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Tres disparos por la espalda y un crimen de ETA sin resolver: se juzga el asesinato del popular Giménez Abad 22 años después

Los dos etarras acusados, Mikel Carrera y Miren Zaldúa, niegan su implicación en el atentado contra el presidente del PP de Aragón en la primera sesión de la vista

J. J. Gálvez
Mikel Carrera y Miren Itxaso Zaldúa, este lunes en la Audiencia Nacional.
Mikel Carrera y Miren Itxaso Zaldúa, este lunes en la Audiencia Nacional.FERNANDO VILLAR (EFE)

Más de 22 años después del asesinato de Manuel Giménez Abad, presidente del PP de Aragón, la Audiencia Nacional ha celebrado este lunes la primera sesión del juicio contra los dos presuntos autores materiales del crimen: los etarras Mikel Carrera, alias Ata, y Miren Zaldúa, Sahatsa. Los dos terroristas han negado su implicación en el atentado perpetrado en mayo de 2001 en Zaragoza, cuando el popular caminaba hacia un partido de fútbol junto a su hijo pequeño, que entonces tenía 17 años. La Fiscalía pide 30 años de cárcel para ambos y la prohibición de aproximarse a la ciudad aragonesa durante cinco años.

Carrera, quien fuera jefe militar de la banda en su última etapa, cumple actualmente condena perpetua en Francia por asesinar a dos guardias civiles en Capbreton en 2007 y al policía francés Jean-Serge Nérin, en 2010. Zaldúa cumplió condena en Francia de 2005 a 2017 por su pertenencia a la organización terrorista; y en julio de 2020, tras volver a España, fue detenida en Hernani (Gipuzkoa) por su implicación en el asesinato del presidente del PP de Aragón. Desde entonces, permanece en prisión provisional.

El atentado contra Giménez Abad se perpetró el 6 de mayo de 2001. El diputado autonómico y presidente del PP regional se dirigía hacia el estadio de La Romareda sobre las 18.30. Iba a ver un partido de fútbol del Zaragoza junto al pequeño de sus dos hijos, Borja, de 17 años. Entonces, en la calle de las Cortes de Aragón, a la altura de la vía de la Princesa, un terrorista se les acercó por la espalda y tiroteó a bocajarro al político por detrás. “Continuó disparando mientras caía y cuando ya se encontraba en el suelo”, relata la Fiscalía: “La víctima sufrió el impacto de tres proyectiles de nueve milímetros parabellum, disparados por una pistola semiautomática de la marca HS. Uno de ellos entró en su cuerpo por la región lumbar derecha, otro por la región glútea derecha y el último por la región occipital derecha. [El popular] falleció en el acto por un shock traumático y hemorrágico”.

El personal sanitario cubre el cuerpo del político Manuel Giménez Abad, presidente del PP de Aragón, asesinado por ETA el 6 de mayo de 2011.
El personal sanitario cubre el cuerpo del político Manuel Giménez Abad, presidente del PP de Aragón, asesinado por ETA el 6 de mayo de 2011.Julio Foster

Una etarra daba cobertura a su compañero. Y ambos huyeron del lugar en direcciones opuestas. Tomando como base las averiguaciones policiales, la Fiscalía mantiene que Carrera apretó el gatillo ese día, y que Zaldúa le acompañaba. Ellos han negado este lunes su participación en el crimen y han asegurado al tribunal que no se encontraban aquella jornada en la ciudad aragonesa. Zaldúa, que ha insistido en que no formaba parte del comando Basajaun, se ha defendido así: “Yo no me acuerdo de todas las acciones de ETA, pero de esa sí porque me impactó. De todas las acciones de ETA, esa en particular sí me pareció dura. Recuerdo haber oído en la radio del coche la noticia del atentado y que había un niño. Y recuerdo que estábamos en un parking de un centro comercial en Usurbil (Gipuzkoa), y que íbamos al cine”.

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—¿Tuvo usted participación en estos hechos? —ha preguntado también a Mikel Carrera su abogada.

—No, ninguna. No estaba en Zaragoza. Estoy absolutamente seguro de dónde no estaba: que es en Zaragoza [...] Ni yo ni el comando Basajaun tiene nada que ver con esa acción armada —ha respondido el etarra, que ha afirmado que el 6 de mayo de 2001 acudió a una de las grandes fiestas de las ikastolas vascas, Herri Urrats, en el País Vasco francés.

El asesinato de Giménez Abad generó una enorme conmoción. Según el Ayuntamiento, más de 350.000 personas se manifestaron al día siguiente en las calles de Zaragoza en repulsa por este atentado y contra el terrorismo. El político, que tenía 53 años, dejó viuda y dos hijos (Manuel y Borja). En el lugar del crimen se colocó años después una placa que reza: “Aquí fue asesinado Manuel Giménez Abad el 6 de mayo de 2001 por el grupo terrorista. Zaragoza jamás te olvidará”.

Manifestación multitudinaria en Zaragoza en repulsa por el asesinato de Manuel Giménez Abad a manos de la banda terrorista ETA.
Manifestación multitudinaria en Zaragoza en repulsa por el asesinato de Manuel Giménez Abad a manos de la banda terrorista ETA.Efe

El atentado ha permanecido sin resolver durante más de dos décadas. El sumario llegó a cerrarse, pero se reabrió ante las nuevas indagaciones policiales. Según los autos de procesamiento, las fuerzas de seguridad no vinculaban a ninguno de los dos terroristas con ETA en el momento del crimen, por lo que los testigos no pudieron identificarlos. Sin embargo, años después sí pudieron hacerlo: entre ellos, el hijo de Giménez Abad que lo acompañaba aquel día, que siempre aseguró que había visto la cara del terrorista. En octubre de 2014, Borja Giménez reconoció “sin duda” a Ata en una serie de 18 fotografías que nunca habían sido difundidas en medios de comunicación —el muchacho relató en su día que el asesino llevaba una gorra roja, de la que sobresalía por detrás una mata de pelo largo y rizado—.

Retrato robot distribuido en su día por la Dirección General de Policía del asesino de Giménez Abad.
Retrato robot distribuido en su día por la Dirección General de Policía del asesino de Giménez Abad.

El sumario recoge que un testigo protegido también identificó años después a Zaldúa: “Su fotografía [tampoco] habría formado parte de los fotogramas que se mostraron a los testigos del atentado en un primer momento”, explica el juez Santiago Pedraz en una resolución, donde describe cómo Ata, tras tirotear a Giménez Abad, “se cruzó con una mujer ‘bajita, de mofletes rollizos, ojos negros’, que vestía de color oscuro y con gorro tipo bombín y abrigo largo a pesar del mes de mayo”: “Esta daba seguridad a cierta distancia al autor de los disparos”.

Como han explicado dos agentes este lunes, además de las declaraciones de los testigos, los documentos aportados por Francia sobre ETA (como cartas manuscritas firmadas por Sahatsa) también permitieron descubrir años después a los integrantes del comando Basajaun, desconocidos hasta entonces. Los investigadores lograron así cercar a Carrera y a Zaldúa. En varios informes de Inteligencia de 2019 y 2020, la Guardia Civil trazó la “estructura, componentes y atentados presuntamente cometidos por el entramado Basajaun de ETA”, subraya Pedraz.

La sesión de este lunes ha acabado sobre las 13.30. La vista oral proseguirá este martes y, entre otros, se prevé que declare el hijo menor de la víctima. Según los cálculos del tribunal, el juicio finalizará el 18 de julio.

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Sobre la firma

J. J. Gálvez
Redactor de Tribunales de la sección de Nacional de EL PAÍS, donde trabaja desde 2014 y donde también ha cubierto información sobre Inmigración y Política. Antes ha escrito en medios como Diario de Sevilla, Europa Sur, Diario de Cádiz o ADN.es.

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