“El PNV no puede pretender ser el socio VIP del Gobieno”
El diputado de EH Bildu pide a Sánchez que sea “audaz y valiente para tejer una mayoría heterogénea”
Fue el puntal de la campaña de EH Bildu para el 23-J, sobre todo con una muy comentada intervención en el debate televisivo entre todos los portavoces parlamentarios. Ese día algunos pudieron descubrir que en la formación de la izquierda abertzale hay otros grupos más allá del mayoritario Sortu, el heredero de la antigua Batasuna. Oskar Matute (Barakaldo, 50 años) llegó hasta allí tras muchos años de militancia en la Izquierda Unida vasca. Matute ratifica la apuesta total de su formación por seguir apoyando en el Congreso una coalición de izquierdas.
Pregunta. ¿Cómo valora lo sucedido con la Mesa del Congreso?
Respuesta. Era una condición necesaria, pero no suficiente. Sin una Mesa de carácter progresista habría sido inviable un Gobierno progresista, pero ahora queda lo más importante: la negociación de un acuerdo marco que posibilite la constitución de ese Gobierno. Y el actual tiene que ser audaz y valiente para tejer una mayoría con actores tan heterogéneos.
P. En esa mayoría heterogénea entra ahora Junts, formación situada en la derecha. ¿No va a suponer un problema para los que defienden una agenda claramente izquierdista?
R. EH Bildu tiene un poso claramente de izquierdas, que nos inspira para buscar escenarios más igualitarios, libres y solidarios. Pero la política es la toma de decisiones ante proyectos concretos y habrá que ver qué proyectos y qué medidas podemos impulsar. Y sobre todo tener muy claro que la alternativa a medidas progresistas, sean más o menos audaces, es el recorte de derechos y libertades, la agenda del PP y de Vox. Es ahí donde nos tendremos que encontrar.
P. ¿Qué va a poner EH Bildu encima de la mesa?
R. No va a sorprender a nadie porque se moverá por los tres carriles que nos inspiran y guían desde hace años. Es decir, la profundización de políticas sociales que amplíen derechos y libertades frente a la agenda involucionista. Vamos a plantear un avance necesario en la plurinacionalidad y en el debate territorial. Es necesario abordar el debate sobre el modelo territorial de forma madura y buscando herramientas democráticas que posibiliten avanzar en el reconocimiento de derechos, en este caso de Euskal Herria como nación. Y en el tercero, seguir favoreciendo todas aquellas cuestiones que consoliden un proceso de convivencia en Euskal Herria después de décadas de enfrentamiento y violencia.
P. Estos años han incidido en la agenda social. ¿Van a centrarse más ahora en lo territorial?
R. EH Bildu tiene los pies en la tierra. Nos encontramos con una crisis como la de la covid, que alteró todos los marcos de funcionamiento de la sociedad cuando aún no habíamos salido del todo de lo que supuso la crisis de 2008. Luego vino el volcán de La Palma, las consecuencias de la guerra de Ucrania… Y como queremos ser una fuerza útil para la gente, entendimos que hay que poner soluciones a todo eso que impacta en su cotidianeidad. Nosotros queremos construir un marco nacional propio, la república vasca, pero el papel de una fuerza independentista en el Congreso no es saltarse la pantalla del acuerdo y el debate en la propia sociedad vasca. Tiene que ser la sociedad la que lidere ese proceso, en base al criterio mayoritario y con respeto a las minorías. Y a nosotros, como diputados, nos tocará llevar ese acuerdo a las instituciones para que encuentren los marcos para materializarlo. No vamos a anteponer una dimensión frente a otra. Primero está el criterio de utilidad y luego la búsqueda de acuerdos en la sociedad.
P. Ustedes parecen haberse convertido en el socio más fiable del Gobierno. En la misma noche electoral anunciaron su apoyo.
R. La corriente reaccionaria en Europa nos preocupa mucho y no podemos mantenernos al margen de ese combate entre izquierda y derecha. En cualquier escenario en que podamos ser influyentes, contribuiremos a inclinar la balanza. Lo que estamos haciendo es cumplir la palabra dada: que nuestros votos servirían de freno al avance de la derecha.
P. El PNV se queja de que el Gobierno los trata a ustedes mejor que a ellos.
R. El PNV no puede pretender exhibir un papel sellado donde diga que ellos son socios VIP y nosotros socios de gallinero. Cada uno negocia con la fuerza que tiene. Y nosotros actuamos con luz y taquígrafos, sin espacios de negociación ocultos. Decimos cuáles son nuestros propósitos y ambiciones. Y nos sentimos razonablemente satisfechos.
P. ¿La proximidad de las elecciones vascas y la competencia entre ustedes y el PNV no van a condicionar su actuación en Madrid?
R. No debería. El PNV está gobernando con el PSOE en Euskadi desde hace muchos años. Por tanto, que nosotros interlocutemos también con el Estado español no debería suponer ningún cortocircuito. Otra cosa es la competencia electoral que se pueda dar.
P. Su intervención en el debate televisado entre los portavoces parlamentarios sirvió para que algunos descubriesen que EH Bildu es más que la antigua Batasuna.
R. Fíjese, las únicas formaciones que han conseguido aumentar su representación en el Congreso han sido el PSOE y EH Bildu. Y eso rompe el relato que mantenían los llamados barones territoriales del PSOE de que a su partido le iba mal por su sintonía con EH Bildu en determinadas materias. Hay mucha opinión publicada y mucha voluntad de generar marcos que parecen nacidos del sentir de la ciudadanía, pero que responden a otro tipo de intereses. En Euskal Herria no tenemos que estar todos los días explicando lo que somos, la gente ya nos conoce. Y somos la primera fuerza en número de concejales.
P. ¿No se siente incómodo cuando Sortu mete a condenados por terrorismo en las listas?
R. EH Bildu nace en 2011 como un esfuerzo por la unidad de la izquierda soberanista e independentista vasca asumiendo que no somos lo mismo, pero construyendo acuerdos. A mí me chocan ciertas lecturas que se hacen fuera de Euskal Herria, porque en cierto punto son parciales, como hablar de personas en las listas que han sido condenadas. Pues entre ellas hay personas que fueron condenadas por intentar reconstruir una organización política o por formar parte del consejo de administración de un periódico cerrado de manera injusta e ilegal. En 2011 había 30.000 personas que no podían formar parte de las listas. Esa realidad no se tiene en cuenta y por eso la foto general queda desequilibrada.
P. ¿A qué se refiere cuando habla de consolidar el proceso de convivencia en Euskadi?
R. Llevamos 10 años haciendo por construir un futuro incluyente, que contemple la verdad, la justicia y la reparación de todas las víctimas de todas las violencias. Y lo estamos haciendo a veces frente a poderes públicos y frente a visiones que buscan situarnos en escenarios de confrontación y conflicto. Queremos ser un actor que posibilite la convivencia social vasca y que las heridas se vayan cerrando. Y que jamás volvamos a vivir lo que vivimos en décadas anteriores.
P. ¿Y Sortu ha hecho todo lo que tenía que hacer sobre esto?
R. Pues seguramente tendrá que hacer más cosas, pero ha hecho muchas. Le quedarán cosas por hacer, las tendrá que hacer a su ritmo, pero no creo que se le puedan sacar mucho los colores. Yo creo que la Declaración de Aiete [el 18 de octubre de 2021, Arnaldo Otegi proclamó que el terrorismo de ETA “nunca debió haberse producido”] tiene un valor importante. Y si se ven sus estatutos, se verá su compromiso con las vías pacíficas y democráticas.
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