El último viaje de Sarah, la temporera marroquí que perdió la vida de camino al tajo en Almonte

Sarah cruzó en ferri el Estrecho por cuarta vez el 11 de abril para incorporarse a la campaña de los frutos rojos en Huelva. Formaba parte del penúltimo contingente de temporeras contratadas en origen que ha recalado en Huelva. Junto con otras 199 mujeres marroquíes tomó el barco desde Tánger y atracaron muy entrada la noche y con retraso en el puerto de Algeciras (Cádiz). Menos de un mes después, el 1 de mayo, Sarah se subió a un autobús para emprender el que sería su último viaje. A las 6.25 de la mañana perdió la vida cuando se dirigía con otras 40 compañeras a recoger la fresa desde San Juan del Puerto hasta los invernaderos que cubren los campos entre Almonte y El Rocío, en la provincia de Huelva.

La noche ha sido larga en el antiguo hostal de San Juan del Puerto que Surexport, la empresa para la que trabajan las jornaleras accidentadas, ha habilitado como albergue para las campañas agrícolas. Una mezcla de cansancio, nervios y conmoción domina el ánimo de las 22 temporeras que resultaron heridas leves y que a lo largo del lunes regresaron de los hospitales y centros de salud hasta esa vivienda. “Ninguna está en condiciones de hablar y ahora tratan de asimilar lo ocurrido”, explica Charo Miranda, coordinadora de Cruz Roja en Huelva, la organización que colabora habitualmente con Surexport y que les está brindando ayuda psicológica y asistencia a más largo plazo. El equipo está formado por psicólogas, una trabajadora social y una mediadora. “Están en duelo personal y muy angustiadas”, añade Miranda. A partir de ahora se les prestará apoyo emocional y en función de su evolución se les ofrecerá un apoyo y un seguimiento psicológico adecuado a sus circunstancias”, añade.

A lo largo del martes han ido llegando a San Juan del Puerto otras ocho compañeras a las que se les ha dado el alta. De las 40 heridas, 9 siguen ingresadas en distintos hospitales de Huelva y Sevilla. Tres de ellas están graves, pero estables, según el comunicado de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía. Todas recibirán la asistencia médica que requieran porque está cubierta por la Seguridad Social y también recibirán la remuneración que les corresponda por estar de baja, unas obligaciones sociolaborales amparadas por la norma que regula la contratación en origen y que una portavoz de Surexport garantiza que se van a cumplir. “También vamos a cubrir lo que hubieran ganado de haber terminado la campaña”, asegura.

La empresa también se ha hecho cargo de todos los gastos de la repatriación del cuerpo de Sarah. La cooperativa agrícola es una de las más grandes de la provincia de Huelva, donde cultiva más de 500 hectáreas de frutos rojos y emplea a 4.300 personas, entre ellas 892 marroquíes. Surexport va a sufragar el viaje de los familiares de la temporera fallecida que quieran desplazarse hasta Huelva y el de las tres jornaleras que se encuentran más graves. Para ello está trabajando con el Gobierno y el consulado de Marruecos para acelerar los trámites de los visados.

Tramitando la llegada de los familiares

Aparentemente, es un martes más en la sede de Surexport en el polígono Matalagraña, pegado a El Rocío. Pero entre el trajín de los camiones que entran en los almacenes para salir cargados con fresas, se mezclan los coches de representantes de la subdelegación del Gobierno en Huelva, la Inspección de Trabajo y del consulado de Marruecos, que están coordinándose para agilizar todo el proceso de repatriación y la llegada de los familiares. Uno de los miembros de la delegación marroquí se interesa antes de despedirse por la funeraria con la que trabaja la cooperativa para poder contactar con ella.

Sarah tenía alrededor de 40 años y deja en su país a tres hijos. Era su cuarta campaña de la fresa en Huelva y la primera con Surexport. En muchas ocasiones son las trabajadoras quienes, en los procesos de selección previos en su país, piden cambiar de empresa porque saben que las condiciones laborales son mejores o porque han hecho amistad en otras temporadas con otras mujeres y esperan poder convivir durante los meses que estén lejos de su familia.

“Es muy duro venir a trabajar fuera y encontrarse la muerte”. Esta y otras frases parecidas son las que pronuncian los vecinos de Almonte y San Juan del Puerto cuando se les pregunta por el accidente del autobús. Se trata del primer siniestro de esta gravedad al que se enfrenta tanto Surexport como la empresa con la que se subcontrató el transporte. La Guardia Civil sigue investigando las causas por las que el conductor —que fue uno de los heridos leves que recibió el alta el mismo lunes― pudo perder el control del vehículo. La espesísima niebla que cubría la carretera que une San Juan del Puerto con la rotonda de la salida de Almonte, donde se estrelló el autocar cuando aún no había amanecido, es la principal hipótesis que se baraja.

Sarah, como sus 40 compañeras que sí lograron sobrevivir al accidente, acababa de incorporarse a la campaña hace menos de un mes. Desde el 12 de abril realizaba dos veces al día el trayecto de 40 kilómetros que separaba la vivienda en la que compartían confidencias y cansancio. El lunes, Sarah no pudo terminar esa ruta. Fue su último viaje.