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La nueva presidenta del Congreso anuncia que permitirá el uso de las lenguas cooficiales

Los grupos dan margen a Armengol para ver cómo impulsa las lenguas cooficiales en el Congreso

La nueva presidenta del Congreso, la socialista balear Francina Armengol, con su antecesora, Meritxell Batet, esta mañana en la Cámara. Foto: CHEMA MOYA (EFE) | Vídeo: EPV
Javier Casqueiro

La nueva presidenta de las Cortes y tercera autoridad del Estado, la socialista Francina Armengol, se ha estrenado este jueves en sus funciones institucionales desde el estrado con un saludo de bienvenida en todos los idiomas cooficiales y ha acabado con un verso en catalán de Salvador Espriu. No ha sido solo un gesto simbólico. La balear Armengol ha aprovechado esa intervención para anunciar su compromiso de permitir “la utilización de todos estos idiomas en el Congreso desde esta sesión constitutiva”. Este viernes habrá una Mesa del Congreso para asuntos de trámite, pero Armengol está decidida a que el catalán, el gallego y el vasco empiecen a ser habituales en la Cámara baja desde ya. Ahora queda organizar cómo y sobre qué normas, porque ni la Constitución ni el Reglamento de las Cortes prohíben ni precisan nada al respecto. El caso es que hasta ahora presidentes del Congreso de todas las ideologías lo habían descartado. Los socios habituales del Ejecutivo ensalzaron todos la promesa y el PP pidió tiempo para estudiar cómo se aplicará esa medida.

La primera declaración de intenciones de la nueva presidenta de las Cortes tuvo mucho que ver con una serie de deseos sobre cómo le gustaría que transcurriera su mandato y la manera de hacer política en la sede de la soberanía nacional, con más diálogo, respeto y proximidad a los ciudadanos que hasta ahora. Y sobre todo respecto a la anterior y bronca XIV legislatura.

Francina Armengol apeló al legado de otro político socialista y balear, Félix Pons, que fue una década hace 30 años presidente también de las Cortes y que abogaba por “irradiar” más “autenticidad y proximidad” de los políticos con los ciudadanos. Fue ahí cuando expresó su intención de “evitar trasladar tensiones gratuitas y enfrentamientos estériles que solo contribuyen a dividir” y prometió fomentar el debate y el acuerdo practicando más diálogo: “Se trata de hablar, falar, hitz egin... de parlar. Y de hacerlo para avanzar. Porque España siempre avanza cuando se reconocen su pluralidad y diversidad. Porque la riqueza de este país reside en su carácter plural. Y ahora tenemos ante nosotros la oportunidad de demostrar que la pluralidad de nuestro país es nuestra gran riqueza. Que la convivencia de culturas, tradiciones y lenguas distintas nos hace mejores”.

El anuncio de Armengol de que querría que el castellano, el catalán, el vasco y el gallego pudieran usarse desde el próximo pleno en el Congreso (ya sucede en ocasiones y en determinadas comisiones en el Senado desde septiembre de 2021) es el que está aún por concretar.

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Armengol continuó su argumento con un poema de Espriu: “Recorda sempre això, Sepharad. Fes que siguin segurs els ponts del diàleg.I mira de comprendre i estimarles raons i les parles diverses dels teus fills. Recuerda siempre esto, Sepharad. Haz que sean seguros los puentes del diálogo. Y trata de comprender y amar las diversas razones y hablas de tus hijos”. Y acabó su razonamiento con una invitación a construir espacios para que “la España real, diversa y plural” se vea más representada y escuchada en el Congreso con una serie de “credos, razas e identidades que no sean barreras”.

La nueva presidenta del Congreso ha citado este viernes a los componentes de la Mesa que gobierna la Cámara para una serie de asuntos en principio de trámite. El PP está en guardia. Se teme que Armengol pretenda meter con la máxima urgencia algún tipo de instrucción sobre el uso de todas las lenguas cooficiales y no acaba de ver muy bien cómo. Los populares apelan a la “doctrina acuñada” de lo que ha sucedido en el pasado, reciente y lejano, en el que distintos presidentes de las Cortes han limitado mucho la utilización del gallego, el catalán o el vasco en el hemiciclo salvo para breves intervenciones. También la última presidenta, la socialista catalana Meritxell Batet, que en anteriores etapas como diputada llegó incluso a ser reprendida por una antecesora del PP como Ana Pastor por hablar en catalán, en su mandato cortó cortó varias intervenciones de parlamentarios nacionalistas por hablar en los idiomas de sus territorios y no en castellano, que es el común oficial que se maneja en todo el Estado como precisa el artículo 3 de la Constitución. Los incidentes en ese sentido han sido incontables.

El Reglamento del Congreso no especifica nada ni a favor ni en contra del uso de las demás lenguas cooficiales del Estado, pero sí concede precisamente a la Presidencia en el artículo 32 de su título III la prerrogativa de cómo organizar el buen funcionamiento y desarrollo de los debates. Ese artículo también fija que la Presidencia “ostenta la representación de la Cámara, asegura la buena marcha de los trabajos; dirige los debates, mantiene el orden de los mismos y ordena los pagos; cumple y hace cumplir el Reglamento, lo interpreta en los casos de duda y lo suple en los supuestos de omisión, si bien para dictar una resolución de carácter general, necesita el parecer favorable de la Mesa y de la Junta de Portavoces”.

La discusión que quiere provocar el PP cuando el asunto se aborde en la Mesa, este viernes o ya la semana que viene, es sobre en qué informes técnicos, jurídicos o de los letrados de la Cámara se quiere basar Armengol para fomentar ahora todos los idiomas cooficiales cuando su antecesora no lo permitió. Batet fue tajante y cortante en junio de 2022 con todos los grupos nacionalistas, además de con En Comú Podem, cuando llevaron a debate del pleno una propuesta de reforma del reglamento de la Cámara para incluir la posibilidad de que los diputados intervengan en cualquier lengua cooficial. La propuesta fue rechazada por el PSOE y la derecha, pero los portavoces sí usaron diversas lenguas del Estado para convertir aquel pleno en una forma de protesta.

La vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, y los portavoces de EH Bildu, PNV, ERC, BNG y JuntsxCAT valoraron esa decisión como un éxito para la normalidad de un país diverso y con varias riquezas lingüísticas en una demanda que algunos grupos nacionalistas e independentistas llevaban años reivindicando sin éxito. El PP, a través de su portavoz en funciones, Cuca Gamarra, avisó durante el pleno de que estudiarán posibles medidas legales o recursos ante algunos de los acatamientos de los nuevos diputados independentistas pronunciados en sus idiomas y con proclamas separatistas diversas, pero luego matizó, como otras fuentes del partido, que aguardarán a ver cómo resuelve las distintas incógnitas que se plantearán la nueva presidenta de las Cortes en los próximos días.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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