después de dos meses de la primera investidura fallida nadie conquista la mayoría de la Cámara, las elecciones se convocarán automáticamente para 47 días después. Con la decisión de Armengol, en caso de que se repitiesen los comicios, estos se celebrarían el 14 de enero.

El margen de cinco semanas del que dispondrá Feijóo para tratar de romper el techo de 172 votos que le otorgan los diputados de PP, Vox, UPN y Coalición Canaria también amplía el de Sánchez para ahormar de nuevo una mayoría de 178 votos —dos por encima de la mayoría absoluta— como la que permitió la elección de Armengol como presidenta del Congreso y el control de la Mesa por la izquierda. El presidente del Gobierno en funciones subrayó el martes, tras la recepción con Felipe VI en La Zarzuela, que el PSOE está “en condiciones de aunar el respaldo para la investidura, como quedó acreditado” con la votación de la Mesa del Congreso. Sánchez, que parte de sus 121 diputados y los 31 de Sumar, se siente capacitado para lograr de nuevo los 26 votos que reúnen ERC (7), Junts (7), EH Bildu (6), PNV (5) y el único del BNG.

Los socialistas se han apresurado a destacar que Feijóo no tiene ninguna posibilidad de alcanzar la presidencia y así lo vino a ratificar el portavoz del PNV, Aitor Esteban, al reiterar por enésima vez que su grupo no va a entrar en ninguna mayoría de la que participe Vox. Esteban sí accederá a reunirse con Feijóo, aunque meramente “por cortesía”. Sumar insistió en que el intento del líder del PP es “una pérdida de tiempo”. Fuentes de la formación de Yolanda Díaz lamentaron que la ciudadanía “va a perder un mes sin un Gobierno efectivo” y acusaron a Feijóo de actuar únicamente “por intereses partidistas”.

EH Bildu también lo considera una “pérdida de tiempo” que solo demostrará “la incapacidad de las derechas reaccionarias de formar gobierno”. La izquierda abertzale insta a que se aproveche este mes para “avanzar en las negociaciones y conformar una mayoría alternativa a la derecha, la única posible”. “Un mes en política es una eternidad”, señalaron, por su parte, fuentes de ERC, que preferirían que se hubiese elegido “una fecha más cercana”. La formación catalana aboga por activar cuanto antes el trabajo parlamentario y por que se constituyan ya las comisiones. El otro grupo independentista catalán, Junts, declinó hacer comentarios.