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El concejal ‘influencer’ de El Puerto de Santa María: “No sirvo para ser mediocre”

El PP deja que su edil de Fiestas del municipio gaditano monopolice el protagonismo de la precampaña, mientras que la oposición lo critica por recibir supuestos regalos

David Calleja, concejal influencer del PP en el Puerto de Santa María.
David Calleja, concejal influencer del PP en el Puerto de Santa María.Juan Carlos Toro
Jesús A. Cañas
El Puerto de Santa María -

El bolso de la victoria del concejal David Calleja es negro y tiene un estampado animal print. A diferencia de los 45 outfits que tiene seleccionados en su casa en dos burros para cubrir con creces el intenso camino hasta las elecciones municipales de El Puerto de Santa María (Cádiz), el edil influencer de Fiestas aún no tiene claro con qué prendas combinará este complemento. Solo tiene claro que únicamente puede combinar con el triunfo del PP, el partido con el que repite como independiente, y, sobre todo, con el suyo propio. “No sirvo para no ganar, para ser mediocre. Solo me meto en cosas en las que voy a destacar”, presume, sin atisbo de modestia. Pero en la oposición no le ven tan clara esa ausencia de mácula. La oposición en pleno —de IU a Vox— ha aprobado requerir al secretario municipal la elaboración de un informe sobre los supuestos regalos que recibe. “El personaje se ha comido al actor y ha superado las líneas rojas”, se queja el edil socialista Ángel González.

David Calleja (El Puerto, edad ignota por expreso deseo del protagonista), vestidor de imágenes religiosas, bordador y diseñador artístico de profesión, es el personaje principal de la campaña en la que el PP del alcalde Germán Beardo aspira a revalidar su segundo mandato en una ciudad de 88.300 habitantes que lleva años sumida en una política municipal siempre en el alambre. La agria guerra con la Policía Local, la falta de presupuesto propio durante tres años o los problemas internos de gestión enturbian los logros de obras municipales en curso e inversiones privadas supuestamente atraídas por mediación de Beardo y que este promociona constantemente en sus redes sociales, algunas con publicidades pagadas. Pero ni por esas el regidor alcanza la proyección que tiene su concejal de Fiestas, Comercio, Cultura, Patrimonio Histórico y Flamenco, con 44.900 seguidores en un perfil de Instagram, que alimenta diariamente con decenas de publicaciones en las que explica su estilismo, anuncia actividades municipales o promociona los comercios locales.

“Soy el concejal con más repercusión. Un edil es un gestor, pero yo soy también artista y eso lo regalo a la ciudad. Mis redes la benefician y por eso es indivisible”, asegura Calleja, mientras se toma un descanso en los preparativos del acto de presentación del cartel de la Feria. Habla mientras da instrucciones sobre cómo colocar las jarras con plantas en un escenario en el que, horas después, se animará a bailar sevillanas. “Todo lo diseño yo”, resume. Y lo narra al detalle en sus historias de Instagram bajo el hashtag #CallejaFiestas: desde dar los últimos toques a una carroza de Reyes a participar él mismo en los desfiles de Carnaval con una coreografía que previamente ha enseñado a sus seguidores. La asimilación de él mismo con las fiestas de su municipio lo han convertido en un personaje controvertido al que muchos siguen con fruición y otros rechazan por agotamiento. Pero, hasta entre los críticos, subyace el reconocimiento de su dedicación constante. “Beardo lo usa para ocultar su mala gestión. Se ha apropiado de las fiestas. Tendrá una parte a favor, pero la gente se está quemando”, asegura González.

Calleja ha transcurrido estos cuatro años de gestión en el seno de un equipo de gobierno integrado por el PP y Ciudadanos sin grandes sobresaltos políticos. La oposición pareció dejarle al margen de sus cuitas públicamente, mientras que alguna fuerza llegó a tentar al independiente para que se pasase a sus filas. Pero él decidió repetir “con Germán, no con el PP”, según defiende, después de negociar con el alcaldable más medios y realce para sus concejalías. Al otro lado, los populares portuenses han recogido el guante de tal forma que Calleja —número dos en las listas— protagonizará incluso parte de la cartelería electoral. Y es justo ahora cuando la tormenta política ha arreciado en torno a él.

Desde el PSOE critican que use su Instagram para promocionar tratamientos de belleza, hacer sorteos o difundir supuestos regalos. González asegura que esa forma de proceder es contraria a la Ley de Transparencia, que impide aceptar prebendas que superen “los usos de cortesía” y que podría incurrir incluso “en el delito de cohecho”. Calleja se disgusta con la crítica y asegura que es “absurda”. “Llevo cuatro años haciendo lo mismo y no se han disgustado. Ahora, soy el enemigo a batir. Han ido a preguntar incluso a las tiendas y le han negado que me regalen nada, pero eso no lo dicen”, asegura el concejal, que añade los obsequios que recibe son de amigos y familiares.

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700 bolsos

Unas estanterías blancas del suelo al techo copan parte del salón del concejal. En cada casillero cuadrado, reposan de tres a cuatro bolsos ordenados por colores. Los que faltan están ya colgados en los dos burros en los que tiene escogidos los estilismos que lucirá en estos días, todos seleccionados a partir del complemento. Son solo una parte de la colección de 700 bolsos que atesora Calleja, el resto está guardado a la espera de unas obras de remodelación con las que quiere ampliar su vestidor. Ese salón es parte de la escenografía que aparece en sus vídeos virales de bailes. En los últimos tiempos, también de uno en el que denuncia que ha comenzado a recibir insultos homófobos. “Ahora parece que por ser gay tienes que ser de izquierdas. Todavía estoy esperando que esos partidos lleven al pleno una condena a esos insultos de odio”, se queja el concejal.

A menos de un mes de los comicios en los que revalidará su cargo de edil —está por ver si en el Gobierno o en la oposición—, Calleja no tiene pensado detenerse. En su frenética actividad de stories, informa en estos días de cómo lleva su reparto de miles de pulseras azules — ”pero no del mismo Pantone del PP”, aclara— con el lema #CallejaFiestas, de los sorteos del clip personalizado que le han hecho y del éxito que ha tenido su cuadernillo de colorear para niños en el que él, vestido de marinero, torero o cargador de Indias es el personaje omnipresente. Por venir está aún un recortable en el que poder vestir a un Calleja cubierto con una hoja de parra, cual icono clásico. Ante la enésima polémica de que pueda estar saltándose la normativa electoral, él se defiende en que no es propaganda. “Es un regalo de agradecimiento a quien me ha apoyado”, añade como excusa. Le consta que en El Puerto hay quien también le critica, pero asegura que le da igual: “No voy a dejar de brillar para que brillen los demás”.

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Sobre la firma

Jesús A. Cañas
Es corresponsal de EL PAÍS en Cádiz desde 2016. Antes trabajó para periódicos del grupo Vocento. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Sevilla y es Máster de Arquitectura y Patrimonio Histórico por la US y el IAPH. En 2019, recibió el premio Cádiz de Periodismo por uno de sus trabajos sobre el narcotráfico en el Estrecho de Gibraltar.

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